En la mañana de ayer un revuelo generalizado se produjo en la cárcel federal de General Güemes, cuando trascendió la noticia de que uno de los detenidos allí, del pabellón 3 A, había fallecido durante la noche sin recibir ningún tipo de asistencia.
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En la mañana de ayer un revuelo generalizado se produjo en la cárcel federal de General Güemes, cuando trascendió la noticia de que uno de los detenidos allí, del pabellón 3 A, había fallecido durante la noche sin recibir ningún tipo de asistencia.
Varias llamadas recibió nuestro medio de parte de internos del penal federal, que dejaron entrever una serie de denuncias acerca de la poca asistencia sanitaria que reciben los internos, la mayoría detenidos por causas federales vinculadas al narcotráfico.
En diálogo con El Tribuno, dijeron que el preso fallecido, de 52 años, estaba recluido en el pabellón 3 A y que clamó por ayuda toda la noche sin ser escuchados sus lamentos por las autoridades del penal, hasta que se silenció su voz.
Los denunciantes anónimos que llamaron a este diario desde el penal federal dijeron además que para evitar los comentarios suspicaces de las personas quieren señalar que en ese penal casi todos los internos están recluidos allí por infracción a la Ley 23.735, es decir por delitos conexos con las drogas y que no son violentos.
Según los denunciantes el hombre fallecido tenía 52 años y aseguraron que estaba allí por un caso mínimo de drogas: hablaron de "1 kg de cocaína".
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Los penados que se comunicaron con El Tribuno expresaron que el penal cuenta con una médica que debería asistir sanitariamente a los privados de su libertad, pero que "no asiste a trabajar el año redondo y, si lo hace, no atiende a ninguno".
Para que esto tenga sustento los denunciantes pidieron a las autoridades federales, jueces y fiscales de Derechos Humanos, "que hagan una recorrida alguna vez por los pabellones y reciban las quejas de la boca misma de los penados".
Luego, en otro tramo de las declaraciones a la prensa, dijeron que el pabellón 4A está aislado por haber allí varios casos de COVID-19 positivo y que los internos no están recibiendo la asistencia adecuada y la medicación para cada caso.
También, renglón aparte, hablaron en nombre de las personas mayores que están alojadas en ese penal federal de máxima seguridad.
Justificaron que "son muchas las personas grandes de edad que se encuentran privadas de su libertad por cuestiones de drogas y por cantidades en algunos casos ínfimas".
"Yo soy joven, puedo aguantar, pero aquí hay gente muy grande que ya no puede vivir en estas condiciones porque padecen muchas afecciones y sin asistencia médica periódica esto se convierte en una tortura extra a su condena o procesamiento", señaló el convicto.
Los manifestantes dijeron que la muerte del interno de 52 años se debió a negligencia en el trato sanitario de los internos y que por ese malestar es que recurren a los medios para que desde la Justicia Federal se les hagan llegar los remedios para estas situaciones que padecen los penados.
"Tenemos un pabellón completamente aislado por muchos casos positivos de COVID-19 y eso genera malestar entre los internos que temen contagiarse y que esperan atención medica que nunca llega", dijeron anoche vía llamada telefónica internos de la cárcel federal.
El detenido habría hecho una llamada a un pariente
Le habría pedido que lo hagan cambiar de pabellón porque temía morir.
Los internos del penal federal de Güemes dijeron anoche que el compañero fallecido supuestamente por COVID-19 pidió ayuda durante mucho tiempo a los gritos y que nadie lo escuchó, solo los internos, que nada pudieron hacer. “Vimos cuando lo sacaron completamente tapado por la mañana”.
Sin embargo, por la tarde de ayer en las redes sociales comenzaron en General Güemes a hablar de otra causa con respecto a la muerte del detenido.
Uno de esos audios indica claramente que el malogrado preso se habría comunicado horas antes con uno de sus hijos para pedirle que lo cambien de pabellón porque temía morir.
En ese audio, que da nombre y apellido, surge una persona quien habría entregado al malogrado hombre.
En fin, el caso muestra innumerables aristas y varias denuncias a la vez, sobre todo en las condiciones del servicio de salud, que al parecer no es el adecuado para la gran población de detenidos.
Los internos, por distintos medios inundaron las redes sociales con videos que denuncian y muestran cómo se puede morir dentro de un penal federal. Los sitios estaban saturados con imágenes de los guardiacárceles transportando el cuerpo del infortunado detenido que, según ellos clamó en vano por asistencia médica.
Una fuente del Valle de Siancas aseguró que la causa de muerte sería una falla cardíaca. De todas maneras, los internos hicieron hincapié en que en esa cárcel “no hay criminales ni gente peligrosa; tampoco detenidos por delitos violentos”, sino personas de todas las edades, desde bagayeros a comerciantes, que fueron detenidos por causas de drogas.
“Hay mucha gente grande y muchos casos en los que hay personas acusadas por infringir la ley de drogas con apenas un puñado de gramos”, dijeron para justificar su postura.