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14 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Guía de variedades de vinos a la hora de elegir

Viernes, 03 de mayo de 2013 21:52

Cuando se trata de acompañar la cena con un buen vino, si uno no es conocedor profundo de la cosa -que no termina cuando se ha vaciado la copa- puede que se confunda con la explosión de nuevos tipos de vinos que se abarrotan en los menús. Varietales, trivarietales, de cortes, etc., pueden llegar a confundir al buen bebedor. Para sacarlos de ese brete, aquí les recomendamos un par de definiciones para que a la hora de elegir no seamos evidentes analfabetos del buen beber.

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Cuando se trata de acompañar la cena con un buen vino, si uno no es conocedor profundo de la cosa -que no termina cuando se ha vaciado la copa- puede que se confunda con la explosión de nuevos tipos de vinos que se abarrotan en los menús. Varietales, trivarietales, de cortes, etc., pueden llegar a confundir al buen bebedor. Para sacarlos de ese brete, aquí les recomendamos un par de definiciones para que a la hora de elegir no seamos evidentes analfabetos del buen beber.

No hay de qué asustarse: antes de 1960 no existían los “vinos varietales”. Por entonces solo había “vinos de corte”. Y se elaboraban y etiquetaban por sus zonas de procedencia. Por ejemplo, si la bodega era de Borgoña, en la etiqueta, además del nombre del vino y el año de cosecha, se nombraba el origen y eso bastaba. Hasta ahí, no se nombraban las variedades que componían al vino y se consideraba que los de Europa eran los mejores.

Los vinos que habían comenzado a producirse industrialmente en América no tenían cómo rivalizar con ellos, que marcaban una propia y muy edificada jerarquía a la hora servirse en las mesas del mundo. En Estados Unidos, California producía buenos vinos, pero necesitaban ingresar en el mercado por una puerta distinta a la que cerraban los nombres bien posicionados del Viejo Mundo. La solución no salió de los catadores ni de los grandes viñateros, sino de un periodista: Frank Schoonmaker. El escriba y buen bebedor propuso a los bodegueros copiar una idea nacida en Alemania: colocar en las etiquetas qué uvas los componían. También propuso hacer vinos de un solo tipo de uva: así nacía el varietal. Su idea era que de esta manera los consumidores dejaran de nombrar al Pomerol, o al Bordeaux cuando se hablase de vinos, sino del merlot, el malbec, etc. Fue así como se puso en marcha un gigantesco mecanismo de marketing para que acompañara a la industria y hoy tenemos vinos varietales por todo el mundo.

¿Cómo los diferenciamos?

Un vino varietal es aquel que está compuesto por una sola cepa de uva. Puede ser malbec, merlot, cabernet sauvignon, etc. En la legislación argentina basta con que el vino contenga un 85% de la cepa anunciada en la etiqueta para que sea considerado “varietal”. En cuanto a un vino de corte -o “genérico”, o “blend”, o “assamblage”, o “multivarietal”- es el que está conformado por dos o más tipos de cepas de uva. Su proporción en porcentajes es muy variada. Así llegamos en la actualidad a categorizar estos nuevos tipos de corte. Pero con todo este conocimiento, ¿cómo hacemos a la hora de elegir? Por empezar, en un vino varietal podemos encontrar los rasgos propios de la cepa que lo compone, como así también la influencia de los distintos suelos, microclimas y paso por barricas. Esto significa que en un malbec de Salta, nacido en altura, suelo y clima determinado, vamos a encontrar determinadas características diferentes a las de un malbec de Mendoza.

Los recomendados

Y como hablamos de buenos vinos, también les recomendamos un par de buenas actividades para antes o después o durante.

En nuestra ciudad hay una muy buena cantidad de ofertas nocturnas para pasarla bien. Esta noche a las 22, por ejemplo, en el Teatro del Huerto, Pueyrredón y Belgrano, se presentará la obra “Humores que matan”. Una adaptación de la pieza homónima del genio neoyorquino de Woody Allen. A esta elegante comedia la protagonizan nada más y nada menos que Soledad Silveyra, María Valenzuela, Alejandro Parker y Edgardo Moreira.

De allí podemos rumbear a tomar unos tragos, un buen plato, o disfrutar de la presentación de una banda. Nuestra primera recomendación es el Café del Tiempo, en Necochea y Balcarce, donde se pueden hacer las tres cosas.

Esta noche, por ejemplo, se presenta “Doble Vida”, la banda del excelente cantante Adrián Vitry. Con una voz que se adapta a todos los estilos, Vitry nos pasea por una selección de los clásicos del rock y el pop internacional. Aparte de los platos exclusivos, la barra está conducida por Fernando “Mecha” Menéndez, a quien se le puede pedir la historia de los alcoholes que sirve, que con buen gusto desplegará su interesante conocimiento.

Pero, si la cosa viene más “canyengue”, es mejor dirigirse al Paseo de los Poetas. Allí estará el amigo León Sartorelli, conduciendo el bar “La Musa”, Esteco 117. Esta noche se presentará “La Discepolín”, una orquesta de cuerdas que arremete con los clásicos del tango. Está formada por Flavio Mastronardi y Juan Saénz en violín y guitarra,

Angel Lapadula en contrabajo y Fernando Calleja en piano. Imperdibles.

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