Después de la lluvia, todo se ilumina. Este fue el caso del Dúo Pumba, compuesto por Mariano Agustoni y Hugo Maldonado, que tuvieron que reprogramar su función en el teatro El Pasillo, por el inusitado temporal que azotó a la ciudad el día en que debía llevarse a cabo la presentación.
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Después de la lluvia, todo se ilumina. Este fue el caso del Dúo Pumba, compuesto por Mariano Agustoni y Hugo Maldonado, que tuvieron que reprogramar su función en el teatro El Pasillo, por el inusitado temporal que azotó a la ciudad el día en que debía llevarse a cabo la presentación.
Roza lo inefable la música que inundó las paredes de la sala ubicada en José de la Iglesia 1.190. Agustoni en piano y Maldonado en percusión, guitarra, loops y accesorios, son músicos que, como diríamos en lo cotidiano, hacen lo que quieren con sus instrumentos.
Con una puesta en escena sencilla, desde el primer contacto, invitan a adentrarnos en ese mundo mágico, al cual hay que estar dispuestos a entrar.
No es un descubrimiento afirmar que la música es un universo amplio; más si lo es contar que estos jujeños, radicados en Buenos Aires, se atreven a transitarlo, poniendo ellos las reglas de cómo moverse en él.
Y ahí estamos los oyentes, dejándonos llevar, transitando calles y senderos de notas que surgen como si se tratara de un ensayo en vivo. Ambos, se miran constantemente, como esperando la improvisación del otro, para acoplarse y no romper la armonía.
"Vidala para mi sombra" fue la llave que abrió el portal al universo melódico de estos creadores, que además deslumbraron con el juego vocal con el que interpretaron la obra. "Vientito de cuyo" mostró la faceta cantora de Hugo Maldonado, que se acompañó con guitarra criolla, además del piano de su compañero. "Urundel", de Mariano Agustoni impactó por la dinámica entre loops (compases grabados y enlazados al instante) y los instrumentos convencionales.
Y ahí, después de mucha música, aparecieron las palabras. Agustoni, muy agradecido con el público por asistir, por estar atentos a la reprogramación, dijo "las cosas se acomodan cuando uno no hace fuerza y se suelta", en referencia a los sucedido el miércoles y la imposibilidad de hacer el espectáculo. Luego expresó que "es un placer hacer música con amigos y con este compañero. Agradezco a los amigos músicos de Jujuy que siempre están".
Pasado el saludo, se acercaron al escenario Caro Escobar, para cantar con potente dulzura y Juan López Guerrero con su cadenciosa flauta traversa, juntos interpretaron la zamba de Hugo Maldonado, Lapachos del Río Chico, grabada en el disco Xibi-Xibi, de Caro Escobar y un kalluyo boliviano, que lleva por título "Al cautiverio", en el que la cantora brilló con su interpretación en quechua.
Entre canciones, interactuaban con el público, contaban breves historias. Mencionaron que el nacimiento del Dúo Pumba está ligado a "Puja" el nuevo disco solista de Hugo Maldonado.
Recuerdos, emociones y sensaciones varias, se respetaron con La "Tonada del diablero", en homenaje a Mario Arias, fallecido el año pasado, papá del "Tarco" Santiago Arias, integrante con Agustoni y Maldonado de La Cangola Trunca.
Música uruguaya ("De mi pueblo", de Eduardo Mateo), con una base candombera, al estilo Pumba, con loops y sonidos singulares; "Mercedes", composición de Maldonado en honor a "La Negra" Sosa, continuaron el encuentro.
Más amigos fueron convidados. Eximios músicos locales, Maxi Sánchez de Bustamante y Luis Bernal, interpretaron "Arbolada", de Maldonado. La despedida fue con anfitriones e invitados, interpretando, nuevamente, "El cautiverio".
Sin dudas, Pumba es para escuchar, con la mente puesta en disfrutar. Son músicos fuera de serie, ejecutando una mezcla de herramientas musicales de distintos ritmos. Mariano Agustoni y Hugo Maldonado Barros, nos hicieron un exquisito convite de música que se percibe con los oídos, pero se escucha con el alma.