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10 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina

Continúa la degradación de la reserva Belgrano

Vacas y caballos arrasan los pastizales protegidos de los campos del Ejército.
Lunes, 06 de noviembre de 2017 00:00

Son pocos los pastizales de altura que aún se mantienen en el mundo. Salta tiene el privilegio de tener uno: la reserva natural Campo General Belgrano, más conocida como los campos del Ejército. Pero ese ambiente, declarado área de conservación por una ley nacional sancionada en 1996, desde hace décadas se viene degradando por el sobrepastoreo del ganado bovino y las tropillas de caballos que de manera ilegal se introdujeron en el lugar.

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Son pocos los pastizales de altura que aún se mantienen en el mundo. Salta tiene el privilegio de tener uno: la reserva natural Campo General Belgrano, más conocida como los campos del Ejército. Pero ese ambiente, declarado área de conservación por una ley nacional sancionada en 1996, desde hace décadas se viene degradando por el sobrepastoreo del ganado bovino y las tropillas de caballos que de manera ilegal se introdujeron en el lugar.

Quienes suelen atravesar la reserva como esparcimiento, ya sea a pie, en bicicleta o en una travesía a caballo, pueden dar cuenta cómo grandes extensiones de la vegetación autóctona se deterioran por el accionar de esos animales. Hay sectores en franco proceso de erosión, donde el pastizal se redujo hasta parecerse al césped de un campo de golf y en otras partes la cobertura verde se extinguió.

En mayo de 2007, el Ejército, a cargo del resguardo de las tierras protegidas, realizó un operativo para erradicar al ganado, tras una denuncia que se había presentado en la misma fuerza de defensa por la afectación que se estaba provocando al medio ambiente. En esa oportunidad se contabilizaron 419 vacunos y equinos, que fueron retirados, aunque los pocos dueños o cuidadores de esos animales interpusieron un recurso de amparo ante la Justicia Federal para recuperarlos, que el juez Miguel Medina hizo lugar.

Un mes después de aquella limpieza, las lomas del Campo Belgrano volvieron a ser ocupadas por la fauna foránea, que en los años siguientes se multiplicó.

El artículo 6 de la Ley 24.758, que crea la reserva, prohíbe expresamente, entre otros puntos, "la introducción de animales domésticos y toda acción u omisión que pudiera originar alguna modificación del paisaje o del equilibrio biológico, salvo las derivadas de medidas esencialmente militares conducentes a la defensa nacional". Evidentemente, poco se cumplió de ello hasta ahora.

Pulmón verde

La reserva cuenta con 3.900 hectáreas. El perímetro, de 40 kilómetros, bordea la capital salteña, San Lorenzo y Vaqueros. En estudios realizados por Carlos Saravia Toledo se identificaron dentro del lugar 30 variedades de gramíneas y 40 de leguminosas, incluidas plantas de poroto y maní autóctonos. Se puede encontrar, además, de acuerdo a la investigación biológica, corzuelas, liebres y una gran variedad de aves, como lechuzas, chimangos y especies migratorias.

En 2012, el Concejo Deliberante capitalino intentó avanzar sobre esas tierras para destinarlas a desarrollos inmobiliarios. Los ediles de aquel entonces aprobaron un proyecto de declaración para solicitar al Congreso de la Nación la cesión del Campo General Belgrano para su urbanización. La iniciativa generó rechazo entre los que pretenden mantener el área y no prosperó.

A todo esto, en la Cámara de Diputados de la Nación duerme un proyecto aprobado por el Senado en 2014 para que se transfiera a Salta los terrenos necesarios para concluir la construcción de la avenida de circunvalación noroeste, que ocuparía un extremo de la reserva hasta el barrio El Huaico.

 

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