¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

24°
29 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Cómo planificar a largo alcance

Los jóvenes viven con planificación a corto alcance en su agenda; hoy la gente no negocia su libertad interna para formar una pareja, o planificar a largo alcance; sin embargo, uno tiene que sacrificar parte de su libertad presente en pos de un objetivo más grande hacia adelante.
Domingo, 06 de mayo de 2018 15:24

Actualmente vivimos tiempos en los cuales no se suele planificar a largo alcance. Esta corriente consiste en disfrutar el ahora, en pasarla bien ahora.  Por eso, vemos chicos que entre los 25 y 35 años por lo general sienten mucha angustia porque no pueden formar una familia. 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Actualmente vivimos tiempos en los cuales no se suele planificar a largo alcance. Esta corriente consiste en disfrutar el ahora, en pasarla bien ahora.  Por eso, vemos chicos que entre los 25 y 35 años por lo general sienten mucha angustia porque no pueden formar una familia. 

Eso se debe a que el individualismo de vivir el momento, de no planificar a largo alcance, los hace vivir en un vacío constante. “Yo la paso bien ahora... y busco otra situación para volver a pasarla bien... y busco otra cosa para pasarla bien nuevamente”, piensan.

Los jóvenes viven con planificación a corto alcance en su agenda; hoy la gente no negocia su libertad interna para formar una pareja, o planificar a largo alcance; sin embargo, uno tiene que sacrificar parte de su libertad presente en pos de un objetivo más grande hacia adelante.

Actualmente, nuestra cultura declara: “No planifiques a largo alcance, viví el momento ahora”. Entonces el ser humano salta de un tema a otro, de una persona a otra, de un hecho a otro, pero lo único que se consigue es un enorme vacío al no poder planificar a largo alcance. 

Cuando nuestro horizonte está visible a largo alcance puedo disfrutar las cosas que vivo y superar cualquier crisis que surja en mi vida.  Por ejemplo, si yo voy a jugar la Copa Libertadores, cada partido que juegue tendrá sentido porque cada actividad que realizo me está llevando a una meta grande que está hacia adelante.  Muchas personas están de un lado hacia el otro porque, por lo general, no perciben un horizonte a largo alcance.

Cuando éramos chicos, a los que ya hemos pasado algunos años nos decían: “Terminá el secundario y después podés hacer lo que quieras, así no estudiés después y vayas a trabajar, pero al secundario lo tenés que terminar”. 
A mí no me gustaba el secundario, pero tenía una meta. Y por fortuna mi mamá me impulsó a tener metas a largo alcance. Cada materia que me llevaba hacía que me repitiera: “Voy a terminar, voy a terminar”. Y cuando lo terminé, nació en mí el deseo de estudiar hasta el día de hoy. ¿Por qué? Porque me enseñaron a tener metas a largo alcance.

Hoy la ansiedad con la que vivimos, el querer todo “ahora” nos ha robado los sueños de largo alcance y nos dice: “Respirá, viví la vida ahora, pasala bien”.

Cuando dibujes tus sueños y vayas hacia ellos, no te levantarás sin pensar qué hacer ese día, y el otro, y así sucesivamente... 

Cuando establecemos horizontes grandes, sabemos hacia dónde tenemos que dirigir nuestra vida y qué hacer cada día al comenzar. Separemos el tiempo que necesitamos para sentarnos y pensar, dibujar y descubrir qué pasión tenemos en nuestro corazón.

¿Por qué hoy la gente se siente sin interés o se deprime tanto y entra en crisis?

Porque, en general, no saben hacia dónde quieren ir en su vida. Pero si uno dibuja un sueño grande hacia adelante, le vaya bien o le vaya mal, dirá: “No importa, me volveré a levantar porque esta materia no es mi destino; mi destino es hacia donde estoy yendo”.

Cuando Edison estaba inventando el filamento para la lamparita se equivocó muchas veces. El ayudante le dijo: “Maestro, ya fracasamos cientos de veces”, y él le respondió: “No, ya conozco novecientas cosas que no funcionan”. 
La mente del ayudante miraba el error, pero la mente del líder miraba el destino y decía: “No me importa que no me haya salido hasta ahora, yo estoy aquí para inventar la lamparita”.

No vivamos el momento, elijamos un sueño a largo alcance. Cuando éramos chicos nos poníamos de novios porque nos habían enseñado que eso era para formar una familia. Había una meta hacia adelante. Nuestros padres tal vez se equivocaron y algunos matrimonios se rompieron en el camino, pero más allá de eso ellos se imaginaban comprando una casa, teniendo una familia. Hoy la ansiedad con la que vivimos, el querer todo “ahora” nos ha robado los sueños de largo alcance y nos dice: “Respirá, viví la vida ahora, pasala bien”. Por eso, hay tanto desinterés, pero vos y yo podemos dibujar sueños grandes para terminar parados en nuestro propio sueño.

Temas de la nota

PUBLICIDAD