El sobrepeso y la obesidad infantil se convirtieron en ‘una espiral violenta que avanza en forma imparable‘ en todo el mundo, por lo cual los expertos advierten sobre la necesidad de ‘combatir el exceso de peso, que es el inicio del abismo que lleva a la diabetes y a los problemas cardiovasculares‘.
Así lo señaló el especialista Javier Morán, catedrático de Innovación Alimentaria en la Universidad Católica San Antonio en Murcia, España, durante una visita al país, donde remarcó también que ‘en Sudamérica, la Argentina es el país con más incidencia de sobrepeso y obesidad‘.
‘Es indudable que la obesidad es una epidemia global, o lo que es lo mismo, una pandemia‘, subrayó el especialista, quien hizo foco especialmente en la obesidad en niños y adolescentes.
El especialista remarcó que la causa fundamental del sobrepeso y la obesidad infantil es un desequilibrio entre las calorías consumidas y las calorías quemadas, por factores entre los que se incluye ‘el cambio global en la dieta hacia un aumento de la ingesta de alimentos ricos en energía, que son altos en grasas y azúcares pero con escasas vitaminas, minerales
y otros micronutrientes saludables‘.
También sumó a esto la tendencia a la ‘disminución de los niveles de actividad física, debido a la naturaleza cada vez más sedentaria con menor tiempo de recreo, el cambio de los modos de transporte y la creciente urbanización‘.
‘La piedra angular del manejo del exceso de peso en la infancia está constituida por la reorganización de los hábitos alimentarios y de actividad física, junto con la adquisición de habilidades de comportamiento que favorezcan el mantenimiento de las mejoras alcanzadas junto con el uso de productos naturales como el ácido linoleico conjugado (CLA) a las dosis apropiadas‘, ya que ‘el tratamiento farmacológico o quirúrgico tienen aún una indicación excepcional en el período infanto-juvenil‘, señaló el médico.
En el caso de niños y adolescentes, dijo que se postula la necesidad de una alimentación ‘mixta, variada, cuantitativamente limitada por medio de una restricción calórica moderada, convergiendo así con las recomendaciones formuladas por el comité de nutrición de la Asociación Española de Pediatría‘.
‘Siguiendo estas orientaciones se propusieron varios modelos, entre los que adquirieron protagonismo el patrón de alimentación que promociona el consumo de fruta, verdura, legumbres, cereales, aceite de oliva y determinados frutos secos‘, indicó el especialista español.
También puso el acento sobre la importancia del ejercicio físico en el tratamiento de la obesidad infantil, y remarcó que los esfuerzos terapéuticos deben apuntar a disminuir el tiempo dedicado a actividades sedentarias y por otro lado, a incrementar la actividad física cotidiana y el juego dinámico.
En el caso del ácido linoleico conjugado, el experto destacó que ‘es un ácido graso que se encuentra de forma natural, como componente menor, fundamentalmente en la grasa de los alimentos procedentes de rumiantes, carne y productos lácteos‘.
‘Es seguro y bien tolerado‘, tanto en adultos como en niños, según diversos estudios clínicos y pre-clínicos, agregó Morán, quien fue coordinador de esos trabajos realizados en España desde 2004.
Esos estudios revelan sus beneficios al reducir la grasa corporal y aumentar la masa muscular, en particular en personas que realizan actividad física en forma regular.
‘Hemos notado resultados a partir de 12 semanas. En el caso de niños con sobrepeso, hubo reducción del índice de masa corporal del 4,5 por ciento a un año. Y en niños con obesidad, una reducción del 2 por ciento de ese índice. Por eso es necesario incluir en el manejo con este producto a los niños antes de que lleguen a ser obesos‘, explicó.
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El sobrepeso y la obesidad infantil se convirtieron en ‘una espiral violenta que avanza en forma imparable‘ en todo el mundo, por lo cual los expertos advierten sobre la necesidad de ‘combatir el exceso de peso, que es el inicio del abismo que lleva a la diabetes y a los problemas cardiovasculares‘.
Así lo señaló el especialista Javier Morán, catedrático de Innovación Alimentaria en la Universidad Católica San Antonio en Murcia, España, durante una visita al país, donde remarcó también que ‘en Sudamérica, la Argentina es el país con más incidencia de sobrepeso y obesidad‘.
‘Es indudable que la obesidad es una epidemia global, o lo que es lo mismo, una pandemia‘, subrayó el especialista, quien hizo foco especialmente en la obesidad en niños y adolescentes.
El especialista remarcó que la causa fundamental del sobrepeso y la obesidad infantil es un desequilibrio entre las calorías consumidas y las calorías quemadas, por factores entre los que se incluye ‘el cambio global en la dieta hacia un aumento de la ingesta de alimentos ricos en energía, que son altos en grasas y azúcares pero con escasas vitaminas, minerales
y otros micronutrientes saludables‘.
También sumó a esto la tendencia a la ‘disminución de los niveles de actividad física, debido a la naturaleza cada vez más sedentaria con menor tiempo de recreo, el cambio de los modos de transporte y la creciente urbanización‘.
‘La piedra angular del manejo del exceso de peso en la infancia está constituida por la reorganización de los hábitos alimentarios y de actividad física, junto con la adquisición de habilidades de comportamiento que favorezcan el mantenimiento de las mejoras alcanzadas junto con el uso de productos naturales como el ácido linoleico conjugado (CLA) a las dosis apropiadas‘, ya que ‘el tratamiento farmacológico o quirúrgico tienen aún una indicación excepcional en el período infanto-juvenil‘, señaló el médico.
En el caso de niños y adolescentes, dijo que se postula la necesidad de una alimentación ‘mixta, variada, cuantitativamente limitada por medio de una restricción calórica moderada, convergiendo así con las recomendaciones formuladas por el comité de nutrición de la Asociación Española de Pediatría‘.
‘Siguiendo estas orientaciones se propusieron varios modelos, entre los que adquirieron protagonismo el patrón de alimentación que promociona el consumo de fruta, verdura, legumbres, cereales, aceite de oliva y determinados frutos secos‘, indicó el especialista español.
También puso el acento sobre la importancia del ejercicio físico en el tratamiento de la obesidad infantil, y remarcó que los esfuerzos terapéuticos deben apuntar a disminuir el tiempo dedicado a actividades sedentarias y por otro lado, a incrementar la actividad física cotidiana y el juego dinámico.
En el caso del ácido linoleico conjugado, el experto destacó que ‘es un ácido graso que se encuentra de forma natural, como componente menor, fundamentalmente en la grasa de los alimentos procedentes de rumiantes, carne y productos lácteos‘.
‘Es seguro y bien tolerado‘, tanto en adultos como en niños, según diversos estudios clínicos y pre-clínicos, agregó Morán, quien fue coordinador de esos trabajos realizados en España desde 2004.
Esos estudios revelan sus beneficios al reducir la grasa corporal y aumentar la masa muscular, en particular en personas que realizan actividad física en forma regular.
‘Hemos notado resultados a partir de 12 semanas. En el caso de niños con sobrepeso, hubo reducción del índice de masa corporal del 4,5 por ciento a un año. Y en niños con obesidad, una reducción del 2 por ciento de ese índice. Por eso es necesario incluir en el manejo con este producto a los niños antes de que lleguen a ser obesos‘, explicó.