María Peñalva está preocupada. Aguas del Norte dejó un profundo pozo sin tapar en la vereda de su casa.
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María Peñalva está preocupada. Aguas del Norte dejó un profundo pozo sin tapar en la vereda de su casa.
Parada en la puerta de su hogar, la manzana 11 del barrio Parque Belgrano recibió a El Tribuno, mientras advertía a los vecinos que circulaban por la vereda de tener cuidado.
Un pozo que a simple vista se dimensiona grande, y que según la damnificada tiene más de dos metros. Además de ser peligroso por su tamaño, pierde una gran cantidad de agua que va a dar hacia la vereda, y continúa su curso desparramándose por todo el barrio.
Hace un mes, la empresa arregló dos veces el mismo caño, pero nunca regresó a tapar el pozo que se encuentra a pleno paso de los vecinos.
A los días del segundo arreglo volvió a romperse el mismo caño, ya por tercera vez. "Se sintió una explosión muy fuerte y comenzó a salir agua a borbotones", describió la mujer.
A diferencia de las otras oportunidades, esta vez no solo no taparon el pozo, sino que tampoco regresaron a repararlo.
Tanto María como sus vecinos están preocupados no solo por el derrame de agua va carcomiendo la vereda, que ya cedió en un sector.
"Tengo miedo de que se caiga esa parte", cuenta la vecina mientras señala la sección dañada.
El agua derrochada, y un pozo profundo a la intemperie señalizado con nada más que una cinta son el riesgo en esa barriada del norte. También habría un caño de gas por dónde pasa el tubo de agua. "Cuándo hicieron el pozo vimos que habían cañería de gas", relata la vecina.
Denuncian que los llamados a la empresa fueron insistentes desde que sucedió la explosión, sin obtener una respuesta certera. Tanto la damnificada como sus vecinos se comunican todos los días con Aguas del Norte, pero la respuesta es siempre la misma: "Ya vamos a ir", aseguran.
Mientras pasan los días, los inconvenientes con el pozo se vuelven cada vez más peligrosos. Preocupados, contaron que hubo un perro que tuvieron que rescatar e incluso sacar un cohete de al lado del caño del gas. "Esto en cualquier momento es una tragedia", lamenta María.
Las incesantes lluvias vuelven más urgente el problema, además de colaborar con la inundación, provoca barro, y la zona se vuelve un resumidero de mosquitos.
La familia Peñalva y sus vecinos piden una urgente solución porque dicen haber agotado todas las vías posibles.
El pozo está ubicado en la puerta del garage, por lo que tampoco puede resguardar su auto.
Los vecinos de la zona señalan no sorprenderse de la actitud de la empresa. Afirman que "nunca terminan los trabajos que empiezan".
Control de derroche
Aguas del Norte volvió a extender el programa de control de derroche de agua. La semana pasada salió una resolución del Ente Regulador de los Servicios Públicos que autoriza a la compañía a limitar el uso del recurso.
Se disponen de multas para las personas que lavan vehículos y veredas con mangueras en la calle. También hay sanciones para las casas que llenan y vacían piletas.
Si bien los controles son necesarios, la empresa al parecer no avanza en evitar pérdidas de la red de agua ni a mejorar la infraestructura.