La situación hídrica en el norte de la provincia volvió a cobrar protagonismo con el registro de una bajante extraordinaria del río Caraparí, que aporta agua al dique Itiyuro, el que a su vez distribuye el líquido elemento a la población del departamento San Martín.
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La situación hídrica en el norte de la provincia volvió a cobrar protagonismo con el registro de una bajante extraordinaria del río Caraparí, que aporta agua al dique Itiyuro, el que a su vez distribuye el líquido elemento a la población del departamento San Martín.
Esta bajante registrada en las últimas horas ha provocado el arrastre de nutrientes que llegaron al Itiyuro con la consecuente formación de algas, por lo cual desde la planta potabilizadora tuvieron que hacer una redosificación de productos químicos para permitir la potabilidad para el consumo humano.
Así lo explicó el gerente de Servicios de la empresa Aguas del Norte, Juan Bazán, quien aseguró que las garantías están dadas para el consumo humano, ya que si no fuese así, se habría lanzado la advertencia de que el agua es solo apta para su uso sanitario, tal cual ocurrió durante el momento más crítico de la última sequía. En aquella oportunidad, el agua para consumo de los usuarios fue restringido al reparto domiciliario en camiones cisternas, en un amplio operativo multidisciplinario que necesitó el apoyo de las municipalidades, del Gobierno provincial y del Ejército.
Bazán descartó por el momento que esta situación se vuelva a repetir, aunque advirtió que "el norte de la provincia nunca salió de la última crisis hídrica" que a fines del año pasado y principios de este 2023, provocó múltiples problemas que derivaron en serias protestas y manifestaciones de los vecinos.
Al respecto, Bazán recordó que la anterior temporada de lluvias comenzó tarde y se extendió por poco tiempo, con lo cual las reservas no lograron reponerse totalmente tras la fuerte sequía del año pasado que dejó los niveles en los mínimos históricos y que llevaron a una importante crisis en el abastecimiento para la población.
El avance de las obras para reforzar el abastecimiento de agua potable en las localidades abastecidas por el Itiyuro fue analizado por los ministros de Salud Pública, Federico Mangione; de Infraestructura, Sergio Camacho, y el presidente de Aguas del Norte, Ignacio Jarsún. Se trató de una reunión para un plan de contingencia.
"Las lluvias comenzaron recién en enero de este año y en marzo paró de llover, con lo cual podemos decir que nunca salimos de la crisis hídrica" expresó Bazán.
No obstante aclaró que hasta el momento el dique Itiyuro está trabajando con un buen nivel de cota por lo cual las reservas se han recuperado favorablemente en ese lugar. "Solo la bajante extraordinaria del río Caraparí y el arrastre de los nutrientes, nos ha obligado a redosificar los productos químicos en la planta potabilizadora para garantizar el consumo de la población" aseguró.
Por otro lado Bazán fue critico al recordar que la falta de inversiones en materia de provisión hídrica de las últimas dos décadas está afectando seriamente la regularidad del servicio en el norte que hasta el momento depende de las lluvias para el normal abastecimiento.
Pese a ello el gerente de Aguas del Norte adelantó que se trabaja en la perforación de 14 pozos para la provisión de agua para consumo humano.