El tandilense Juan Martín Del Potro perdió finalmente por 7-5, 4-6, 7-6 (7/2), 6-7 (6/8) y 6-3 ante el serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, en una de las semifinales de Wimbledon, el tercer Grand Slam de la temporada que se desarrolla en el All England Club, en Londres.
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El tandilense Juan Martín Del Potro perdió finalmente por 7-5, 4-6, 7-6 (7/2), 6-7 (6/8) y 6-3 ante el serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, en una de las semifinales de Wimbledon, el tercer Grand Slam de la temporada que se desarrolla en el All England Club, en Londres.
Se acabó el sueño de Delpo, que igual entrará en los registros históricos por ser una de las tres raquetas argentinas de todos los tiempos en alcanzar ducho privilegio en una semifinal en el Grand Slam del césped, una superficie esquiva para los argentinos. Llegó hasta donde pudo y puso en aprietos al genial serbio en más de una ocasión hasta casi dejarlo de rodillas. Ambas "bestias" protagonizaron la semifinal más larga de la historia de Wimbledon, con vibrantes 5 horas de juego.
Del Potro hizo todo lo que pudo y mostró su máximo nivel en la cancha. Trató de mil formas pero no pudo vencer a Novak Djokovic en lo que fue la semifinal más larga de la historia de Wimbledon. Luego de cuatro horas y cuarenta y tres minutos de juego, la excelencia del serbio lo colocó en la final del Grand Slam.
Un partido de alto nivel fue el que se vio en Londres en una jornada donde el tandilense jugó un encuentro excelente, con golpes certeros y dañinos, que dañaron el ánimo de su rival pero que no pudieron derrotarlo completamente. Fue 5-7,6-4 ,6-7 7-6 y 3-6 el final de la historia.
La cara de Juan Martín Del Potro describió a la perfección las sensaciones de un jugador que se quedó sin el triunfo. Bronca, dolor, amargura y desconsuelo. Eso y mucho más. Porque el partido podría haber sido para cualquiera de los dos pero la resistencia y el temple del serbio hicieron que la final ya tenga un nombre y sea el de Novak Djokovic.
"Ha sido uno de los mejores partidos que he jugado. El nivel del tenis fue muy alto", declaró el número uno del mundo, exhausto, minutos después de haber obtenido el triunfo. Para logarlo tuvo que resistir el ataque constante, la derecha poderosa, las jugadas interminables y el temple adecuado de Del Potro. Resistió y ganó.
El partido fue un duelo de ánimos. Djokovic empezó a molestarse cuando las cosas no le salían y promediaba un tercer set que terminaría ganando en el tie break. El fastidio se notaba en sus expresiones y en el desconsuelo ante los puntos que lograba convertir Del Potro buscando en su 1,98 metros, un arma para llegar a pelotas imposibles y poner la bocha en juego una vez más. Y el tandilense volvía a empezar cada vez que la derrota le hablaba al oído.
"Del Potro demostró por qué es un campeón de Grand Slam", sentenció el serbio, valorando la tarea del argentino que no pudo llegar a su primera final en Wimbledon. A Del Potro se le escapó de las manos un triunfo que tendría el mote de épico pero no pudo ser y la historia le pegó una nueva cachetada dolorosa.
Djokovic enfrentará en la final al vencedor de la segunda semifinal, que animarán más tarde el escocés Andy Murray y el polaco Jerzy Janowicz, la revelación del torneo.