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Alejandro "Locomotora" Oliveras abrió los ojos por primera vez en 12 días, después de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico. La exboxeadora sigue internada en terapia intensiva en el Hospital José María Cullen de Santa Fe, donde permanece desde el 14 de julio.
Además, los médicos comenzaron a sacarle a Locomotora Oliveras (47 años) el respirador, de manera paulatina.
"Desde el punto de vista clínico, evoluciona hemodinámicamente estable. Respecto a la evolución neurológica, mantiene períodos de respuesta motora y apertura ocular, tanto espontánea como a la orden", señala el parte oficial del hospital.
Ante la estabilidad clínica y neurológica, comenzó "el proceso de desvinculación de la asistencia respiratoria mecánica", con períodos de respiración espontánea.
"Continúa bajo seguimiento permanente por parte del equipo de la Unidad de Terapia Intensiva. Su pronóstico continúa siendo reservado", detallaron desde ese centro médico.
Estas novedades sobre la salud de Locomotora Oliveras son una señal positiva. El jueves, los médicos habían informado que el ACV le provocó a la exboxeadora un severo daño en el hemisferio izquierdo. Además, indicaron que tendrá secuelas neurológicas, aunque aún no se sabe cuáles serán.
El accidente cerebrovascular de la electa convencional constituyente santafesina estaría asociado a un cuadro de hipertensión no controlado. También precisaron que Locomotora llegó a la guardia del hospital fuera de la ventana de tiempo que le hubiera permitido ser operada por la lesión cerebral.
Alejandra "Locomotora" Oliveras, de 47 años, comenzó a mostrar los primeros síntomas de un cuadro neurológico el lunes 14 de julio, a primera hora del día. Horas antes de la cita para asumir como concejal constituyente de Santa Fe, su hijo la encontró en un estado de confusión. Tras el llamado al Servicio de Emergencias provincial y una primera atención en un centro de menor complejidad, Oliveras fue derivada al Hospital “Dr. José María Cullen” de Santa Fe.
La ex boxeadora ingresó a la guardia del Hospital Cullen a las 9:20 de la mañana del 14 de julio. En ese momento, se le constató un síndrome confusional asociado a una pérdida de movilidad de toda la parte izquierda del cuerpo. Rápidamente, se realizaron diversos estudios, incluyendo tomografías y resonancias, que confirmaron que había sufrido un Accidente Cerebrovascular Isquémico (ACV) del lado izquierdo.
El cuadro de salud de Oliveras se complicó el miércoles de la semana pasada. Una tomografía de control detectó un aumento en la presión intracraneal, lo que estaba generando un edema que amenazaba con comprometer sus funciones vitales. Ante esta situación crítica, se decidió realizar una cirugía de urgencia: una craniectomía descompresiva. Este procedimiento quirúrgico busca generar espacio para reducir la elevada presión intracraneal y prevenir daños mayores.