¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

11°
9 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Una gira presidencial que puede agravarlo todo

Domingo, 06 de febrero de 2022 02:00

Argentina depende en demasía del "viento de cola", que son los dólares que ingresan por las commodities, y carece de un proyecto estratégico para desarrollarse y resguardarse con la producción de valor agrega do.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Argentina depende en demasía del "viento de cola", que son los dólares que ingresan por las commodities, y carece de un proyecto estratégico para desarrollarse y resguardarse con la producción de valor agrega do.

La suma de contradicciones en materia de política exterior en las que incurrió el gobierno de Alberto Fernández en las dos últimas semanas lo demuestran: son el resultado de la improvisación, el desconocimiento del mundo actual y del lugar que en él ocupa la Argentina.

Después de anunciar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar la deuda, y luego de solicitar la intervención del secretario de Estado estadounidense Antony Blinken, Fernández visitó Rusia y China, las dos naciones que en este momento representan la mayor preocupación del presidente Joseph Biden, su gobierno, y toda la Unión Europea.

Los dos gobiernos anfitriones son autoritarios, tienen ambiciones expansionistas y pasan por alto los acuerdos internacionales en materia de Derechos Humanos. Ninguno de los dos regímenes es compatible con los valores de la democracia representativa.

En Rusia Fernández declaró que "la Argentina tiene que dejar de tener esa dependencia tan grande que tiene con el Fondo y con Estados Unidos". Sin considerar que tanto Rusia como China forman parte del FMI, el presidente argentino recalcó que el poder lo tiene Washington: una suerte de agravio para ambos países.También dijo que la Argentina tiene que ser "la puerta de entrada de Rusia en América Latina". Esta invitación se produce cuando EEUU y la OTAN se movilizan para neutralizar cualquier intento de Putin por invadir Ucrania; el conflicto nace de la decisión de recuperar la hegemonía que la Unión Soviética tuvo sobre sus satélites, y está dispuesto a impedir que aquel país se incorpore a la UE y admita la presencia de la OTAN en su territorio. En 2014 Putin invadió Crimea en apoyo a un sector prorruso que se oponía a la europeización del país y ahora, en un clima de guerra civil en Ucrania, moviliza tropas a la fronte ra.

China es la superpotencia que disputa a EEUU el liderazgo económico y tecnológico. En su reunión con Xi Jinping, Fernández avanza en la compra de una usina nuclear y trata de acordar la implementación de la tecnología de 5G en la Argentina, con la participación de Huawei, la megaempresa china fabricante de celulares. Para Estados Unidos y Europa, el objetivo chino, con esa empresa, consiste en desarrollar espionaje global en el planeta.

Lo que es, a simple vista, una ruptura con EEUU, para Fernández es una forma de "multilateralismo". En realidad, se trata de una aventura cuyo resultado final no se conoce.

Rusia tiene más ambiciones que poder real. La pésima decisión de atarse a la provisión de vacunas Sputnik y cerrar las puertas a las marcas norteamericanas demoró medio año la vacunación de los argentinos, con 120 mil muertos como resultado. En este viaje, en lo que parece más un negocio particular que un interés nacional, Fernández y el gobernador Axel Kicillof quieren privilegiar la fabricación de la vacuna china Sinopharm en la Argentina. Rusia y China tienen, cada una, su estrategia geopolítica con la vacuna contra la COVID-19

Lo más probable es que este déficit diplomático y estratégico del presidente perjudique seriamente las negociaciones con el FMI. Pero más grave aún es el encandilamiento con dos regímenes de vocación imperial, interesados en nuestra producción primaria y cuyos objetivos estratégicos no coinciden con nuestras necesidades de industrialización y modernización tecnológica.

China se limita a ofrecer inversiones para abastecerse de materia prima que ellos necesitan y adelantos financieros para que les compremos productos industriales, sin que esto se traduzca en desarrollo para el país. Rusia ya tiene puertas abiertas en América Latina, con negocios energéticos y de equipamiento militar.

Alberto Fernández, deliberadamente o no, está llevando al país a un nuevo modelo exportador de productos primarios, que esta vez solo generará más desempleo, y construyendo una nueva dependencia, ahora con China, que seguramente será mucho peor que experiencias anteriores en nuestros dos siglos de historia.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD