Una familia de jotes cabeza negra, también conocidos como gallinazos cabecinegro. anidó en la azotea de un block del barrio Casino, en inmediaciones de la planta de Coca Cola. Los vecinos calculan que hay media docena de ellos y permanecen allí desde hace unos seis meses. Hasta les pusieron nombres: "Chanchi, Magu y Tincho", son los tres mayores. Y ya tuvieron crías.
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Una familia de jotes cabeza negra, también conocidos como gallinazos cabecinegro. anidó en la azotea de un block del barrio Casino, en inmediaciones de la planta de Coca Cola. Los vecinos calculan que hay media docena de ellos y permanecen allí desde hace unos seis meses. Hasta les pusieron nombres: "Chanchi, Magu y Tincho", son los tres mayores. Y ya tuvieron crías.
¿Qué los atrajo a esa zona de la ciudad?
Por el momento es todo un misterio. Sin embargo, se pueden hacer algunas deducciones, ya que se trata de aves carroñeras, es decir que se alimentan de animales muertos.
En algunas ciudades donde se produjo este tipo de fenómeno señalaron que, ‘la proliferación de los jotes se debe al mal manejo de los residuos domiciliarios. O bien a la existencia de un vertedero que no está tapado y eso genera focos de alimentación”.
Sin lugar a dudas, en un sitio próximo al barrio Casino, en el sur de la ciudad de Salta, se encontraría la fuente de alimentación de estos animalitos o bien en el mismo complejo de departamentos, donde posiblemente la gente deposite de manera incorrecta la basura.
Independientemente de esta situación, las aves carroñeras cumplen en la naturaleza una importante labor de limpieza de despojos de animales de pequeño tamaño, a la vez que atraen la atención de las grandes aves necrófagas hacia los cadáveres más voluminosos.
También comen huevos, mamíferos recién nacidos o incapacitados y materia vegetal en descomposición. Estas aves son fundamentales para los ecosistemas ya que eliminan la carroña, evitando enfermedades provocadas por la descomposición de la materia orgánica.
Este tipo de jotes, los cabeza negra, tiene una coloración general oscura. “Alas negras con una mancha ventral gris blanquecina cerca del extremo. Cola corta, con forma de abanico. Tiene un largo más o menos igual que las patas estando el ave en vuelo o asentada. En vuelo tiene una silueta triangular, determinada por las alas anchas y la cola corta, redondeada. Miden entre 56 y 65 cm Tienen pico y patas grises”, detallan los ornitólogos.
Vale la pena poner de relieve que estas aves no implican ningún tipo de peligro. Por el contrario, resulta indispensable que se las respete y no se las agreda hasta que decidan migrar por sí solas.
“Aunque parezca raro, es usual que aniden en sectores urbanos”
Sobre estos temas, El Tribuno dialogó con Javier Arias, estudioso de las aves e impulsor del birdwatching (observación de aves) en la provincia. “Se puede ver un ejemplar juvenil y otros maduros, posiblemente los padres. Aunque parezca extraño, es muy usual que aniden en sectores urbanos, especialmente en edificios ya que al ser carroñeros buscan los puntos más altos para divisar su comida”, explicó Arias.
También anida una familia de buitres en el campanario de la Catedral Basílica de Salta, que suelen rondar por los techos del Banco Macro.