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Administrando bien el tiempo

Domingo, 31 de diciembre de 2017 12:57

Fin de año es el momento ideal para hacer un balance sobre cómo hemos administrado el tiempo en los últimos doce meses. El tiempo es el bien más preciado que tenemos y nos es dado a todos por igual: 365 días de 24 horas cada año. Pero una vez que este se ha ido, no vuelve más.

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Fin de año es el momento ideal para hacer un balance sobre cómo hemos administrado el tiempo en los últimos doce meses. El tiempo es el bien más preciado que tenemos y nos es dado a todos por igual: 365 días de 24 horas cada año. Pero una vez que este se ha ido, no vuelve más.

En este tiempo de encuentros, balances y festejos, te invito a considerar las siguientes ideas con respecto al tiempo:

* Quedar atascados en el pasado

Muchas personas quedan “enganchadas” en el ayer. Sucede que la energía emocional queda dando vueltas alrededor de una situación, un recuerdo, personas o hábitos. Entonces quedan atascadas y no logran avanzar.

¿Cómo saber si estamos atascados?

- Cuando recordamos per- manentemente una situación o a una persona. Esta gira alrededor de la mente y volvemos a pensar en lo mismo una y otra vez. Se trata de pensamientos invasivos, pues no tenemos control sobre ellos. Simplemente aparecen.

- Cuando sentimos emociones intensas: por lo general, esto tiene lugar recordando a una persona o una situación, lo cual implica que todavía no hemos resuelto lo que vivimos en el pasado.

- Cuando hablamos interna- mente: muchos dialogan con sí mismos. Es como si fueran “ensayando” qué decir, cómo responder o reaccionar.

- Cuando empatizamos demasiado con el otro: Las personas con una alta sensibilidad suelen chequear permanente- mente qué sienten los demás. Este un comportamiento muy habitual entre las mujeres.

¿Por qué nos quedamos atrapados en el pasado?

Porque conectamos con algo de nuestra historia que quedó “enganchado” con una persona o una situación.

¿Qué podemos hacer? Transformarnos en investigadores de nosotros mismos y realizar una mirada introspectiva para descubrir por qué nos atascamos. Algunos quedan atascados porque le tienen miedo al futuro y la ansiedad de lo que vendrá es mucho mayor que el dolor del ayer. Entre los dos males, el del dolor del ayer, el de lo conocido, es preferible al de lo desconocido.

* Enfrentar el paso del tiempo

Primeramente tenemos que diferenciar entre el “tiempo cronológico”, el cual es cuantificable, y el “tiempo psicológico”, que se trata de una experiencia subjetiva porque cada persona lo vive a su manera. Hoy en día la mayoría de nosotros sentimos que el tiempo pasa muy rápido. Cada diciembre, no podemos creer que ya estemos a punto de despedir otro año.

¿Cómo vivimos el tiempo en las distintas etapas de nuestra vida?

- Cuando uno es chico, quiere ser grande y cuando uno es grande, quiere detener el tiempo y volver a ser chico.

- Cuando uno es adolescente, vive el “tiempo eterno”, el hoy. El mañana no existe y el tiempo parece durar una eternidad. De ahí, la urgencia de disfrutar todo el tiempo, sin planear nada para el futuro.

- Cuando uno entra en la media vida, a partir de los 30 años, se da cuenta de que el cuerpo ha empezado a cambiar, los padres envejecen y se van, ciertas enfermedades

o dolencias aparecen, etc. Es decir, que descubre la vivencia del tiempo.

- Cuando uno llega a la tercera y la cuarta edad, siente que el tiempo transcurre demasiado rápido y suele recordar las vivencias del pasado.

Todas las experiencias intensas negativas se perciben como si pasaran más lentamente que las experiencias intensas felices. Esto se debe al hecho de que el cerebro necesita, por un sentido de supervivencia, procesar más información.

Como consecuencia, sentimos que el tiempo se lentificó o que esa experiencia puntual que nos causó tristeza duró demasiado tiempo. En cambio,

cuando estamos entretenidos, sentimos que el tiempo vuela y no queremos que la experiencia se termine.

Sea cual sea la etapa en la que nos encontremos, si queremos cada año que termina tener la satisfacción de hacer un balance positivo, es funda- mental esforzarnos por administrar el tiempo sabiamente. Esto significa:

Evitar posponer (hacerlo ahora).

Evitar la sobrecarga de actividades.

Priorizar nuestras tareas.

Disfrutar cada momento y cada día como si fuera el último.

El tiempo es vida, ¡no lo desperdiciemos!

Si tenés alguna inquietud, podés escribirme a

[email protected].

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