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16 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Denuncian que un cura se negó a bautizar un bebé que nació por inseminación artificial

Una pareja denunció a través de las redes sociales que el cura de una iglesia de la localidad rionegrina de Ingeniero Huergo, se negó a bautizar a su hijo de tres meses porque había sido concebido por inseminación artificial.
Sabado, 21 de octubre de 2017 15:33

Una pareja denunció a través de las redes sociales que el cura de una iglesia de la localidad rionegrina de Ingeniero Huergo, se negó a bautizar a su hijo de tres meses porque había sido concebido por inseminación artificial.
Cristian Gariglio, de 43 años, contó que el sacerdote le dijo a su mujer que su hijo "era fruto de un pecado".
La pareja buscó un hijo durante 12 años, ella no podía quedar embarazada y cuando lo lograron, quisieron que el niño fuera bautizado en la misma iglesia que toda la familia.
Según publicó el portal LM Cipolletti, el matrimonio nunca imaginó encontrarse con una respuesta como esta y por eso quisieron hacer pública su situación.
"Queremos bautilizarlo acá y cuanto antes. Esperemos que el cura recapacite o sus superiores hablen con él para que acceda. Sino tendremos que irnos a General Roca o a Villa Regina", dijo Gariglio, el padre del pequeño Pedro Amaranto.
Cristian y Soledad están casados por civil. Luego de someterse a varios tratamientos y realizar tres inseminaciones artificiales, nació Pedro.
El miércoles pasado, Soledad fue a la única iglesia católica que hay en el pueblo a solicitar un turno para bautizar a Pedro, el cura le brindó la información que ella pedía y comenzó a indagar en el matrimonio.
Les preguntó, por ejemplo, si estaban casados y por qué lo querían bautizar.
A la pareja no les cayó bien que les cuestionara la edad que tenían como padres primerizos, y pensaron que el hecho de no haberse casado todavía por iglesia iba a ser un impedimento, sin embargo, el cura no tuvo problema con eso.
El problema vino después, cuando Soledad comenzó a contarle el derrotero por el que habían pasado para tener a Pedro.
Al comentarle que había sido posible luego de un tercer intento de inseminación, el religioso le respondió: "Hasta acá llegamos, el hijo de ustedes es fruto de un pecado".
Según los dichos de Gariglio, el cura, de origen polaco, es extremadamente ortodoxo, y, en ese marco, les pidió que concurran todos los días a misa, incluidos los padrinos del bebé, hasta diciembre.
No les dio la certeza de que entonces iban a poder bautizar a Pedro, pero les comunicó que durante estos meses lo iba a evaluar si concurrían a diario a la iglesia.
Desde ya que iba a ser una misión imposible para el padrino, quien vive en la localidad de Maquinchao, por lo que decidieron comentar lo que estaban viviendo a través de las redes sociales.
Rápidamente, el caso se viralizó y cosechó la solidaridad de cientos de personas.
Entre ellas rescataron la palabra de un cura, quien les dijo que no hay nada que diga que no pueden bautizar a su bebé por haber sido concebido a través de una inseminación artificial.
"Mi señora se fue con una impotencia enorme. Estar esperando tanto ser padres y que un hombre te diga esto, por más que sea cura, es terrible. No hemos vuelto a tener diálogo con él", comentó Cristian.
En las redes sociales, algunos vecinos también manifestaron haber tenido problemas con el cura por la ortodoxia extrema con la que profesa la fe católica.
Soledad Castillo y Cristian Gariglio también denunciaron haber sido discriminados por el intendente de la localidad cuando todavía no eran padres.
Pidieron en la comuna acceder a un terreno financiado en cuotas porque no tienen casa propia y, según Cristian, el hombre les dijo que no podía porque no ayudaban a personas sin hijos.
Sin embargo, cuando viajaron a Buenos Aires para someterse a la tercera inseminación, y al regresar se enteraron de que les habían ofrecido lotes a varias jóvenes que no eran todavía madres.

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Una pareja denunció a través de las redes sociales que el cura de una iglesia de la localidad rionegrina de Ingeniero Huergo, se negó a bautizar a su hijo de tres meses porque había sido concebido por inseminación artificial.
Cristian Gariglio, de 43 años, contó que el sacerdote le dijo a su mujer que su hijo "era fruto de un pecado".
La pareja buscó un hijo durante 12 años, ella no podía quedar embarazada y cuando lo lograron, quisieron que el niño fuera bautizado en la misma iglesia que toda la familia.
Según publicó el portal LM Cipolletti, el matrimonio nunca imaginó encontrarse con una respuesta como esta y por eso quisieron hacer pública su situación.
"Queremos bautilizarlo acá y cuanto antes. Esperemos que el cura recapacite o sus superiores hablen con él para que acceda. Sino tendremos que irnos a General Roca o a Villa Regina", dijo Gariglio, el padre del pequeño Pedro Amaranto.
Cristian y Soledad están casados por civil. Luego de someterse a varios tratamientos y realizar tres inseminaciones artificiales, nació Pedro.
El miércoles pasado, Soledad fue a la única iglesia católica que hay en el pueblo a solicitar un turno para bautizar a Pedro, el cura le brindó la información que ella pedía y comenzó a indagar en el matrimonio.
Les preguntó, por ejemplo, si estaban casados y por qué lo querían bautizar.
A la pareja no les cayó bien que les cuestionara la edad que tenían como padres primerizos, y pensaron que el hecho de no haberse casado todavía por iglesia iba a ser un impedimento, sin embargo, el cura no tuvo problema con eso.
El problema vino después, cuando Soledad comenzó a contarle el derrotero por el que habían pasado para tener a Pedro.
Al comentarle que había sido posible luego de un tercer intento de inseminación, el religioso le respondió: "Hasta acá llegamos, el hijo de ustedes es fruto de un pecado".
Según los dichos de Gariglio, el cura, de origen polaco, es extremadamente ortodoxo, y, en ese marco, les pidió que concurran todos los días a misa, incluidos los padrinos del bebé, hasta diciembre.
No les dio la certeza de que entonces iban a poder bautizar a Pedro, pero les comunicó que durante estos meses lo iba a evaluar si concurrían a diario a la iglesia.
Desde ya que iba a ser una misión imposible para el padrino, quien vive en la localidad de Maquinchao, por lo que decidieron comentar lo que estaban viviendo a través de las redes sociales.
Rápidamente, el caso se viralizó y cosechó la solidaridad de cientos de personas.
Entre ellas rescataron la palabra de un cura, quien les dijo que no hay nada que diga que no pueden bautizar a su bebé por haber sido concebido a través de una inseminación artificial.
"Mi señora se fue con una impotencia enorme. Estar esperando tanto ser padres y que un hombre te diga esto, por más que sea cura, es terrible. No hemos vuelto a tener diálogo con él", comentó Cristian.
En las redes sociales, algunos vecinos también manifestaron haber tenido problemas con el cura por la ortodoxia extrema con la que profesa la fe católica.
Soledad Castillo y Cristian Gariglio también denunciaron haber sido discriminados por el intendente de la localidad cuando todavía no eran padres.
Pidieron en la comuna acceder a un terreno financiado en cuotas porque no tienen casa propia y, según Cristian, el hombre les dijo que no podía porque no ayudaban a personas sin hijos.
Sin embargo, cuando viajaron a Buenos Aires para someterse a la tercera inseminación, y al regresar se enteraron de que les habían ofrecido lotes a varias jóvenes que no eran todavía madres.

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