Contundente y sin medias tintas. Es uno de los abogados más mediáticos y prestigiosos del país y un gran defensor de las víctimas de violencia de género. Por su estudio jurídico pasaron casos de enorme resonancia como el crimen de Candela, Los Horneros (asesinos del fotógrafo José Luis Cabezas), la falsa médica Giselle Rímolo, exesposa de Silvio Soldán y Carolina Píparo, entre otros). En una entrevista con El Tribuno, Fernando Burlando no se guardó nada: se explayó sobre el crimen de Angeles Rawson, sobre el crecimiento de los abusos sexuales, sobre la inseguridad, sobre la baja de la edad de imputabilidad y, además, sobre lo que provocaría deshabitar de gendarmes a las fronteras del norte.
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Contundente y sin medias tintas. Es uno de los abogados más mediáticos y prestigiosos del país y un gran defensor de las víctimas de violencia de género. Por su estudio jurídico pasaron casos de enorme resonancia como el crimen de Candela, Los Horneros (asesinos del fotógrafo José Luis Cabezas), la falsa médica Giselle Rímolo, exesposa de Silvio Soldán y Carolina Píparo, entre otros). En una entrevista con El Tribuno, Fernando Burlando no se guardó nada: se explayó sobre el crimen de Angeles Rawson, sobre el crecimiento de los abusos sexuales, sobre la inseguridad, sobre la baja de la edad de imputabilidad y, además, sobre lo que provocaría deshabitar de gendarmes a las fronteras del norte.
¿Cree que el portero Jorge Mangeri es el verdadero asesino de Angeles Rawson?
Yo entiendo que las pruebas que hasta el día de la fecha se han recolectado lo comprometen en forma muy directa, casi insorteable, y a la luz aparece Jorge Mangeri como único y principal autor del crimen, sin duda.
¿No estará encubriendo a alguien, quizás del entorno de la víctima?
No. Acá hay un tema que tiene que ver con las pericias que se han practicado y con el ADN. La presencia de ADN en las uñas de Angeles llevan a dos cosas fundamentales. Una es el lugar del hecho y segundo que tuvo contacto físico con la criatura. Son temas que no va a poder sortear jamás. Es una cuestión de indicios de oportunidad que quitan cualquier tipo de dudas.
Pero, ¿habría un tercero?
No, de ninguna manera. Este es un hecho que lo habría cometido solo. Es un especialista en “limpieza”, por llamarlo de alguna manera, por ser portero, y coincidieron los comentarios de los que hace su vida y sus vínculos. Su vida relacionada a los vecinos, a las vecinas y a las mujeres.
¿Quién le paga a los abogados como Pierri con un cliente como Mangeri?
En el caso de Mangeri-Pierri aparentemente hay un cliente, un empresario, una persona que se preocupa por pagar los honorarios del doctor Pierri. Hay casos que tienen que ver con lo mediático en los que uno busca entrarle al máximo, sacarle ventaja en cualquier flanco. El solo hecho de estar involucrado en algún caso que profesionalmente lo llena. En este caso puntual, creo que solamente por una suma muy grande el estudio jurídico puede tomar un caso como éste, pero muy grande de dinero. Frente a la situación, donde hay una menor abusada o donde exista violencia de género, creo que se descartaría toda posibilidad, más allá del dinero, que el estudio haya tomado un caso de tanta envergadura, pero el caso Mangeri tiene otro compromiso, otra situación. El está haciendo una defensa con muy poco, con lo que tiene realmente por el caso.
¿Se lo hace por ética profesional?
Yo, en este caso, por ética profesional me pude haber permitido tomar el caso. Uno está defendiendo el género femenino hace mucho tiempo y está tratando de generar la reducción de las situaciones violentas en contra de la mujer y esto sería una actitud en contra de la violencia contra este género, que es lo que sostenemos hoy por hoy.
El perito Alberto Méndez había mencionado una práctica sadomasoquista. ¿Hasta qué punto podría ser cierto?
Eso es parte realmente de una situación que ignoro por completo y descarto por completo. Yo creo que estamos frente a una persona negativa y perversa y con una cohesión perversa, porque hasta aquí estamos especulando con una persona y muchas veces en el intelecto de una persona adulta que trata con gente se representan cosas de una forma mientras que en otras se representa de otra.
Mientras que para Angeles significaba un juego, para Mangeri significaba tal vez una señal sexual. Más que nada esto pasó por allí.
Es alarmante el crecimiento de los abusos. ¿Cómo se lo combate?
Sí, es una constante lamentable. El tema de la prevención, del control, el control de las autoridades administrativas. Hay situaciones que tienen que ver, reitero, con la prevención, que lamentablemente el Estado a veces no está a la altura de las condiciones para darle respuesta a los ciudadanos. Más allá de los registros tradicionales, debe haber un registro personal de ADN en cada ciudadano que nace, que es una forma de ir avanzando en contra de la inseguridad total o del esclarecimiento total de los hechos delictivos. Hay formas tan elocuentes de estar en contra de la inseguridad, que no me explico por qué no están vigentes, más allá de los costos.
¿La seguridad es una cuestión de Estado?
Totalmente. Es una cuestión de Estado, porque a la inseguridad hay que declararle la guerra, una guerra encarnizada, permanente, constante, porque crece mucho más la inseguridad que la propia seguridad, lamentablemente. Si no tomamos medidas de inmediato vamos a ir por un camino muy complicado. Muy complicado para ir pacíficamente todos los ciudadanos.
¿Está de acuerdo con el proyecto de Martín Insaurralde de bajar la edad de imputabilidad para los delitos?
Estoy de acuerdo, porque se necesitan medidas que, como todo, como en la actualidad, son los temas que se tratan en la sociedad. Hay tanto movimiento y es tan constante el crecimiento que no podemos dejar de lado situaciones que tienen que ver mucho con la realidad, como en el caso de los menores “que no son tan menores”. Y no hacer tanto trato diferencial. Así como tienen capacidad para el voto, capacidades para muchos aspectos civiles, también tienen que ver el tema de la justicia, que en alguna manera los comprometa a la senda del bien, conjuntamente con el control, sobre aquellos que cometen delitos y para que no cometan más delitos. Y además para agarrarlos a tiempo. Es una posibilidad de reinserción social, para poder darles una oportunidad, que de alguna manera es un abrazo a las oportunidades y a la vida y no a la muerte, que tristemente está terminando con la vida de la mayoría de los menores que transitan en la senda del delito. Tarde o temprano caen en la muerte o en la oscuridad. Tal vez si esto lo tratamos y vemos de una manera más temprana serviría, por lo menos con la reinserción.
¿Se debe reformar la Justicia?
Yo creo que todos los argentinos nos merecemos una reforma judicial. Tenemos que tener, en los que respecta a la seguridad, proyectos. Se acabaron los tiempos de algunos improvisados. Hoy por hoy por cuestiones de la política nos encontramos más con gente que no cobija que con gente que proyecta.
Me parece que el verdadero sentido de la política tiene que ver con que al que viene hay que darle algo positivo, en la transición o en el camino recorrido de la gestión.
Jorge Mangeri
Pena de muerte
¿Con la creciente espiral de violencia, ¿estamos cerca de una ley de pena de muerte?
No, yo creo que no. Yo, a veces, metafóricamente, cuando arranco algún tipo de juicio oral, cuando algo algún tipo de apreciación hablo de la pena de muerte, pero en realidad la pena de muerte tiene que ver con que los culpables mueran con una sentencia en la cárcel, no con un hecho concreto, sino más bien metafórico.
Si para que esos delincuentes que matan la cumplan de punta a punta, más o menos, con lo que sería una sentencia o una condena larga o sea una condena de muerte, pero en la cárcel. Que abracen la muerte en la cárcel, como lo dijimos en alguna oportunidad en el juicio de Carolina Píparo.
¿Suma mucho ser un abogado mediático, sobre todo cuando se toca el sentimiento de la gente?
En realidad el hecho de hacerse conocido o familiar en alguna forma suma mucho. Que a uno lo conozcan, por nuestra personalidad o por parecer familiar, es bueno. Acota en el conocimiento de todos. En algunos momentos suma.
¿Hay que tener “espalda” para llegar a eso?
Sí, la espalda se construye. Yo siempre agradezco a los medios porque nos han permitido construir todo lo referido a nuestra profesión, todo lo que en alguna manera personifica una opinión y lo que genera algunas decisiones en el marco del derecho, también se lo agradecemos a los medios.
¿Es una solución que el Gobierno saque los gendarmes de la frontera para fortalecer la seguridad bonaerense?
A ver. Yo siempre hablé de la máquina de mejorar, en cualquier tipo de gestión. La máquina de mejorar significaba que después de una auditoría extensa uno podía determinar parcial y llanamente que si en determinada oficina era necesarias dos personas y había cuatro, esas dos personas podían ser ubicadas en otra oficina.
Si esta situación tiene que ver precisamente con esto, con esta máquina de mejorar situaciones, no hay ningún tipo de inconvenientes. Pero si estamos dejando en un espacio vacío un hueco importante estamos generando una situación de inseguridad distinta, en donde concurren estos gendarmes.
Yo diría que por un lado “tapan” pero por el otro “destapan”. Y en el caso de Salta, que es una zona caliente de la drogas, la seguridad pasa por eso. Si no se controla o si se pierde el control, el tema se vuelve muy delicado. Si se puede hacer una auditoría que pueda determinar fácilmente quién puede ingresar y quién no en determinado sitio o lugar, sería lo correcto.
El perfil
Fernando Burlando es un portador de un estilo que lo muestra hiperdedicado a la estética corporal y a la elegancia de la mano de las grandes marcas de ropa y logró la cúspide como abogado en la década de los 90, cuando supo cosechar la amistad del expresidente Carlos Menem y del, por entonces, gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde.
Amante de los deportes de riesgo, dueño de catorce autos de lujo y un zoológico privado en su quinta de Villa Elisa, el mediático abogado, considerado un gran defensor de causas contra mujeres y niños, atiende en su oficina de Puerto Madero. O recibe a los clientes en su fastuoso edificio de tres plantas y 500 metros cuadrados sobre la calle 8 de la capital bonaerense.
Rodeado por el lujo y amparado por el poder que ejercen sus múltiples contactos con camaristas, jueces, fiscales y comisarios, Burlando se acostumbró a entrar en escena ante casos judiciales complejos y de difícil resolución como el asesinato de Candela, la denuncia por ejercicio ilegal de la medicina contra Giselle Rímolo, el cargo por homicidio contra Horacio Conzi, la acusación al banquero del Vaticano Francisco Trusso por estafar a 30.000 ahorristas y la defensa de “los Horneros”, acusados de haber asesinado en enero de 1997 al fotógrafo José Luis Cabezas, de la revista Noticias, quien reveló las primeras fotos públicas del empresario Alfredo Yabrán, objeto de una investigación periodística sobre la presunta implicación en casos de corrupción.