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18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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La tragedia de Ezequiel causa temor por el estado de las escuelas en Salta

Viernes, 21 de junio de 2013 00:50

La tristeza infinita por la temprana muerte de Ezequiel, el niño que se encontró con la fatalidad el lunes 10 de junio, cuando una vieja pared del Hogar Escuela cayó sobre él, vuelve a la memoria una y otra vez cuando uno ve el estado de los edificios de muchas escuelas de la capital salteña. Ezequiel era pobre y, sin embargo, esa no fue la injusticia más grande que le tocó. Su segunda casa (en sentido literal, porque el vivía en el Hogar Escuela de lunes a viernes) no era el mejor sitio en el que podía estar. Este terrible episodio obliga un análisis urgente. Un análisis que se vuelva obra. Una obra que se vuelva un halo de tranquilidad.

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La tristeza infinita por la temprana muerte de Ezequiel, el niño que se encontró con la fatalidad el lunes 10 de junio, cuando una vieja pared del Hogar Escuela cayó sobre él, vuelve a la memoria una y otra vez cuando uno ve el estado de los edificios de muchas escuelas de la capital salteña. Ezequiel era pobre y, sin embargo, esa no fue la injusticia más grande que le tocó. Su segunda casa (en sentido literal, porque el vivía en el Hogar Escuela de lunes a viernes) no era el mejor sitio en el que podía estar. Este terrible episodio obliga un análisis urgente. Un análisis que se vuelva obra. Una obra que se vuelva un halo de tranquilidad.

Basta un breve recorrido. Hace no más de dos semanas la técnica Martina Silva de Gurruchaga estaba inundada. Antes habían protestado, con cortando la calle en plena avenida Entre Ríos, pidiendo mejoras edilicias. “Ya está todo solucionado. Se hizo un sistema de canalización y ya no se acumula el agua en ese sector de la institución”, dijo José Argañaraz, director de la escuela. Alvaro, uno de los alumnos del nivel secundario, dijo por su parte que los baños están en muy malas condiciones, que a muchas de las aulas les faltan los vidrios.

En la escuela Delfín Leguizamón, de Santa Cecilia, el panorama es más complicado. A los vidrios rotos, la precariedad de los artefactos del baño, la pintura que deja ver el paso del tiempo, se suman conexiones eléctricas muy inseguras. Cables pelados colgando sobre una de las paredes de la institución, llaves de luz rotas al alcance de todos, techos de madera húmedos de los que se van desprendiendo algunos trozos, paredes rajadas desde el último sismo fuerte que se registró en febrero del 2010. Y otra vez las paredes. Paredes que se rajan y que todos tienen la sensación de que pueden caerse.

Hace unos días El Tribuno publicó una encuesta en su sitio web. La gente opinó sobre este tema. La mayoría coincide en la falta de inversión y el mal estado de muchas instituciones educativas.

Uno de los más intensos reclamos se dio hace un par de años en las manifestaciones de estudiantes adolescentes del Bachillerato de Bellas Artes “Tomás Cabrera” que exigían que el edificio de la escuela fuera puesto en buenas condiciones. Se hablaba de traslado a un edificio mejor, en la zona del Huayco. Jamás hubo tal traslado.

En muchos establecimientos educativos sí se hicieron algunas obras. Algunas, sólo parecen haber maquillado la fachada de estas instituciones.

Informe sobre refacciones

La concejal Socorro Villamayor (Bloque Fe Peronista) presentó un pedido de informes a los efectos de establecer los alcances de las responsabilidades que tiene la Municipalidad de Salta en relación a las obras ejecutadas en las escuelas de la ciudad. La problemática se detonó luego del accidente que acarreara la muerte de un alumno en el Hogar Escuela la semana pasada y puso en evidencia negligencias en la ejecución de obras en los establecimientos educativos.

“Es necesario que el intendente informe sobre el convenio que vincula a la municipalidad con la provincia, si este acuerdo tiene las aprobaciones legales y prevé la contratación de seguros de responsabilidad civil. El accidente en el Hogar Escuela es producto de negligencia y en los últimos días hay muchos docentes que han alertado sobre obras inconclusas, aulas cerradas por mal estado y eventuales situaciones de peligro. Esto podría acarrear juicios costosos en contra de la Ciudad en caso de nuevos accidentes”, informó la edil.

“A principios de año los gremios docentes denunciaron que los fondos para las refacciones se transferían a los intendentes y no llegaban a las escuelas. También hubieron quejas sobre la escasez de los recursos destinados por la provincia. Lo cierto es que este sistema ha fracasado en la provincia y también en la Ciudad de Salta. No comparto que tengamos que hacer las obras que les correspondan a la Provincia en las escuelas si no se establecen pautas claras ni existe previsibilidad de los fondos. Mucho menos cuando estas situaciones exponen el patrimonio de la Municipalidad ante eventuales demandas judiciales”, finalizó Villamayor.

 Lo que dice Educación

La secretaria de Gestión Educativa, Analía Berruezo, en un breve diálogo con El Tribuno aseguró que “existe un plan de obras en el cual venimos trabajando en las escuelas de capital y el interior desde antes de la tragedia de Ezequiel Cardozo”.
La funcionaria provincial que respondió con evasivas admitió la burocracia administrativa que viven los directivos a la hora de solicitar refacciones para sus escuelas, pero anticipó que habrá una reorganización en dicho circuito. “Se analiza un cambio del sistema administrativo para pequeñas obras de refacción y acondicionamientos de acuerdo a la categoría. La idea es agilizar el trámite en las distintas etapas que deben atravesar las solicitudes de los directores de establecimientos educativos”, señaló Berruezo.
Agregó que aparte de las refacciones de comienzo de año en Salta se trabajó con 20 escuelas en acondicionamientos de techos y otras obras profundas como por ejemplo en la ex-Normal y la ex-Nacional.
Los reclamos comunes y constantes en las instituciones son: techos húmedos y a punto de desplomarse, baja presión de agua, sanitarios rotos y mobiliarios deteriorados. Sobre esta consulta, Berruezo prefirió no agregar más.
Por otra parte, el tendedero sobre el pésimo estado de las escuelas salteñas previsto para ayer por la tarde se postergó por mal tiempo. La actividad se llevará a cabo la próxima semana. Los docentes del interior pueden sumarse al tendedero enviando sus fotos vía correo electrónico a ([email protected]).

Historia de trabajo y sacrificio de una humilde escuela 

Hace 25 años, un grupo de docentes y preceptores de la escuela Juana Azurduy de Padilla de Villa Soledad se arremangaron la camisa y se pusieron manos a la obra para construir un nuevo edificio al que pudieran asistir los chicos que hasta ese momento estudiaban en el turno vespertino. Creían que era conveniente que los chicos asistan de día, por los peligros de la noche, los vicios y los problemas de inseguridad. Al frente de la escuela había un baldío. Hicieron las averiguaciones correspondientes y se dieron con que no pertenecía a nadie. La única dueña había muerto y no tenía herederos. Iniciaron acciones legales para poder obtener los papeles del terreno. Mientras esperaban a que el proceso judicial culmine, levantaron paredes y erigieron el establecimiento en el que hoy estudian alrededor de 400 alumnos. Así se hizo esta escuela, a pulmón. María Silvina Pérez recibió a El Tribuno en el establecimiento. En septiembre recibieron la grata noticia de que el Ministerio de Educación de la Nación había aprobado un proyecto para refaccionar la escuela. Los cambios serán radicales. “Siempre fue una escuela muy pobre y precaria”, dice la directora. Esperan que las obras culminen en dos o tres meses.
Esta también es una historia de perseverancia tras muchos no y muchos silencios ante el pedido al gobierno provincial de que se realicen obras para mejorar las condiciones edilicias de la institución. “Presentamos proyectos en todos lados. Siempre buscamos ayuda y nunca conseguimos nada hasta el año pasado, cuando nos enteramos de que Nación había destinado un presupuesto para nosotros”, contó Pérez.
 

La directora dice que esta historia, que involucra a toda la comunidad educativa, es además una historia de amor de estudiantes que, al tener conocimiento sobre instalaciones eléctricas y de carpintería, entre otros, aunaron sus esfuerzos para poder ayudar. Hoy, muchos de los alumnos que estudian en la institución, son hijos de esos primeros estudiantes que hoy vuelven, cada tanto, a ver cómo andan todos por allí, su segunda casa.
El año pasado un grupo de alumnos de la Técnica Juana Azurduy de Padilla participó de un concurso nacional de diseño de viviendas. Ganaron y representaron así al noroeste argentino. Viajaron para recibir su galardón, en Tecnópolis. Es que ellos saben mucho sobre el tema. “No se supo mucho de este premio que ganamos porque somos una escuela que da vergüenza”, reflexiona la directora. Vergüenza les da a quienes debieran haber apoyado la educación y no lo hicieron. Alumnos y docentes están orgullosos. 

 “Que el Gobierno invierta lo que corresponde”

“Se debe invertir lo que corresponde en educación y no en museos faraónicos y festivales millonarios”.

“Queremos que el Gobierno invierta lo que corresponde en educación y no que siga haciendo museos faraónicos y festivales millonarios de esos que tanto le gustan a Urtubey”, dijo Blanca Lescano, titular de la Red de Derechos Humanos en relación a la muerte de un niño en el Hogar Escuela por el derrumbe de una pared. La docente Elena Rivero advirtió afirmar que “no vamos a aceptar que sean los docentes o los directivos los que "paguen el pato' por esta muerte”.

“Esta es una muerte más que podría haber sido evitada”, dijo Blanca Lescano, titular de la Red de Derechos Humanos y Familiares de Detenidos y Desaparecidos de Salta, durante la marcha autoconvocada por vecinos, organizaciones y docentes para pedir justicia por la muerte del niño Ezequiel Cardozo, de 9 años, alumno del Hogar Escuela “Carmen Puch de Gemes”.

La dirigente reclamó que el Gobierno se haga cargo de la responsabilidad que le corresponde por la muerte del niño, ocurrida al derrumbarse sobre él la pared de una casilla que se encontraba en demolición en ese establecimiento, escenario de la tragedia.

Lescano expresó que “queremos que el Gobierno invierta lo que corresponde en educación y no que siga haciendo museos faraónicos y festivales millonarios de esos que tanto le gustan a (Juan Manuel) Urtubey”.

Por su parte, la docente y luchadora por los derechos humanos, Elena Rivero afirmó que “la responsabilidad por la muerte de este niño, le corresponde al Ministerio de Educación de la Provincia y al gobernador”.

Posteriormente, fue contundente al afirmar que “no vamos a aceptar que sean los docentes o los directivos los que "paguen el pato' por esto que sucedió en el Hogar Escuela”.

Rivero explicó que “los docentes no están denunciando lo que pasa en las escuelas porque son sancionados y porque tienen miedo. Esa es la razón para que no se sepa la cantidad de escuelas en esta ciudad de Salta que están en iguales condiciones de ésta que ha causado la muerte del niño Ezequiel”.

Horas antes, la Policía confirmó que la pared que cayó sobre el niño en el Hogar Escuela pertenecía a una casilla precaria en demolición, lindante a la huerta de la institución y que era el único lateral que faltaba demoler. Se ratificó que esa pared estaba prácticamente suelta y lista para caer ante el primer impacto.

Esta tragedia es el resultado de una incomprensible política que el gobierno de Juan Manuel Urtubey se empeña en llevar adelante, negando los múltiples problemas existentes en el área educativa y que tienen relación directa con la precaria infraestructura de muchos edificios escolares en toda la provincia. En la actualidad, los arreglos que se hicieron en muchas instituciones sirvieron apenas como “maquillaje” estético, sin que se hayan concretado las refacciones estructurales necesarias.

La tragedia del Hogar Escuela es, apenas, la última muestra de la desidia de un Gobierno que siempre ha tenido actitudes de menosprecio hacia la calidad educativa provincial.
 

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