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La escuela del prestigioso Ballet Salta, dirigido por Marina y Hugo Jiménez, presentará su espectáculo "Colores de mi tierra", este viernes, a partir de las 21, en la sala Juan Carlos Dávalos de la Casa de la Cultura, Caseros 460. La muestra anual significa un show de danza, música y canto, donde el público podrá disfrutar de diferentes coreografías que representarán a distintas zonas de nuestro país, con un gran despliegue de movimientos y un colorido vestuario.
"Contaremos con la presencia de invitados especiales, como: Fernanda Cabaña y Eric Rivadineira, bailarines del Ballet Folklórico de la Provincia "Martin Miguel de Güemes"; Yonatan Plaza, desde Buenos Aires, bailarín del Ballet Salta. También la academia "El Encuentro", con la participación de niños y adultos; y el canto y la música del "Ángel Latino" Pepe Contreras, con un conocido repertorio para toda la familia", resaltó Marina
"Este día niños, jóvenes y adultos subirán al escenario en una noche donde mostrarán todo lo aprendido durante el año. Será una verdadera fiesta de la danza, con niños y jóevnes que asoman con enorme talento. También da gusto disfrutar de los adultos que nos brindan un ejemplo de vida", agregó la profesora y bailarina salteña. Entradas en venta por Salta Ticket.
"Se cristalizarán diversos cuadros, será una pincelada al país, a través de su música y vestuario. Recorreremos distintas regiones del territorio nacional. Habrá fantasía de malambo", dijo Hugo.
"No será una velada más, rondará la nostalgia y la emoción, ya que venimos realizando la despedida de los escenarios", sintetizó Hugo Jiménez.
Símbolos de la danza
Marina y Hugo fueron abrumados con elogios, distinciones y premios a lo largo de su carrera artística. Son símbolos de la danza nacional, con raíces en la tierra del general Martín Miguel de Güemes. Referentes de los ritmos folclóricos, que pasearon sus coreografías por gran parte del mundo.
Marina y Hugo Jiménez, a través de la danza, llevaron a Salta por todo el mundo, su destreza y talento se grabó en la retina de los habitantes de todos los continentes. Solo algunos elegidos del folclore pudieron cristalizar esta realidad. A través de los años, se constituyeron en inobjetables embajadores de la cultura nacional.
"El secreto está en asumir la lucha, también es fundamental el factor suerte, solo que hay que saber cuidarla y alimentarla, como a una amiga. No es poca cosa perdurar durante más de 50 años, el trabajo, el esfuerzo y el sacrificio nos ayudaron a mantener la vigencia", sostuvo Marina.
La historia de Hugo y Marina
Hugo Jiménez y Marina Tondini se conocieron en la década del 70, cuando él estaba seleccionando bailarines para crear un ballet folclórico con sello bien salteño. Ella se destacó desde el primer momento por su talento y su técnica, recuerda Hugo, hoy, 54 años después de ese primer encuentro. Él ya tenía una década dedicada a la danza y, literalmente, se enamoró del estilo y de la gracia de Marina... y de Marina. "Nos casamos después de que el ballet comenzó a dar sus primeros pasos", contó Hugo. Él nació en la capital salteña, de un matrimonio conformado por un chaqueño y una seclanteña. Ella nació en La Quiaca, pero a los tres meses su familia se vino a vivir a Salta.
Mientras Marina se dedicó a la danza desde muy temprana edad, Hugo tuvo antes otro pasatiempo. "Yo empecé cantando en un conjunto que se llamaba Los Arrieros. Nos dedicábamos a imitar a Los Chalchaleros. Sin dudas que no era mi verdadero camino, y finalmente decidí dedicarme a la danza. A los 18 años me fui a Buenos Aires, donde después de formarme en danzas clásicas, moderna, flamenco y tap, me volqué de lleno al folclore. Formé parte del elenco de El Chúcaro, hasta que fundé el Ballet Salta, con ese estilo tradicional y auténtico", afirmó Jiménez.
Estos maestros de la danza ya empezaron a pensar en el adiós y por eso planificaron una serie de presentaciones en distintos puntos del mundo durante el 2025. Este año realizaron giras a Japón y Estados Unidos.