Una joven cordobesa atacó salvajemente a su amante mientras dormía, cortándole el miembro y los testículos con una tijera de podar. La víctima fue derivada al Hospital de Urgencias de Córdoba y se encuentra estable.
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Una joven cordobesa atacó salvajemente a su amante mientras dormía, cortándole el miembro y los testículos con una tijera de podar. La víctima fue derivada al Hospital de Urgencias de Córdoba y se encuentra estable.
El hecho recuerda a cuando en junio de 1993 en los Estados Unidos, Lorena Bobbit, tras varios años de maltratos y abusos, se abalanzó sobre su esposo John Bobbit y le cortó el pene mientras este dormía. Según la mujer esa noche él la había violado.
Tras el juicio, Lorena se convirtió en una referente del feminismo. En la actualidad, preside la organización Lorena’s Red Wagon, dedicada a conseguir recursos para mujeres maltratadas. Se divorció de John Bobbitt en 1995, después de seis años de matrimonio. Él aprovechó la fama del suceso para implantarse el pene y se dedicó por un breve tiempo al cine porno.
En esta ocasión si bien el momento se desconocen los detalles de lo ocurrido en Córdoba, se pudo saber que en horas de la madrugada Brenda Barattini entró a la habitación de la vivienda donde dormía un hombre con quien ella mantenía una relación y procedió a consumar el violento ataque.
Todo pasó en un departamento de calle Chacabuco al 500, en barrio Nueva Córdoba de la capital de esa provincia. La agresora tiene 26 años, es arquitecta y quedó detenida mientras se averiguan las circunstancias que provocaron sus actos.
El sujeto, identificado como S.F., de 40 años, según medios cordobeses quien era amante de Barattini, recibió en el lugar atención médica del servicio de emergencias 107, que ordenó su inmediato trasladado al nosocomio, donde permanece internado estable en una sala común.
“El amante de la chica, de 40 años, terminó con profundas heridas en los genitales, ya que sufrió cortes provocadas por una de esas tijeras grandes, que se utilizan para podar, que fue uno de los elementos que secuestramos”, sostuvo uno de los investigadores de este hecho, que tanto fue atribuido a “una venganza por una supuesta infidelidad”, como a “una defensa de la joven ante un ataque del hombre”.