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El obispo de Posadas y la sexualidad ?promiscua?

Domingo, 09 de diciembre de 2012 22:13

El obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez, advirtió ayer que “la droga no es el único mal que padecen nuestros jóvenes, hay muchos otros males; el alcoholismo, la promoción de una sexualidad promiscua, incluso en planteos "educativos'”.

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El obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez, advirtió ayer que “la droga no es el único mal que padecen nuestros jóvenes, hay muchos otros males; el alcoholismo, la promoción de una sexualidad promiscua, incluso en planteos "educativos'”.

Las consideraciones del prelado forman parte de su homilía dominical titulada “La droga crece”, dirigida en particular a los jóvenes, en la que atribuye la problemática mencionada a “una visión del hombre materialista y sin ninguna dimensión de lo trascendente. Sabemos que el ambiente determina en gran medida la voluntad y la libertad de aquellos que en la adolescencia empiezan a realizar sus primeras opciones fundamentales”, añadió.

Señaló que “el contexto no los ayuda demasiado” a los jóvenes, “desde las propuestas consumistas que bombardean en las programaciones de los medios hasta problemas que no sólo no terminan de resolverse, sino por el contrario se multiplican gravemente como el problema de la droga y alcohol”.

Martínez sostuvo que “en algunos lugares han trabajado algunas formas legislativas para cuidar a nuestros jóvenes, y cada tanto se encuentran algunos cargamentos de droga, pero somos conscientes de que este mundo de la droga sigue creciendo”.

Y advirtió: “También tenemos conciencia que si esto crece "infernalmente', es porque hay complicidades. Nos preocupa que cuando tocamos especialmente este tema que "mata' humanamente a muchos de nuestros jóvenes, quedan muchos silencios”.

“La droga no es el único mal que padecen nuestros jóvenes. Hay muchos otros males, el alcoholismo, la promoción de una sexualidad promiscua, incluso en planteos educativos. Todo esto fruto de una visión del hombre (varón y mujer) materialista y sin ninguna dimensión de lo trascendente”, añadió.

Y, remarcó que los “mismos padres y educadores, como primeros responsables de nuestros jóvenes, necesitan ahondar sobre el valor de la pureza. La pureza es un valor que va más allá de lo sexual”.

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