El presidente de la Asociación de Taximetristas de Salta (Atasa), Ramón Gerardo Vaso, presentó hace 11 años un proyecto para que en la ciudad de Salta se construya un hospital público para la tercera edad. El objetivo era brindar soluciones a un sector que se encuentra desprotegido y es uno de los más vulnerables.
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El presidente de la Asociación de Taximetristas de Salta (Atasa), Ramón Gerardo Vaso, presentó hace 11 años un proyecto para que en la ciudad de Salta se construya un hospital público para la tercera edad. El objetivo era brindar soluciones a un sector que se encuentra desprotegido y es uno de los más vulnerables.
Es evidente la falta de un hospital gerontológico que pueda atender las necesidades específicas de las personas de la tercera edad para que dejen de deambular por hospitales públicos que se encuentran abarrotados de pacientes.
La escasa participación del Estado en el desarrollo de políticas públicas destinadas a las personas mayores se hace notable no solo en la provincia, sino en el país. El abandono que viven los adultos mayores continúa y probablemente continúe durante muchos años.
Esa desatención se evidencia en la cantidad de jubilados que cobran el haber mínimo. En la provincia más del 65% de adultos mayores perciben el ingreso más bajo, de $11.528: una remuneración que sigue cercana a la línea de pobreza, que es de 9.818 pesos.
En diálogo con El Tribuno, Gerardo Vaso explicó que el 29 de septiembre de 2008 le presentó al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey -bajo expediente 7983- y el 30 de septiembre de 2008 a la Cámara de Diputados el proyecto para la construcción del hospital gerontológico y fue cajoneado.
El proyecto quedó en "stand by", ya que nunca le dieron tratamiento en la Cámara. También se desvaneció, porque Vaso no volvió a presentarlo. Sin embargo, este año se propuso reflotar la idea y está esperanzado de que ahora, en un año de elecciones, sea tomado en cuenta y haya interés de la clase política.
"Sería muy beneficioso para los ancianos, porque la precariedad en la salud que tienen los jubilados es alarmante", expresó Vaso, quien explicó que el proyectó nació del contacto cotidiano con la tercera edad.
Destacó que en la calle tienen la oportunidad de ver todos los días cómo los abuelos se quejan al subir a un taxi cuando salen de una clínica.
El referente de los taxistas también descubrió que muchos abuelos vienen del interior para realizarse estudios en la ciudad y a veces tienen que pasar de un hospital a otro porque no consiguen que los atiendan. "Por eso la necesidad de centralizar todo en una sola clínica", explicó Gerado Vaso.
Centralizar la atención
"Este proyecto, que hasta el día de la fecha duerme en las respectivas oficinas, tiene la finalidad de centralizar todas las necesidades del jubilado, del adulto mayor y del geronte en un solo servicio de salud con la calidad y responsabilidad de las que son merecedores. Los mismos tienen indicadores de crisis social muy grave", expresó Gerardo Vaso.
El representante de Atasa afirmó que esa crisis en la tercera edad está "auspiciada" por la ausencia total del Estado y que se están vulnerando todos los derechos del colectivo de los adultos mayores.
"Los abuelos en la actualidad no son tenidos en cuenta por ningún programa de acción social y/o política de los gobiernos o de los que pretenden gobernar. Estos gobiernos caen en una suerte de hipocresía. Hace poco se conmemoraron festejos a los próceres de nuestra independencia nacional. Ahora nos preguntamos: ¿por qué en la actualidad no rendimos honores a nuestros jubilados con toda la atención integral de la que son merecedores?", replicó el referente de los taxistas.
Para el titular de Atasa, que la Provincia ponga en marcha este proyecto significaría colocar a Salta como pionera al concretar el primer nivel de atención exclusivo para jubilados, adultos mayores y gerontes.
Críticas
Desde la asociación de taximetristas de Salta salieron a criticar los proyectos que se están llevando adelante desde el Gobierno de la Provincia y la Municipalidad de Salta porque no tuvieron en cuenta la posibilidad de darles una solución a los adultos mayores.
"Salimos a cuestionar la inconsulta y onerosa obra de la Usina Cultural, con dicha obra se está superponiendo a las ya existentes, con infraestructura que tiene una finalidad puntual para ser un trampolín cultural", expresó Gerardo Vaso.
El referente de los taxistas destacó que ya hay otros organismos que cumplen con este objetivo, entre los que mencionó al Museo de Bellas Artes, la Escuela de Bellas Artes, la Escuela de Música, el Teatro de la Ciudad, el Teatro Municipal, la Casa de la Cultura, el Centro Cultural América, que funciona en el edificio de Mitre 23 (excasa de gobierno); el Centro de Convenciones, el Polideportivo Delmi, el microestadio y diversos museos.
"O sea, ya hay múltiples espacios para el desarrollo cultural. No estamos en contra del crecimiento cultural. A lo que desde nuestra institución apuntamos es a un progreso desarrollista totalmente equitativo y equilibrado, esto basado a una correcta administración de los bienes y recursos del Estado, sin timaciones ciudadanas. Es la prioridad para contrarrestar las desigualdades sociales", expresó Vaso.
Reflotar
Cuando Vaso planteó la iniciativa de invertir en un centro médico especializado en mayores, hubo poco interés de la clase política. Es más, en una oportunidad le dijeron que era un proyecto inviable ya que existía el San Bernardo.
"El hospital de clínicas para abuelos funcionaría solo para los adultos mayores y se sostendría a través de los aportes que le hacen al PAMI, para que todo esto se pueda autofinanciar. También propusimos que funcione un servicio de farmacia exclusivo para gerontes dentro del hospital. El objetivo final de este proyecto es claro. Busca que la salud del jubilado esté asegurada y que además se puedan crear fuentes de trabajo genuinas", manifestó Gerardo Vaso.