¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

15 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Tomar dos litros de agua diarios y reducir las bebidas azucaradas contribuyen a baja de peso

Miércoles, 11 de julio de 2012 18:29

Un documento de la Sociedad Argentina de Nutrición, elaborado por un panel de expertos,
recomendó tomar entre dos y dos litros y medio de agua potable por día, en lugar de bebidas e infusiones azucaradas, para ayudar a bajar de peso y prevenir la obesidad.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Un documento de la Sociedad Argentina de Nutrición, elaborado por un panel de expertos,
recomendó tomar entre dos y dos litros y medio de agua potable por día, en lugar de bebidas e infusiones azucaradas, para ayudar a bajar de peso y prevenir la obesidad.

El trabajo, dado a conocer hoy, fue realizado por expertos en hidratación, nutrición, obesidad y deporte, y determinó que es conveniente moderar el consumo de bebidas azucaradas porque
aportan “calorías ocultas” sin valor nutricional.

“Los argentinos toman una cantidad adecuada de líquido por día, pero el problema es que apenas el 21 por ciento del líquido diario proviene de agua pura, que es lo mejor para el organismo. Mientras tanto, más de la mitad del líquido ingerido proviene de bebidas e infusiones con azúcar”, señaló el médico Edgardo Ridner, actual presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición.

La ingesta excesiva de calorías innecesarias a través de la hidratación preocupa a los especialistas por el impacto sobre el estado nutricional: en la Argentina el 53,4 por ciento de la
población padece de sobrepeso u obesidad, según cifras oficiales de la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo.

La médica especialista en nutrición Mónica Katz, directora de la Carrera de Médico Nutricionista de la Universidad Favaloro, afirmó que “tomar agua es perder peso”, y en ese sentido remarcó: “Si una persona tomara un litro y medio de agua por día, en un año quemaría 17.400 calorías, cifra que causaría una pérdida de dos kilos y medio de peso”.
“Ante la epidemia de obesidad, tenemos que ser conscientes de que contamos con un recurso económico para contrarrestarla: el agua”, subrayó Katz, y recomendó tomar dos vasos de agua unos 20 minutos antes de cada comida, para disminuir el hambre y la ingesta de calorías.
“Los que toman más agua, bajan más de peso. Al tomar más agua, se pierden kilos adicionales y se come menos, porque hay una sensación de saciedad si uno toma agua antes de las comidas”, señaló Katz durante una rueda de prensa.
Según los nutricionistas, el agua genera una sensación de saciedad que puede ser aprovechada por los que desean bajar de peso: entre otros factores, el agua ocupa un lugar en el estómago, lo cual produce una sensación de “saciedad mecánica”.
Además, el agua diluye la concentración de sales en la sangre, estimula el sistema nervioso simpático, lo que dispara la producción de noradrenalina y, con ella, la degradación de lípidos; por otro lado, aumenta la liberación de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor ligado a la sensación de recompensa, por lo cual después de beber agua, el organismo siente menos
deseo de ingerir alimentos placenteros con exceso de calorías.
Por último, beber agua fría obliga al organismo a invertir energía en calentarla hasta los 37 grados del cuerpo, lo que implica un gasto extra de unas 100 calorías, según los expertos.
El especialista Sergio Britos, profesor de la Escuela de Nutrición de la Facultad de Medicina de la UBA, afirmó que “la población consume una gran cantidad de calorías dispensables con
los alimentos y las bebidas, incorporando azúcares y grasas de mala calidad que no son necesarios para nutrirse, pero que generan un aumento de peso”.
“Las gaseosas e infusiones con azúcar aportan el 14 por ciento de las calorías que ingieren los alumnos de escuelas bonaerenses. Debemos insistir en que los chicos tomen agua común”, subrayó Britos.
“Entre todas las fuentes posibles de bebidas, no menos de 8 vasos deberían ser bajo la forma de agua pura, mientras que en términos de bebidas azucaradas, las mismas no deberían superar los 250 mililitros diarios, el equivalente a un vaso alto”, añadió el especialista, quien además dirige la Carrera de Nutrición de la Universidad de La Plata.
El agua del organismo proviene en un 80 por ciento de los líquidos ingeridos, y en un 20 por ciento del agua contenida en alimentos, especialmente en vegetales y frutas.
Por ese motivo, tomar poca agua o perderla rápidamente son caminos que conducen a la deshidratación: cuando el organismo elimina un 2 por ciento de su peso en agua, la salud se pone en peligro.
“Cuando el cuerpo se deshidrata, aparecen primero una disminución en el rendimiento intelectual, fatiga muscular, calambres y sueño. Dependiendo de la cantidad de agua perdida,
una persona puede desmayarse, entrar en coma y hasta llegar a la muerte”, advirtió Ridner.
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD