A pesar de los revolucionarios adelantos de la era digital y las nuevas tecnologías de comunicación inhalámbricas, muchos pobladores del interior profundo de Salta siguen sumidos en un anacrónico y cruel aislamiento que marca sus vidas con penosas y evitables consecuencias.
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A pesar de los revolucionarios adelantos de la era digital y las nuevas tecnologías de comunicación inhalámbricas, muchos pobladores del interior profundo de Salta siguen sumidos en un anacrónico y cruel aislamiento que marca sus vidas con penosas y evitables consecuencias.
Departamentos como Santa Victoria, Rivadavia, San Carlos o Molinos tienen muchas de esas familias campesinas y comunidades originarias para las que un teléfono con señal tiene más urgencia que la que reconocen muchos académicos y políticos.
En la Puntana, a orillas del río Pilcomayo, en Santa Victoria Este, uno de los diez caciques de esa comunidad wichi acostumbra a cazar señales para su celular en lo alto de un tanque de agua.
En Jasimaná, en el otro extremo de la provincia, diaguitas calchaquíes de Río Grande trepan a un cerro lindero para comunicarse con el resto del mundo. En la vecina Pampallana hasta eso es imposible. Lo mismo sucede en el departamento Molinos, en parajes como Hualfín, Tacuil, Amaicha y Luracatao.
El diputado nacional Bernardo Biella y el senador Rodolfo Urtubey solicitaron al Ejecutivo nacional la instalación de antenas de telefonía móvil para quebrar el aislamiento en que aún viven miles de hombres, mujeres, jóvenes y niños del interior de Salta.
Con un proyecto que presentó en la Cámara baja, Biella reclamó la instalación de servicios de telefonía móvil en localidades del departamento Santa Victoria; las comunidades de Santa María, La Puntana, Misión La Paz y Alto La Sierra (Rivadavia); La Puerta, Alumbre, Refugio, La Sala, Condorhuasi, Colomé, Amaicha, Churcal, Tacuil y Hualfin (Molinos) y Jasimaná (San Carlos). La situación de esta última localidad, del municipio de Angastaco, quedó enfocada en otro proyecto que Urtubey presentó en la Cámara alta.
La iniciativa resalta que Jasimaná una escuela secundaria, dos primarias (en Arremo y Pampa Llana) y 130 familias originarias para las que señales de telefonía móvil e Internet resultan tan necesarias como urgentes.
Sin bien las distancias y la topografía dificultan las soluciones, sobre todo en la región andinas, hay soluciones tecnológicas al alcance para reparar, sin grandes inversiones, enormes deudas sociales.
El aislamiento en el año 2014
“Presentamos este proyecto por la problemática que viven distintas comunidades salteñas ante la inaccesibilidad a la telefonía móvil, que sumado a las características geográficas, demográficas y de infraestructura las somete a un arbitrario y cruel aislamiento” comentó Bernardo Biella.
“Desde hace más de tres años pedimos la instalación de antenas para acceder al servicio de telefonía móvil ya que las únicas existentes están en los pueblos cabecera del municipio”, explicó Biella.
“Los poblados andinos de Río Grande, El Arremo y Pampallana, en Jasimaná, permanecen inalterables al paso del tiempo. Su naturaleza geológica y geográfica somete a sus habitantes a las inclemencias insoslayables del clima y la montaña, pero además de ello deben padecer la falta de acceso a muchos de los servicios básicos. El único medio de comunicación con el que cuentan es la radio AM840”, ilustró el legislador.