El conflicto se conoció hace una semana a través de El Tribuno, que publicó declaraciones del diputado por Rivadavia, Jesús Villa.
Martino realizó la inversión hace unos años y luego del 12 de mayo, cuando se hizo la audiencia pública en La Estrella, se encontró con que la familia Rea dice habitar el lugar desde hace 120 años y que otras 30 familias realizan su actividad en ese predio. Además, supo de la presencia de un técnico de la Universidad Nacional de Salta, Nahuel Morandini, y de la Fundación Refugio, de Andrés Leak, quienes respaldan el reclamo de los campesinos.
Un medio nacional, Infobae, ayer publicó un informe sobre la situación, aunque sin citar fuentes oficiales, pero invocando la autoridad de Greenpeace, cuya trayectoria no genera credibilidad en el norte salteño. Según ese informe, los Rea son ocho: la madre con siete hijos y aseguran que siempre vivieron en un puesto bautizado La Esquinita, porque queda justo en un ángulo de los dos lotes que compró Martino.
Además, afirman -y cuestionan- que el Gobierno provincial autorizó el desmonte solicitado por Martino.
Desmentida
Ayer, la secretaria de Ambiente, Irene Soler, informó que los compradores de los lotes 313 y 5090, de Rivadavia, solicitaron cambio de uso del suelo sobre 1.825 hectáreas, además de desmonte selectivo en otras 600 hectáreas. Esta práctica permite eliminar el sotobosque y dejar los árboles para aprovechamiento ganadero.
La funcionaria puntualizó que los propietarios elevaron la solicitud para el cambio de uso de suelo sobre un área "que siempre estuvo en la categoría verde". También presentaron un estudio de impacto ambiental, en el que se señala que no hay pobladores en la finca. Este dato es objetado especialmente por Morandini y Leak, quienes impugnan el estudio, pero Irene Soler puntualizó que "el año pasado, la Secretaría de Ambiente realizó la evaluación de ese estudio, con inspecciones y testimoniales, y no resultó que hubiera gente viviendo allí".
Este punto es clave. Si la familia Rea habita desde hace 120 años el puesto, las inspecciones debieron detectarla antes, pero recién se supo seis años después de la compra.
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El conflicto se conoció hace una semana a través de El Tribuno, que publicó declaraciones del diputado por Rivadavia, Jesús Villa.
Martino realizó la inversión hace unos años y luego del 12 de mayo, cuando se hizo la audiencia pública en La Estrella, se encontró con que la familia Rea dice habitar el lugar desde hace 120 años y que otras 30 familias realizan su actividad en ese predio. Además, supo de la presencia de un técnico de la Universidad Nacional de Salta, Nahuel Morandini, y de la Fundación Refugio, de Andrés Leak, quienes respaldan el reclamo de los campesinos.
Un medio nacional, Infobae, ayer publicó un informe sobre la situación, aunque sin citar fuentes oficiales, pero invocando la autoridad de Greenpeace, cuya trayectoria no genera credibilidad en el norte salteño. Según ese informe, los Rea son ocho: la madre con siete hijos y aseguran que siempre vivieron en un puesto bautizado La Esquinita, porque queda justo en un ángulo de los dos lotes que compró Martino.
Además, afirman -y cuestionan- que el Gobierno provincial autorizó el desmonte solicitado por Martino.
Desmentida
Ayer, la secretaria de Ambiente, Irene Soler, informó que los compradores de los lotes 313 y 5090, de Rivadavia, solicitaron cambio de uso del suelo sobre 1.825 hectáreas, además de desmonte selectivo en otras 600 hectáreas. Esta práctica permite eliminar el sotobosque y dejar los árboles para aprovechamiento ganadero.
La funcionaria puntualizó que los propietarios elevaron la solicitud para el cambio de uso de suelo sobre un área "que siempre estuvo en la categoría verde". También presentaron un estudio de impacto ambiental, en el que se señala que no hay pobladores en la finca. Este dato es objetado especialmente por Morandini y Leak, quienes impugnan el estudio, pero Irene Soler puntualizó que "el año pasado, la Secretaría de Ambiente realizó la evaluación de ese estudio, con inspecciones y testimoniales, y no resultó que hubiera gente viviendo allí".
Este punto es clave. Si la familia Rea habita desde hace 120 años el puesto, las inspecciones debieron detectarla antes, pero recién se supo seis años después de la compra.