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Nadie duerme en El Cairo

Sabado, 13 de julio de 2013 15:30

Egipto, el país más poblado del mundo árabe vive momentos de profunda tensión, tras el golpe de Estado que derrocó al gobierno del presidente Mohammed Morsi y la posterior asunción en el cargo del juez Adly Mansour.
Hay manifestaciones a favor y en contra del mandatario depuesto y los muertos se cuentan por decenas, a causa de los enfrentamientos y de la represión en las calles.
La situación política es extremadamente compleja. Recordemos que tras la revolución de 2011 se formó una gran cantidad de pequeños partidos políticos. Hace poco más de un año los Hermanos Musulmanes llegaron al poder tras las primeras elecciones democráticas de la historia de Egipto. Pero, según afirma la oposición, las promesas de campaña no se cumplieron y la agenda de gobierno, cargada de una fuerte impronta islámica, generó el rechazo de gran parte de la población.
La incertidumbre es el sentimiento que prima en la sociedad egipcia. Hay que tener en cuenta que fueron tres las presidencias que se sucedieron en tan solo dos años: la de Hosni Mubarak, que acabó con la revuelta de 2011, luego de 30 años en el poder; la de Mohammed Morsi, quien fue destituido hace diez días y permanece detenido. Por último, el interinato ejercido por Adly Mansour.
Muchos en el Gobierno hablan de una transición, pero se duda hacia donde se encaminaría en caso de llevarse a cabo. También se especula sobre lo difícil que resultará la redacción de una nueva constitución antes de fin de año, teniendo en cuenta el nivel de conflictividad que atraviesa hoy el país.

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Egipto, el país más poblado del mundo árabe vive momentos de profunda tensión, tras el golpe de Estado que derrocó al gobierno del presidente Mohammed Morsi y la posterior asunción en el cargo del juez Adly Mansour.
Hay manifestaciones a favor y en contra del mandatario depuesto y los muertos se cuentan por decenas, a causa de los enfrentamientos y de la represión en las calles.
La situación política es extremadamente compleja. Recordemos que tras la revolución de 2011 se formó una gran cantidad de pequeños partidos políticos. Hace poco más de un año los Hermanos Musulmanes llegaron al poder tras las primeras elecciones democráticas de la historia de Egipto. Pero, según afirma la oposición, las promesas de campaña no se cumplieron y la agenda de gobierno, cargada de una fuerte impronta islámica, generó el rechazo de gran parte de la población.
La incertidumbre es el sentimiento que prima en la sociedad egipcia. Hay que tener en cuenta que fueron tres las presidencias que se sucedieron en tan solo dos años: la de Hosni Mubarak, que acabó con la revuelta de 2011, luego de 30 años en el poder; la de Mohammed Morsi, quien fue destituido hace diez días y permanece detenido. Por último, el interinato ejercido por Adly Mansour.
Muchos en el Gobierno hablan de una transición, pero se duda hacia donde se encaminaría en caso de llevarse a cabo. También se especula sobre lo difícil que resultará la redacción de una nueva constitución antes de fin de año, teniendo en cuenta el nivel de conflictividad que atraviesa hoy el país.


 

La oposición

El bloque opositor está integrado en primer lugar por los jóvenes que impulsaron la revolución en febrero de 2011. Este grupo propone un cambio radical con el pasado y aseguran que con los Hermanos Musulmanes en el poder, esto no sería posible. Llama la atención que el rechazo al gobierno de Morsi los haya unido a funcionarios del régimen encabezado por Mubarak, a los que antes combatían. A ellos se suman también las Fuerzas Armadas, que tienen un vínculo muy estrecho con Estados Unidos, de quien dependen económicamente.
En este sentido, la Casa Blanca no ha decidido hasta el momento si considera que el derrocamiento de Morsi fue un golpe de Estado, una determinación que la obligaría por ley a suspender la ayuda a Egipto, que asciende a 1.500 millones de dólares anuales.


Las claves

  • La primera disposición de Adly Mansour  fue la de cerrar la Cámara de Diputados. Fue subjefe de la Corte Suprema y en 2012 colaboró en la elaboración de ley de supervisión de las elecciones, en la que ganó Mohammed Morsi
  • Mohamed ElBaradei, extitular de la Comisión de Energía Atómica de la ONU y premio Nobel de la Paz en 2005 se manifestó a favor del golpe de Estado que derrocó al gobierno de Morsi.
  • Además del presidente Mohammed Morsi, las Fuerzas Armadas detuvieron a líderes y miembros importantes del partido de los Hermanos Musulmanes, lo que generó una ola de manifestaciones.
  • Los simpatizantes de los Hermanos Musulmanes se manifestaron a favor de la democracia y destacaron que Morsi fue electo en las primeras elecciones libres de la historia de Egipto.
  • A partir de 1952, tras el golpe militar que derrocó a la monarquía en Egipto los presidentes fueron los altos mandos de las Fuerzas Armadas. Solo asumía uno nuevo, cuando fallecía el anterior. El último en hacerse cargo de la presidencia fue Hosni Mubarak, quien estuvo en el poder desde 1973 hasta junio de 2012.
     
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