Un nuevo incidente que involucró la vida de un animal reavivó la polémica sobre la tracción a sangre en la ciudad de San José de Metán, donde muchas familias humildes subsisten con los trabajos que realizan con sus carros tirados por caballos.
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Un nuevo incidente que involucró la vida de un animal reavivó la polémica sobre la tracción a sangre en la ciudad de San José de Metán, donde muchas familias humildes subsisten con los trabajos que realizan con sus carros tirados por caballos.
Días pasados un equino cayó en la intersección de las calles Salta y Coronel Vidt, en la zona sur de la ciudad. "Fue algo horrible cuando el animal quedó tirado en el piso. Pero luego su dueño lo levantó, lo puso nuevamente en el carro y se fue como si nada", dijo una vecina del sector.
Personas que estaban en el lugar fueron a ayudar al trabajador porque el animal seguramente se había golpeado al caer.
El accidente provocó gran indignación en los vecinos de la zona que advirtieron el maltrato sobre el animal. El caso puso nuevamente en actividad a los proteccionistas de animales quienes volvieron a insistir en que es necesario erradicar la tracción a sangre para que los caballos no sean sometidos a esas situaciones que se repiten frecuentemente en las calles de la ciudad..
En Metán hay muchos carreros que se dedican a hacer fletes y cobran para transportar arena y ripio, basura, ramas y escombros, entre otras cosas. Es una tradición de muchas familias humildes que se ganan la vida de esa manera, utilizando la tracción a sangre.
Desde hace algunos años estos trabajadores se oponen a reemplazar sus carros tirados por caballos por vehículos, porque aseguran que los rodados no van a poder ingresar en los arenales de los ríos de la zona y que además no pueden afrontar el mantenimiento y el costo del combustible, entre otros argumentos.
Motocarga
En 2018, el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad un proyecto de ordenanza presentado por el entonces concejal Raúl Moya para tratar de erradicar en forma definitiva a los carros tirados por caballos y reemplazarlos por vehículos motocarga.
'La iniciativa fue observada por el Ejecutivo por motivos económicos. Pero esta situación no puede continuar. Nuestra ciudad ya no es un pueblo. Hay que ordenar el tránsito, la circulación de los carreros y contrarrestar la gran cantidad de animales sueltos que hay", indicó el exconcejal.
"Si ocurre un accidente con una víctima fatal en el que esté involucrado un carro, seguramente el responsable solidario será el municipio. Por eso hay que tomar las medidas que corresponden", destacó Moya.
El proyecto hacía mención, justamente, a hechos lamentables ocurridos en la vía pública, como por ejemplo, cuando otro caballo que tiraba un carro se desplomó, lo cual causó profunda indignación en la gente.
"El maltrato animal y la tracción a sangre van de la mano, siendo motivo de muchas manifestaciones y protestas de organizaciones sociales que defienden los derechos de los animales y de proteccionistas que luchan contra la violencia hacia éstos", destacó Moya.
Se calcula que en San José de Metán hay más de treinta carreros en actividad. Moya recordó que en febrero del 2016 se realizó una reunión con grupos proteccionistas que plantearon la problemática de la tracción a sangre y los caballos que deambulan a la deriva por la ciudad. "La complejidad de la práctica de la tracción a sangre involucra asuntos no solo vinculados con la protección animal, sino también con la inclusión social, la dignidad de los trabajadores, el trabajo infantil, la movilidad y seguridad vial, entre otros aspectos fundamentales', indicó.
La iniciativa señalaba necesario promover la dignidad laboral de las personas cuya fuente de trabajo se traduce en actividades de recolección, separación y acopio de residuos sólidos para su posterior venta.
Al tomar conocimiento del proyecto, varios carreros de Metán se opusieron al cambio de los carros por motocargas, como ocurre en Salta capital desde 2017.