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19 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Nada claro, a días del cierre de presentación de alianzas

Domingo, 02 de junio de 2013 23:04
 

El 12 de junio es el límite, cuando venza el plazo para la presentación de alianzas. Y la tan mentada “unidad de la oposición”, al parecer la única salida para “frenar el avance del kirchnerismo”, parece cada día más lejos. Incluso la mayoría de las fuerzas tiene fuertes discusiones internas que amenazan con una fragmentación aún mayor.

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El 12 de junio es el límite, cuando venza el plazo para la presentación de alianzas. Y la tan mentada “unidad de la oposición”, al parecer la única salida para “frenar el avance del kirchnerismo”, parece cada día más lejos. Incluso la mayoría de las fuerzas tiene fuertes discusiones internas que amenazan con una fragmentación aún mayor.

En ese escenario, hay un par de “figuritas difíciles” que por peso propio pueden cambiar el panorama, tanto para un lado como para el otro. Una de esas es Roberto Lavagna.

Pese a que en los últimos días intentó “jugar al misterio”, es un candidato fijo para la Capital Federal. Y es el nombre en el que el peronismo disidente tiene puestas todas sus fichas. Las últimas fotos con Hugo Moyano y José Manuel de la Sota reflejan la decisión de ese sector de jugar fuerte en octubre. El exministro de Economía tiene una buena aceptación en el electorado porteño, y su presencia ilusiona al peronismo no kirchnerista de conseguir al menos una de las bancas para el Senado que le corresponde este año a la Capital.

La casi candidatura de Lavagna dentro del peronismo no kirchnerista pone en crisis el plan de Macri, que daba por descartado a principio de año un acuerdo con el exministro de Economía.

Lo que era un triunfo asegurado, y la obtención de las dos primeras bancas en el Senado en la historia del PRO hoy es un gran signo de interrogación, ante la falta de figuras fuertes. Gabriela Michetti encabezando la lista mide bastante menos que Lavagna, en un escenario porteño que también se vio alterado por el inesperado acuerdo Carrió-Solanas.

Mientras tanto, en la provincia de Buenos Aires, Francisco de Narváez buscará renovar una vez más su lugar en la Cámara Baja, aunque su suerte dependerá mucho de lo que haga otra de las figuritas difíciles: Sergio Massa.

El intendente de Tigre es el dirigente que mejor mide en terreno bonaerense, y su decisión de competir o no, y de hacerlo dentro o fuera del kirchnerismo, cambia sustancialmente el panorama electoral.

Pese a su presunta indecisión, las últimas muestras han sido de acercamiento al Gobierno nacional: compartió dos teleconferencias consecutivas con la presidente Cristina Kirchner, y hasta recibió algún apoyo tibio del kirchnerismo más duro.

De todas formas, lo más probable a esta altura es que Massa decida no ser candidato este año, para seguir reforzando su imagen a través de la gestión en su terruño. El 2015 parece ser el principal objetivo del alcalde.

De ser así, esa ausencia favorecerá al oficialismo, y complicará un poco más las aspiraciones del PJ disidente y del macrismo, que no tiene una figura fuerte.

Al borde del colapso

Tanto o más complicado es el panorama que viven la Unión Cívica Radical y el Frente Amplio Progresista. Con algunas candidaturas ya lanzadas, como la Hermes Binner en Santa Fe, la de Julio Cobos en Mendoza, y la de Ricardo Alfonsín en la provincia de Buenos Aires, en la mayoría de los distritos se complica un acuerdo que potencie las aspiraciones electorales de ambas fuerzas.

El caso paradigmático es la provincia. Todo parece indicar que ambas fuerzas irán separadas a los comicios de octubre.

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