Soledad Villamil: ?Las canciones son como guiones de tres minutos?

Pensar en Soledad Villamil es pensar en el premio Oscar, en Ricardo Darín, en Juan José Campanella. Es volver al "Secreto de sus ojos", ese orgullo nacional que fue capaz de traer para el país tan celebrada estatuilla porque en Hollywood la consideraron la mejor película extranjera en 2010. Claro que la distinción llegó luego de un largo camino por el celuloide, que inició en 1991 con "Vivir mata".

Pensar en Soledad Villamil es pensar en el premio Oscar, en Ricardo Darín, en Juan José Campanella. Es volver al "Secreto de sus ojos", ese orgullo nacional que fue capaz de traer para el país tan celebrada estatuilla porque en Hollywood la consideraron la mejor película extranjera en 2010. Claro que la distinción llegó luego de un largo camino por el celuloide, que inició en 1991 con "Vivir mata".

Platense de nacimiento, tiene 44 años y dos hijas, y también brilla cuando en los escenarios presenta su concierto de tangos. Quizás una faceta menos conocida -por lo menos en el interior- pero de tanta calidad como sus actuaciones. Así lo demostró anoche en el Teatro Provincial con "Tango de mi país" con el que transportó a la noche porteña. Antes del show, y vía telefónica, habló con El Tribuno de su presente, de la música y de su vida familiar.

Si tuvieras que optar entre un show musical y una actuación, ¿qué elegirías?

Yo no tengo preferencia por una u otra, las dos son formas de expresión, como si un artista plástico le preguntaras si prefiere óleo o acrílico... quizás en un tiempo eligió un material y en otro tiempo otro, o por ahí esculpe madera que no deja de ser arte, plástica que le sirve para representar. En mi caso, cuando elijo una canción la tengo que interpretar también actoralmente, en el contenido de la letra, en lo que está contando la canción, con lo cual para mí son cosas que van bastante de la mano y a las dos las necesito como el aire.

¿Qué tiene que tener un tema musical para que lo elijas?

Siempre, lo que está contando una canción es importante para mí, pero luego son muchos los motivos y te diría que en el último tiempo se amplían más, porque cada vez elijo canciones más diversas, que provienen de repertorios distintos y la verdad es que las canciones son como guiones de tres minutos que permiten contar una historia o mostrar un personaje, muy brevemente, pero con mucha intensidad.

¿Cuándo y cómo el tango se mete en tu vida?

Yo hice un espectáculo de teatro musical en el que interpretaba a una cancionista de los años "30 con repertorio de esa época; había tangos, pero también milongas, foxtrot. Para ese espectáculo investigué bastante, busqué, y ahí empecé a interiorizarme de lo que significa. Tampoco me considero una cantante de tango ni una referente del género, es un género más que interpreto y que a veces hasta humor tiene, como por ejemplo cantando una milonga.

¿Qué referentes tenés en el tango?

Me gusta mucho el repertorio de aquella época. Gardel es uno de mis preferidos, Gardel me mata. También escuché mucho a Libertad Lamarque, Ada Falcón, Rosita Quiroga...

¿Y frente a las críticas sobre los contenidos machistas de los tangos que decís?

Es verdad. Es verdad que un gran porcentaje de tangos los tienen, pero también es verdad que esas letras representan un pensamiento que en esas épocas era muy firme. Por suerte son cosas que fueron quedando atrás, y hay veces que hoy resulta interesante tomarlas con humor, porque si no serían un sapo difícil de tragar.

¿Qué conocés y qué opinión tenés de la riqueza folclórica de Salta?

Extraordinaria. El Cuchi Leguizamón es de esas fuentes de la que una podría beber toda la vida sin hartarse y seguir aprendiendo. La verdad es que el folclore salteño es inconmensurable, de una riqueza tremenda. Y agradezco haber nacido en este país para poder disfrutarlo.

¿Te resulta complicado compatibilizar las giras con tu vida familiar, el cuidado e tus dos hijas?

Mirá, no tengo ni más problemas ni mejores soluciones que las de cualquier mamá que trabaja y debe articular las dos cosas. Es cuestión de encontrarle la vuelta, a veces las chicas me acompañan en los viajes, y por suerte mi marido es un papá muy presente con el que compartimos mucho la crianza. Es un desafío cotidiano.

¿Te gusta hablar de política en público?

La verdad, no. Y menos en estas épocas. Yo tengo un pensamiento que tiene que ver con la izquierda, con el progresismo, con el anhelo de poder vivir alguna vez en una sociedad y en un sistema económico más justo. Con esto creo que digo bastante.

A la gira ?Tango de mi país? con la que viniste a Salta la impulsa un organismo del Gobierno Nacional ¿se podría pensar por ello en una adhesión tuya al Gobierno, o es casual?

Ni adhesión ni deja de ser una adhesión. Yo hago música, estoy cantando y me invitan a participar de un ciclo, me parece interesante y aquí estoy. Nunca significó ni más ni menos que eso. La verdad es que el tratamiento de este tema se puso bastante violento porque importa menos qué se hace y la calidad de lo que se hace por sobre si adherís o no adherís. Pero de los dos lados, porque las últimas denuncias sobre si los artistas cobraban o no y cuánta plata ponía el Estado ha tenido un tratamiento más de circo que de profundidad real en un ambiente tan importante como es el de la cultura.