Más de 800 familias ocupan desde hace dos semanas tierras privadas en el oeste de la ciudad de Cafayate en demanda de terrenos para poder así construir una vivienda propia.
inicia sesión o regístrate.
Más de 800 familias ocupan desde hace dos semanas tierras privadas en el oeste de la ciudad de Cafayate en demanda de terrenos para poder así construir una vivienda propia.
En la mayoría de los casos, las familias están acampando junto a sus hijos, a la espera de una respuesta por parte de las autoridades provinciales y comunales.
Personal de Tierra y Hábitat de la Provincia se hizo presente en el lugar y recepcionó cerca de 700 expedientes la semana pasada. No obstante, con el paso de los días, aumentó la cantidad de familias que decidieron asentarse en el lugar.
“Lamentablemente, ésta es la única manera de que te escuchen. No hay planes de vivienda y los precios de los terrenos están por las nubes. Sufrimos el completo desinterés del Gobierno provincial y municipal”, señalaron Carlos y Gabriel Corregidor, voceros de las familias.
“En los últimos 40 años se construyeron en Cafayate sólo 800 casas. Hoy el pueblo cuenta con más de 15 mil habitantes”, destacaron.
Otro grupo de vecinos aseguró: “No queremos que nos regalen los terrenos, sino compralos para poder así tener algo propio. Acá es imposible acceder a un terreno incluso sin servicios y alejado del centro. Es demasiado caro”, afirmaron.
Respuesta oficial
El senador Miguel Nanni informó a El Tribuno que una comisión de la Secretaría de Tierra y Hábitat viajará el martes próximo para reunirse con los vecinos.
“Personal de Tierra y Hábitat recepcionó la documentación para poder evaluar la necesidad real de las familias cafayateñas”.
Por su parte, el jueves pasado la Legislatura Provincial aprobó un proyecto de declaración, impulsado por Nanni, en el que se le solicita al Gobernador que administre los recursos pertinentes para realizar la compra de terrenos en Cafayate para poder ser asignados a las familias que más lo necesitan.
Cabe señalar que el terreno ocupado pertenece a Félix Lávaque y, según señalaron los voceros de las familias, el propietario tendría la predisposición de vender las tierras.
“La gente quiere comprar, no que le regalen. Además, hay particulares que quieren vender la tierra a un precio más bajo que en el mercado. Hay que contener las necesidades de todos los sectores, tanto de las clases humildes como de la clase media”, señaló el legislador.
También destacó: “Cafayate no tiene un plan sostenido de viviendas que permita terminar con el déficit habitacional. Para 2014 el presupuesto tiene prevista la construcción de sólo 20 viviendas. Los módulos habitacionales entregados el año pasado fueron una solución transitoria, no de fondo”.
Okupas de clase media
Ser el principal atractivo turístico del Valle Calchaquí y con nombre propio en la agencias de turismo de todo el mundo no exime a sus vecinos de sufrir las consecuencias de la falta de una política de planificación urbana integral.
Ello queda evidente en el hecho de que ocuparon el terreno familias muy humildes y de escasos recursos, junto a personas con ingresos significativos, docentes y empleados administrativos, pero que se ven en la imposibilidad de poder comprar un inmueble.
Precios muy caros
Fuentes consultadas señalaron que los altos precios de los terrenos en Cafayate son producto de una burbuja inmobiliaria en la que muchos querían “pararse para todo el viaje” vendiéndole sus terrenos a algún extranjero, aprovechando el impacto del turismo en el valor de la tierra.
No obstante, hoy esa situación se está revirtiendo, debido en parte a la crisis económica internacional que provocó una caída en la venta de terrenos a personas de otros países.
Actualmente el metro cuadrado cuesta $130 aproximadamente en zonas periféricas.
No obstante, el encarecimiento de los terrenos es un fenómeno que se registra a nivel nacional y provincial.
“Ninguna persona de clase media puede comprar un terreno si no es con una ayuda o un crédito. Es casi imposible ahorrar $150 mil para alguien que gana $5 mil al mes. Es una realidad que se ve en todo el país. Hay un desfasaje entre los sueldos y el valor de la tierra”, aseguraron las fuentes consultadas.