El hincha cuervo le brindó el incondicional respaldo a su equipo, ayer en el estadio Padre Ernesto Martearena, que con el empate frente a Ñuñorco 0 a 0 y la victoria como visitante en Tucumán, en el partido de ida, consiguió el pasaje el pasaje para jugar la final por uno de los ascensos del torneo Federal Regional Amateur frente a Guaraní Antonio Franco de Posadas, Misiones.
Fue un marco indescriptible que mostró el Martearena, porque el simpatizante azabache no faltó a la cita. Dijo presente, a tal punto que la concurrencia alcanzó para ocupar gran parte de las gradas y solo quedaron algunos claros, en una instancia del certamen donde los jugadores demostraron que son dignos de disputar la definición del certamen. Esa fascinación de la gente se empezó a contagiar la semana previa de la presentación del azabache con los tucumanos.
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El hincha cuervo le brindó el incondicional respaldo a su equipo, ayer en el estadio Padre Ernesto Martearena, que con el empate frente a Ñuñorco 0 a 0 y la victoria como visitante en Tucumán, en el partido de ida, consiguió el pasaje el pasaje para jugar la final por uno de los ascensos del torneo Federal Regional Amateur frente a Guaraní Antonio Franco de Posadas, Misiones.
Fue un marco indescriptible que mostró el Martearena, porque el simpatizante azabache no faltó a la cita. Dijo presente, a tal punto que la concurrencia alcanzó para ocupar gran parte de las gradas y solo quedaron algunos claros, en una instancia del certamen donde los jugadores demostraron que son dignos de disputar la definición del certamen. Esa fascinación de la gente se empezó a contagiar la semana previa de la presentación del azabache con los tucumanos.
Pasado el mediodía del domingo, los colores del cuervo empezaron a rondar el Martearena y la efervescencia fue creciendo, a tal punto que asociado a la tensión del juego aparezcan rápidamente los voces de aliento, el canto y el empuje que fueron una constante.
Así, con la clasificación en el bolsillo, exdirigentes dieron su opinión por este logro para jugar la final.
El doctor José Antonio Castillo expresó: “Central Norte jugó bien en el primer tiempo. Creo que mereció un gol y quizás más. En el segundo tiempo se dedicó a conservar. En ningún momento Ñuñorco lo inquietó. Hizo un gran partido. Hizo lo que tenía que hacer. Ahora esperamos que en la final esta vez se dé el ascenso y que tengamos la alegría que se nos viene negando desde hacer varios años”.
Daniel Cointe, por su parte, opinó: “Fue un partido complicado y ellos vinieron a buscar un resultado. Por ahí creo yo que el empate le alcanzaba para Central. Esperemos mejorar para la final. Las finales son duras. Hoy quedó demostrado que el rival llegó a Salta a no regalar nada y que tenía que buscar el triunfo, lo único que le quedaba. Por lo menos se logró algo muy importante que es jugar la final”.
A su vez, Marcelo Arancibia dijo: “Bien. Es importante que Central Norte tenga protagonismo. Se hace un esfuerzo dirigencial. Hay que reconocer y agradecer a toda la hinchada cuerva que es incondicional en todo momento y esperamos tener ya el ansiado ascenso. Son ciclos y espero que empiece con el ascenso otro nuevo ciclo”.
Enrique Cruz, otro de los expresidente, manifestó: “Gracias a Dios se logró, pero la verdad que es complicado, por ahí el que se quema con leche ve una vaca y raja. Tantas finales perdidas... creo que todos tenemos que estar con los pies sobre la tierra, fundamentalmente los jugadores y cuerpo técnico. Dios quiera que se pueda lograr el objetivo. La verdad fue impresionante la cantidad de gente y el apoyo que le brinda a Central”.
Hubo unas 15.000 personas
La oficial a cargo del operativo de seguridad en el estadio Martearena, comisario mayor Liliana Viveros, informó que hubo unas 15.000 personas. “Llegaron 400 simpatizantes desde Tucumán”, expresó. Lluego agregó: “Hubo un total de 55 demorados por contravención. 20 fueron de la parcialidad de Ñuñorco y los restantes de la hinchada de Central Norte”.
Con respecto a la prohibición de papel picado, aclaró: “Obedece a que el papel picado lo utilizan como elemento de agresión, lo mojan y hacen pelotitas, con las cuales agreden al otro y si llega hasta los ojos de alguna persona es posible que pierda la vista y para evitar males mayores no se permitió”.