Incertidumbre y conflicto de poderes. El ambiente en los tribunales de Comodoro Py fue tenso ayer y hoy seguirá expectante. Ana María Figueroa, la jueza y presidenta de la Cámara de Casación hasta el 9 de agosto, cuando cumplió la edad jubilatoria (75 años) no se presentó ayer en el edificio judicial a pesar de que ayer se publicó el decreto del presidente Alberto Fernández nombrándola jueza por cinco años más.
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Incertidumbre y conflicto de poderes. El ambiente en los tribunales de Comodoro Py fue tenso ayer y hoy seguirá expectante. Ana María Figueroa, la jueza y presidenta de la Cámara de Casación hasta el 9 de agosto, cuando cumplió la edad jubilatoria (75 años) no se presentó ayer en el edificio judicial a pesar de que ayer se publicó el decreto del presidente Alberto Fernández nombrándola jueza por cinco años más.
En los tribunales ayer era todo alerta. Esperaban que llegara Figueroa, quien fue jubilada por la Corte Suprema el 6 de septiembre pasado, dilucidando así una controversia que llevaba casi un mes. Sin embargo, el Ford Eco Sport azul asignado a la magistrada permaneció estacionado en Comodoro Py todo el día.
Hoy será una jornada clave. El juez Mariano Borinsky, a cargo de la presidencia de la Casación, convocó a un plenario de todos sus colegas para debatir quién ocupará la vacante de la vocalía número 9. Se trata de la silla que dejó vacante Eduardo Rafael Riggi, cuando también fue jubilado en febrero. Esa vocalía es ocupada por el juez Daniel Petrone como subrogante.
La intención de Figueroa, luego de que el oficialismo en el Senado aprobara su pliego para nombrarla por cinco años, era volver a los tribunales. Y no quería ir a la Sala I, que había integrado hasta que se convirtió en presidenta del cuerpo y a donde su decreto de nombramiento anterior la asignaba. Esa sala hoy está integrada por Diego Barroetaveña, Daniel Petrone y Carlos Mahiques. Según fuentes judiciales, Figueroa pretendería ocupar la vocalía 9, que integra la Sala III.
Hasta ayer no estaba claro qué sucederá si hoy la jueza se plantea retomar sus funciones. Según trascendidos, si esa situación se produjera, los jueces de Casación irían en consulta a la Corte Suprema. En el máximo tribunal judicial del país no hay dudas y la decisión que tomaron los jueces Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, el 6 de septiembre es firme: Figueroa no es más jueza desde el 9 de agosto.
A contramano, las opiniones en Casación están divididas entre sus integrantes, ya que hay quienes interpretan que una resolución administrativa de la Corte Suprema no puede imponerse al acuerdo del Senado y el decreto presidencial. Lo cierto es que hoy hubo poco movimiento en los pasillos del primer piso de los tribunales donde están los despachos de los magistrados. Algunos de licencia por compromisos académicos, y otros por enfermedad. De todos modos, hoy al mediodía volverán a verse las caras.
En el ínterin, hay actos administrativos realizados en ausencia de Figueroa: se designó al juez Gustavo Hornos para cubrir la licencia de su colega Juan Carlos Gemignani; se designó al juez Alejandro Slokar en la vocalía 10, que era de Figueroa, y se nombró a Mariano Borinsky presidente de la Cámara y a Daniel Petrone y Diego Barroetaveña como vicepresidentes. Es decir que tras la decisión de la Corte, la Cámara dictó medidas para poder seguir funcionando y esas medidas están vigentes.