"Por la lucha que iniciamos nosotros fuimos los verdaderos cautivos y soportamos una injusta detención debido a las falsas acusaciones de quien hoy conduce nuestro gremio", expresó Omar Pereyra luego de abandonar anoche la Alcaidía de Tribunales donde permaneció detenido 98 días junto a otros 10 choferes por la toma de la sede de la Unión Tranviarios Automotor (UTA). El dirigente se pronunció en estos términos en alusión al proceso por "secuestro coactivo" que les iniciaron a raíz de los incidentes del 12 de septiembre pasado cuando 32 personas irrumpieron en el edificio de la calle San Luis 555, en el marco de una lucha interna con el titular del sindicato Jorge Flores.
La liberación de los detenidos se produjo a las 20.50 en medio de un clima de emoción. Frente a la Alcaidía los aguardaron las esposas, hijos y otros familiares, quienes durante toda la tarde permanecieron apostados a lo largo y ancho de la Cuidad Judicial. A las 16, los abogados Marcelo Arancibia y Francisco Raúl Figueroa firmaron una caución en favor de cinco de sus defendidos por un monto de 30.000 pesos para cada uno. La firma del protocolo de la libertad condicional se realizó en la Sala I del Tribunal de Juicio en presencia del presidente Martín Pérez. De acuerdo con la resolución del Tribunal de Impugnación que hizo lugar a la apelación presentada por sus defensores. La a libertad fue dispuesta en primera instancia para 7 de los imputados que habían apelado la prisión preventiva, pero luego el Tribunal de Juicio la hizo extensiva a los otros cuatro. "Nosotros consideramos que fue una exageración el tiempo que los muchachos permanecieron detenidos, pero lo importante es que ahora podrán volver a sus hogares y a recuperar sus fuentes de trabajo", expresaron a El Tribuno Figueroa y Arancibia.
"Quiero agradecerle a Dios, a mi familia y los compañeros que en todo momento nos apoyaron", dijo Pereyra luego de confundirse en un emotivo abrazo con su esposa Malvina Astorga, quien se convirtió en la líder de las mujeres de los imputados. Al referirse a su detención y de sus compañeros, quien ejercía el cargo de secretario gremial de la UTA señaló que "nos encontramos en esta situación porque en la conducción del gremio hay personas sin escrúpulos que no respetaron los principio por el que tanto luchamos para cambiarle la cara al sindicato. Después que pase todo esto vamos a volver a la lucha para defender a esos compañeros que hoy no se sienten representados por la actual conducción".
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"Por la lucha que iniciamos nosotros fuimos los verdaderos cautivos y soportamos una injusta detención debido a las falsas acusaciones de quien hoy conduce nuestro gremio", expresó Omar Pereyra luego de abandonar anoche la Alcaidía de Tribunales donde permaneció detenido 98 días junto a otros 10 choferes por la toma de la sede de la Unión Tranviarios Automotor (UTA). El dirigente se pronunció en estos términos en alusión al proceso por "secuestro coactivo" que les iniciaron a raíz de los incidentes del 12 de septiembre pasado cuando 32 personas irrumpieron en el edificio de la calle San Luis 555, en el marco de una lucha interna con el titular del sindicato Jorge Flores.
La liberación de los detenidos se produjo a las 20.50 en medio de un clima de emoción. Frente a la Alcaidía los aguardaron las esposas, hijos y otros familiares, quienes durante toda la tarde permanecieron apostados a lo largo y ancho de la Cuidad Judicial. A las 16, los abogados Marcelo Arancibia y Francisco Raúl Figueroa firmaron una caución en favor de cinco de sus defendidos por un monto de 30.000 pesos para cada uno. La firma del protocolo de la libertad condicional se realizó en la Sala I del Tribunal de Juicio en presencia del presidente Martín Pérez. De acuerdo con la resolución del Tribunal de Impugnación que hizo lugar a la apelación presentada por sus defensores. La a libertad fue dispuesta en primera instancia para 7 de los imputados que habían apelado la prisión preventiva, pero luego el Tribunal de Juicio la hizo extensiva a los otros cuatro. "Nosotros consideramos que fue una exageración el tiempo que los muchachos permanecieron detenidos, pero lo importante es que ahora podrán volver a sus hogares y a recuperar sus fuentes de trabajo", expresaron a El Tribuno Figueroa y Arancibia.
"Quiero agradecerle a Dios, a mi familia y los compañeros que en todo momento nos apoyaron", dijo Pereyra luego de confundirse en un emotivo abrazo con su esposa Malvina Astorga, quien se convirtió en la líder de las mujeres de los imputados. Al referirse a su detención y de sus compañeros, quien ejercía el cargo de secretario gremial de la UTA señaló que "nos encontramos en esta situación porque en la conducción del gremio hay personas sin escrúpulos que no respetaron los principio por el que tanto luchamos para cambiarle la cara al sindicato. Después que pase todo esto vamos a volver a la lucha para defender a esos compañeros que hoy no se sienten representados por la actual conducción".