En un contexto marcado por dos años de pandemia, desafíos económicos constantes y una administración nacional enfocada en disputas internas en lugar de resolver los problemas ciudadanos, la intendenta Bettina Romero lideró una gestión municipal en Salta que se destaca por su austeridad y enfoque implacable en la eficiencia de los recursos.
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En un contexto marcado por dos años de pandemia, desafíos económicos constantes y una administración nacional enfocada en disputas internas en lugar de resolver los problemas ciudadanos, la intendenta Bettina Romero lideró una gestión municipal en Salta que se destaca por su austeridad y enfoque implacable en la eficiencia de los recursos.
Desde el inicio de su mandato, Romero adoptó medidas audaces para abordar las dificultades económicas que afectan a los argentinos. Con una visión clara de la importancia de una gestión fiscal sólida, instruyó a su equipo para reducir gastos superfluos y gestionar los recursos de manera eficiente. El orden administrativo y financiero se convirtió en una prioridad estratégica, entendiendo que la eficiencia no solo implica gastar menos, sino hacerlo de manera inteligente.
Una de las primeras y más impactantes medidas fue la unificación del funcionamiento de las oficinas municipales en el Centro Cívico Municipal (CCM), evitando así gastos innecesarios en alquileres externos. Este cambio estratégico no solo promovió una descentralización real, sino que también generó un ahorro anual estimado de $30 millones en alquileres. Además, la renegociación de contratos permitió un ahorro adicional de aproximadamente $12 millones al año.
Recursos humanos
La gestión de Bettina Romero entre 2019 y 2023 se destacó por su enfoque austero en materia de recursos humanos, reflejando una tendencia de reducción en el personal de planta permanente. Durante su mandato, el número de empleados de planta permanente disminuyó de 2.870 en 2015 a 2440 en 2019, indicando una administración eficiente de los recursos disponibles.
Asimismo, el compromiso con la austeridad se evidencia en la ausencia de nuevas incorporaciones a planta permanente durante el periodo 2019-2023, en contraste con los años anteriores.
En un acto de responsabilidad fiscal y reorganización estratégica, la planta política municipal se redujo en un 44%. Esta medida no solo representa un ahorro considerable para las arcas públicas, sino que también señala un compromiso firme hacia una administración más eficiente y enfocada en las necesidades de la comunidad. Dicha reducción de empleados contratados en el Agrupamiento Político también refleja esta política, pasando de 259 en 2015-2019 a 154 en el periodo 2019-2023.
Estos datos indican una clara orientación hacia la optimización de los recursos humanos, con un enfoque prudente en la gestión del personal permanente y contratado, señalando la prioridad dada a la eficiencia y la contención de gastos en el ámbito político.
La gestión de Romero no se limitó a la eficiencia administrativa; también se enfocó en la optimización de otros recursos clave. La reducción del 60% en la cantidad de líneas de celulares pagadas por la Municipalidad y los controles reforzados en el gasto de combustible resultaron en un ahorro significativo de $45 millones solo en el año 2022.
Resultados tangibles
Bajo el liderazgo de Romero, la administración municipal ha demostrado resultados tangibles: de 1500 líneas de celulares al inicio de su mandato, hoy son 568.
En lo que respecta al personal, se ascendió en la carrera administrativa a 555 empleados con más de 25 años de antigüedad, sin aumentar la estructura de planta permanente. La implementación de un sistema de finalización del nivel secundario, en colaboración con la Ciudad de Buenos Aires, no solo benefició a 35 empleados, sino que también impactó positivamente en sus salarios y en la calidad de los servicios municipales.
Además, la gestión eficiente se reflejó en la jubilación de 327 empleados municipales, contribuyendo a una administración más ágil y enfocada en las necesidades actuales.
La gestión de Bettina Romero al frente de la Municipalidad de Salta es un ejemplo integral de austeridad, eficiencia y compromiso con el bienestar de la comunidad.
En tiempos difíciles, se logró sentar las bases para el crecimiento continuo de la ciudad, construyendo pilares sólidos que resisten las adversidades del entorno. No solo se pudieron superar los obstáculos, sino que se estableció un estándar elevado para la gestión municipal, sirviendo como un faro de inspiración para otras jurisdicciones en la búsqueda de la excelencia administrativa que hoy imitan en otros municipios.
Es así que el 10 de diciembre la nueva gestión recibirá un municipio en constante evolución, con un modelo de gestión muy horizontal, intentando adecuarse a las sociedades modernas que exigen una democracia más participativa no solo representativa.