El pasado fin de semana se desarrolló en el sector de Bahía Gudiño del dique Cabra Corral una nueva jornada de limpieza en la que, con la convocatoria del Municipio de Coronel Moldes, sumaron su trabajo instituciones deportivas y sociales de la zona y también de la capital. La Policía Lacustre, con sus carencias de elementos y dotación para un servicio imprescindible de cuidado, y los voluntarios que constituyen siempre un ejemplo de conciencia ciudadana, dijeron presente en la cita.
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El pasado fin de semana se desarrolló en el sector de Bahía Gudiño del dique Cabra Corral una nueva jornada de limpieza en la que, con la convocatoria del Municipio de Coronel Moldes, sumaron su trabajo instituciones deportivas y sociales de la zona y también de la capital. La Policía Lacustre, con sus carencias de elementos y dotación para un servicio imprescindible de cuidado, y los voluntarios que constituyen siempre un ejemplo de conciencia ciudadana, dijeron presente en la cita.
La preservación del medio ambiente, como se evidencia en uno de los mayores embalses de Latinoamérica, es una materia pendiente de los gobiernos que no ha tenido en el tiempo distinción de sellos, colores y mucho menos de nombres, siempre circunstanciales en la gestión.
Pero la realidad es que cada vez el daño ambiental producido por quienes deben velar por su cuidado se agrava.
La contaminación de las cuencas de los ríos que alimentan el Cabra Corral tiene culpables perfectamente identificados, como son los que producen residuos industriales o cloacales, a los que se suman los gobiernos municipales que por negligencia culposa e ineficiencia toman los márgenes de esos ríos y arroyos como basurales sin el menor recaudo de higiene. Y ni hablar de tratamientos anticontaminación. Lejos de eso, las crecientes estivales "se encargan" de arrastrar toneladas y toneladas infectas de basura hacia el gran lago salteño al que algún día políticas públicas deberán prestar atención.
Remarcando enfáticamente el reconocimiento a esta y otras anteriores limpiezas cuasi titánicas, pero por cierto insuficientes ante la magnitud del daño, hoy es necesario advertir a las autoridades, en este caso a la Municipalidad de Coronel Moldes, que hay que predicar con el ejemplo.
Que auspiciar, convocar o sumarse un cada día vaya a saber cuánto, no alcanza.
Que el cuidado del ambiente debe ser tarea y obligación cotidiana.
Todo esto expresado a propósito de lo que ilustra la fotografía que acompaña esta nota y que alude nada menos que al "Servicio de recolección de residuos" o alumbrado, barrido y limpieza que los contribuyentes deben afrontar por disposición de ordenanzas comunales.
Vecinos de la zona hicieron notar que este basural "es uno de los dos que sobre unos canastos inservibles y siempre rotos existen como verdaderos focos infecciosos en el camino al Puerto de El Saladillo, a pocos kilómetros antes de Coronel Moldes, por la ruta 68".