El dato alcanzado por el índice del costo de vida para el mes de marzo fue suficiente para encender una luz amarilla entre los principales hombres del Gobierno. Hasta el propio Mauricio Macri mostró preocupación e inclusive trascendió que se realizaron intensas reuniones de la "mesa chica" para encontrar una solución.
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El dato alcanzado por el índice del costo de vida para el mes de marzo fue suficiente para encender una luz amarilla entre los principales hombres del Gobierno. Hasta el propio Mauricio Macri mostró preocupación e inclusive trascendió que se realizaron intensas reuniones de la "mesa chica" para encontrar una solución.
El 2,3% que midió la inflación según el propio Indec, no es el problema, lo grave es que en el primer trimestre ya alcanzó la suma de 6,7%, una cifra que potencia el escenario inflacionario de aquí hasta fin de año.
El Gobierno quiere para las paritarias un techo del 15% en los aumentos salariales, pero ese porcentaje aparece cada vez más cuestionado.
Pocas veces desde que asumió el presidente Mauricio Macri varias consultoras coincidieron en el análisis evaluando la opinión de la gente.
Uno de los puntos en común es que en esa puja que tienen hace años la inseguridad y la inflación como principales problemas para los argentinos, el temor por la suba de los precios está otra vez al tope. En algunos casos, superando a otro fantasma que surge en tiempos de turbulencia: el desempleo, que en las últimas estadísticas mostró una paulatina mejora.
La conclusión de las consultoras es generalizada: existe preocupación sobre el nivel que alcanzará el costo de vida en los próximos meses.
La fuerte suba de tarifas, combustibles y transporte, más el agregado de otras variables provocaron una inflación de marzo de 2,3%. Todo esto llevó a que bajara la expectativa favorable de la gente, algo que no se imaginaba el Gobierno que podría ocurrir.
Isonomía, una de las consultoras preferidas, lanzó una última medición que puso en alerta a Mauricio Macri: el 50% de la gente cree que "el Gobierno no está en capacidad de controlar la inflación", aunque un 38% mantiene su confianza en que ese "logro se alcance en el futuro".
En sintonía con esa definición, Federico Sturzenegger, el presidente del Banco Central, antes de viajar a Washington con el ministro Nicolás Dujovne para participar de la reunión primaveral del FMI admitió que "la inflación tiene que caer de manera significativa" para cumplir con la meta anual del 15%, que la autoridad monetaria y el Gobierno fijaron para todo el año.
Al analizar el comportamiento de los precios, dijo que hubo un "shock de regulados en diciembre de 2017 y otro en el primer trimestre de 2018", al referirse a los aumentos tarifarios, y señaló que "complicaron las metas del año pasado"
Escenario complicado
Economistas advirtieron ayer que la meta de inflación oficial está "aniquilada", mientras alertaron que ya "no existe el 15 por ciento" planteado por el Gobierno para este año.
Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado por el Banco Central, especialistas del mercado elevaron las expectativas de inflación al proyectar 20,3% para este año.
En ese escenario, el expresidente del Banco Nación Carlos Melconian, al referirse a la aceleración en el costo de vida, analizó que "no se aprieta un botón y se puede controlar".
"Es consecuencia de lo que hagas, es una variable resultado", argumentó. Por su parte, el economista Aldo Abram advirtió que la meta de inflación del 15 por ciento pautada por el Gobierno "está aniquilada".
En ese sentido, evaluó que se debe esperar "un piso del 20 por ciento" para el costo de vida durante este año.
También se refirió al accionar del Banco Central y criticó: "Lamentablemente, no salió a defender el valor del peso y hasta finales de enero no hicie ron nada".