La ocupación en las tierras donde hace años funcionaba el balneario municipal, en la zona norte de la ciudad, va perdiendo fuerza y cada vez son menos las familias que permanecen en el lugar exigiendo un terreno para sus casas. Desde hace varios días en Pereyra Rosas solo hay policías cuidando que no se produzcan nuevos asentamientos, como el que intentaron varios vecinos la semana anterior.
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La ocupación en las tierras donde hace años funcionaba el balneario municipal, en la zona norte de la ciudad, va perdiendo fuerza y cada vez son menos las familias que permanecen en el lugar exigiendo un terreno para sus casas. Desde hace varios días en Pereyra Rosas solo hay policías cuidando que no se produzcan nuevos asentamientos, como el que intentaron varios vecinos la semana anterior.
El coordinador de Tierra y Bienes Patrimoniales de la Provincia, Sergio Usandivaras, recordó ayer que a la gente del exbalneario se le pidieron los datos de las familias y los números de los expedientes iniciados en ese organismo y en el Instituto Provincial la Vivienda. Sin dejar de aclarar que el tema responde ser solucionado en el ámbito municipal, el funcionario indicó que nadie presentó los listados solicitados, con esos datos específicos.
Usandivaras reiteró que no van a someterse a las extorsiones de los okupas, “ya fue en un principio el subsecretario de Tierra y Hábitat, Diego Barreto, vio la situación, planteó requisitos y nunca los cumplieron. Nosotros no vamos a ir todos los días”, enfatizó.
En concreto, desde el Gobierno le pidieron que realizarán un relevamiento, pero aún no reunieron la información. La lista y los expedientes nunca llegaron y los funcionarios siguen esperando.
“Lo que tenemos que entender es que esto es una cuestión municipal. No podemos solucionar unilateralmente todos los problemas”, remarcó. Y en este punto Usandivaras hizo referencia a que desde Tierra y Hábitat solo pueden dar soluciones a familias con problemas puntuales y en lugares determinados; lo mismo sucede con la gente que pretende un lugar en lote privado Pereyra Rozas.
“No damos soluciones mágicas”, recalcó Usandivaras.