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26 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Vuelve el verdadero Carnaval de los barrios, de esos que cortaban calles

"Carpuma", el carnaval autogestivo de los veteranos de Los Pumas invitan al baile, el 3 de marzo, desde las 15, en la pasaje Goytea, de Villa Primavera. Familiar, gratis y a beneficio de un comedor comunitario de Atocha.
Martes, 18 de febrero de 2025 11:16
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Esa nostalgia por los carnavales en los barrios, en una calle cortada, donde se escuchan las carcajadas de las abuelas que miran a los chicos jugando con agua y pintura, mientras suenan las cumbias de los más grandes que bailan con sus sombreros de "tetra", vaso térmico en mano y los adolescentes que comienzan a aprender el juego de la atracción quedan todos amparados bajo el sol húmedo en el cemento de finales del verano y salpicados por algún chaparrón pasajero.

Ese paisaje urbano aún no se perdió. 

¿A dónde se puede encontrar esa reliquia social?

En Villa Primavera, patrimonio humanístico del oeste de la ciudad de Salta.

"La fiesta del verdadero Carnaval barrial se llama Carpuma y se hace en pasaje Goytea, el 3 de marzo", dijo orgullosa Andrea Mamaní, organizadora del encuentro carnestolendo como los de antes.

El "Carpuma" es un carnaval autogestivo, que no pretende ganar dinero, pero que tiene un fin solidario a beneficio del comedor comunitario 

La fiesta del Carnaval barrial de Salta será el próximo 3 de marzo, en el pasaje Goytea, desde las 15, hasta las 20 aproximadamente, en donde se congregarán las familias con sus mesas plegables, conservadoras cargadas de hielo y bebidas, nieves, bombuchas, sándwiches de milanesas y equipos completos de mate.

"Este ya es el este sería el tercer año que lo hacemos. Este es un Carnaval para disfrutar en familia: lo empezamos a hacer primer año por ese lado, queríamos hacer algo para compartir nosotros y se nos dio la idea de poder colaborar con algún comedor. Ahí fue que empezamos a colaborar con el comedor Jesús Te Ama, de Atocha. No damos plata, pero recaudamos mercadería y todo lo que se pueda colaborar. Hay un bono contribución que sirve para comprar la mercadería", dijo Andrea.

Los Pumas son un equipo de fútbol amateur que se constituye como el origen de esta idea de juntarse a festejar el Carnaval, luego las mujeres lanzaron la posibilidad de ser solidarios. Todos se prendieron y cada año suman más carnavaleros. Los Pumas tienen 28 años de existencia y el Carnaval Carpuma 3 años.

"Los Pumas se conocen de toda la vida. Yo soy más chica, pero bueno mi papá él es uno de los fundadores y bueno, al pasar los años este yo fui creciendo también, me fui juntando con los chicos todos y así llegamos al tercer año de la carpa", dijo.

La invitación es libre, abierta y gratuita. Está la posibilidad de de llevar alimentos para el comedor, comprar el bono contribución, llevar calzado, indumentaria, abrigo y hasta útiles escolares si es posible. Todo sirve para acompañar el trabajo del  comedor comunitario.

"El año pasado juntamos fondos para poder comprarle una silla a una nena. Para este año bueno lo vamos a hacer para juntarles mercadería. Acá nadie hace política, nadie nos ayuda, todo es gratuito, acá no se cobra entrada, no se vende nada, no hay alcohol; es todo muy familiar", explicó.

El bono solidario también sirve para pagar el DJ y la banda de música. Es verdad que llega gente a vender comidas o buñuelos para los mates; pero es la misma gente del barrio que usa la convocatoria como alternativa para trabajar y tener unos pesos.

El año pasado llegaron al menos 300 personas y fue una fiesta total sin incidentes, todo fue alegría.

"Pensamos que este año van a venir más personas. Se está convirtiendo en un acontecimiento que convoca a toda la familia y que ahora es solidario. Vienen de todos lados, no solo de acá de Villa Primavera. El año pasado vino gente de Solidaridad, de los barrios del sur capitalino, de todo el este, de Palermo, muchísima gente", aseguró.

La ornamentación comienza a las 10, se cuelgan banderines, luego comienza a llegar la gente con sus sillas, con sus bolsas de harinas, los niños con las ropas acorde al descontrol de pinturas, los más viejos con sus sifones y pingüinos y las abuelas con los termos y mates.

Y así se va armando la alegría hasta la noche en donde todos, paulatinamente irán volviendo a ser quienes son.

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