¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

14 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Cómo no recuperar el peso perdido tras hacer una dieta

Sabado, 01 de junio de 2013 01:17

Lo más duro no es la caída sino el aterrizaje. Con las dietas ocurre exactamente lo mismo: lo más difícil no es perder kilos sino no recuperarlos. Ahí reside la importancia del proyecto DiOGenes, una dieta rica en proteínas y alimentos con bajo índice glucémico para perder peso y evitar el temido efecto yo-yó.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Lo más duro no es la caída sino el aterrizaje. Con las dietas ocurre exactamente lo mismo: lo más difícil no es perder kilos sino no recuperarlos. Ahí reside la importancia del proyecto DiOGenes, una dieta rica en proteínas y alimentos con bajo índice glucémico para perder peso y evitar el temido efecto yo-yó.

A medida que se acerca el verano, las revistas empiezan a bombardear a sus lectores con infalibles dietas de moda. Prevención de riesgos derivados del sobrepeso y de la obesidad, obsesión por un cuerpo delgado, las razones para ponerse a ello son múltiples y variadas. Pero, ­cuidado!, primero hay que valorar los riesgos: la agencia francesa de seguridad alimentaria, medio ambiente y trabajo (Anses) denunció recientemente las graves carencias para el organismo que suponen las dietas “milagro”. Un estudio norteamericano reciente va todavía más lejos y asegura que las dietas hiperproteicas a base de proteínas animales aumentan los riesgos de mortalidad. Lo peor es que, según ese mismo informe de la Anses, 8 de cada 10 personas que siguieron una dieta ganaron de nuevo su peso de partida en sólo un año.

En fin, es difícil decidirse por un método u otro. Sin embargo, según un estudio publicado por el New England Journal of Medicine, es posible perder peso y no recuperarlo después. La única condición: seguir la dieta adecuada.

Una dieta hipocalórica

El estudio en cuestión se bautizó con el nombre de DiOGenes: “Dieta, Obesidad y Genes”. En el ámbito de un amplio proyecto europeo (financiado con fondos públicos), este estudio realizado durante 6 meses tenía como objetivo encontrar un régimen que ayude a prevenir la obesidad.

El método utilizado es sencillo: las personas con sobrepeso deben seguir al principio una dieta pobre en calorías. Tras esta primera etapa, los participantes prueban diferentes tipos de dietas para estudiar así la incidencia de cada una de ellas en el mantenimiento del peso obtenido.

Se consiguió reunir a 938 personas que siguieron durante 8 semanas un régimen cuyos aportes calóricos diarios rondaban las 800 kcal (máximo 1.000 kcal). Por norma general, se recomiendan 2.000 kcal que puede variar en función del sexo, edad, peso y actividad física. Concretamente, este régimen hipocalórico estaba constituido entre otras cosas por sustitutos de comidas y una porción diaria de 400 gramos de frutas y verduras.

Para el Dr. Jean-Michel Lecerf, jefe de nutrición del Instituto Pasteur de Lille, “estos sustitutos pueden proporcionar una ayuda puntual para perder peso. Sin embargo, pueden resultar pesados y aburridos a largo plazo, tanto socialmente como desde un punto de vista gustativo”.

De los 938 participantes totales, 773 alcanzaron, al cabo de las 8 semanas de régimen, una pérdida de peso media de 11 kg, o lo que es lo mismo, una media de un 8% de su peso de partida.

Una vez lograda la pérdida de peso, los participantes se dividieron en 5 grupos: un grupo control y otros grupos a los que se les varió el índice glucémico, el aporte de glúcidos y el aporte proteico. Estos regímenes debían seguirse durante 6 meses.

 

La participación de la familia

Evidentemente, los participantes recibían acompañamiento y el apoyo de un nutricionista. Una de las singularidades de este estudio era la participación de las familias. Si la familia compartía un mismo régimen alimentario, la observación de los participantes sería mejor. Por ello, a las familias participantes se les facilitaban recetas y consejos prácticos de cocina. “La cuestión de adherencia a la dieta es esencial para evitar recuperar el peso perdido”, confirma Lecerf, ya que, “a menudo, la dificultad no está en perder peso sino en mantenerse después”.

De esos 773 participantes, sólo 548 fueron constantes en el seguimiento de la dieta que se les asignó. Tras analizar los datos obtenidos, resultó que las dietas de bajo índice glucémico y/o con un fuerte aporte proteico evitan la recuperación de peso (una media de poco menos de 1 kg en 6 meses). Para el profesor Arne Astrup, coordinador del estudio DiOGenes, “este hecho confirma que un aporte en proteínas importante durante y después de un régimen permite evitar la pérdida muscular y de favorecer la sensación de saciedad”.
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD