Aunque países tan distantes a su uso como Rusia o Suecia rechazan la propuesta, desde mañana la hoja de coca podría dejar de estar en la lista de drogas peligrosas de la ONU. El Gobierno de Bolivia confía en una respuesta favorable de las Naciones Unidas a su petición de reintegrarse a la Convención Única sobre Estupefacientes -que rige al consumo y comercio de vegetales y sustancias consideradas “peligrosas”-, con la condición de que el organismo internacional haga la salvedad sobre el acullicado tradicional de la hoja.
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Aunque países tan distantes a su uso como Rusia o Suecia rechazan la propuesta, desde mañana la hoja de coca podría dejar de estar en la lista de drogas peligrosas de la ONU. El Gobierno de Bolivia confía en una respuesta favorable de las Naciones Unidas a su petición de reintegrarse a la Convención Única sobre Estupefacientes -que rige al consumo y comercio de vegetales y sustancias consideradas “peligrosas”-, con la condición de que el organismo internacional haga la salvedad sobre el acullicado tradicional de la hoja.
Hasta ayer fueron trece los países que objetaron la petición boliviana, aunque hace falta un tercio de los estados miembros -62 países- para bloquearla definitivamente. Bolivia anunció a mediados de 2011 su retirada la Convención de la ONU y la hizo efectiva en enero de 2012, aduciendo que en su artículo 49 el acuerdo rubricado en 1961 veta a la hoja andina porque contiene los alcaloides precursores de la cocaína.
Para que la reincorporación condicionada de Bolivia sea efectiva, deben estar de acuerdo los dos tercios de los países que integran la Convención. Pero el período para la presentación de las objeciones concluye esta medianoche y por esa razón el Gobierno boliviano asegura que su petición saldrá adelante. Los países que han presentado hasta ahora su objeción a la hoja de coca son Estados Unidos, Rusia, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Suecia, Finlandia, Portugal, Israel, Irlanda y Holanda, éste último país con leyes favorables al consumo de drogas, incluso de las consideradas “pesadas”.
Cambiaría su estatus en Salta
En Salta la Ley 23.737 sancionada y promulgada en septiembre de 1989, despenalizó el consumo de hojas de coca. Es el único caso en la historia de las drogas en que el uso consuetudinario revocó una prohibición internacional al respecto. Sin embargo, aunque se despenalizó el consumo, el comerció sigue aún hasta hoy prohibido, dejando un espacio gris donde crece lo ilegal.
Hasta que la Argentina se sumó a la Convención Única de Estupefacientes de la ONU de 1961, el ingreso de la hoja era legal. Como se puede ver en las momias del Llullaillaco y entre los enceres de las huestes de Güemes, el consumo de la hoja es tradicional en nuestra región. Aún así, el resto de la población de la Argentina desconoce su consumo tradicional en el NOA y por lo tanto sus representantes internacionales no prestaron un apoyo directo a la iniciativa de Bolivia, el segundo productor mundial de la hoja. Si la ONU acepta revocar su prohibición, el estatus y el comercio de la hoja, deberá reverse en Salta y en el resto de las provincias del NOA donde existe su consumo.