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Camila Perissé, belleza, talento y una mente adelantada

La actriz y vedette, símbolo del destape de los 80, y gran talento de TV, cine y teatro, falleció esta semana.

Lunes, 04 de marzo de 2024 01:00
DE BELLEZA INUSITADA | SUPO MOSTRAR DE TODAS FORMAS SU TALENTO.

La actriz y vedette Camila Perissé murió el martes pasado en el hospital Español, donde se encontraba internada por una fuerte neumonía. Tenía 70 años y se fue en situación de suma necesidad. Injusto final para quien brilló en las pantallas, las revistas y los escenarios.

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La actriz y vedette Camila Perissé murió el martes pasado en el hospital Español, donde se encontraba internada por una fuerte neumonía. Tenía 70 años y se fue en situación de suma necesidad. Injusto final para quien brilló en las pantallas, las revistas y los escenarios.

Fue una de las más significativas representantes del destape de la década de los 80 y con un importante recorrido en cine, TV y teatro.

Tuvo problemas de salud muy importantes que la aquejaron en los últimos años.

El jueves al mediodía despidieron los restos de la artista argentina que fue ícono del mundo del espectáculo durante los ochenta. Tenía 70 años y desde hacía tiempo padecía severos problemas de salud. Su último adiós fue en el Cementerio de la Chacarita, donde se acercaron algunos seres queridos.

Reconocida en el medio artístico, Perissé fue dueña de una importante trayectoria en teatro, cine y televisión. Vivió en el exterior y en los últimos años se había instalado en Mariano Benítez, a 30 kilómetros de Pergamino.

Camila Perissé se llamaba en realidad Camila Porro, aunque había elegido el apellido materno para su actividad artística. Se transformó en un "sex-symbol" del país durante los 80.

CON TATO BORES | EN LA TELEVISIÓN.

La extinta edición local de la revista Playboy la tuvo como habitante de sus tapas y páginas interiores varias veces, a partir del famoso desnudo que protagonizó en "La señorita de Tacna", una obra de Mario Vargas Llosa que dirigió Emilio Alfaro en el teatro Blanca Podestá, con Norma Aleandro al frente del elenco.

Corría 1981 y si bien la dictadura cívico-militar parecía haber superado su sanguinaria faena de 1976 a 1978, había que animarse a un desnudo total en épocas de censura impenetrable.

Admirada por su innegable atractivo físico y por la firme voluntad de incursionar en las artes, integró por un tiempo el Ballet Estable de Joaquín Pérez Fernández.

Crilla y su discípulo Agustín Alezzo la dirigieron en su debut con "Despertar de primavera" (1977), de Frank Wedekind, junto a un elenco de principiantes que luego lograron fama y un buen pasar gracias a la televisión, entre ellos Luisa Kuliok.

En teatro se animó a todo: desde secundar a Rudy Chernicoff en "Yo, argentino", participar como vedette o media vedette en las revistas "Zulma en el Tabarís", con Zulma Faiad; "La revista del Mundial", con Joe Rígoli; "El Maipo es el Maipo y Gasalla es Gasalla", con Gasalla, Enrique Pinti y Claudia Lapacó; o hacer comedia en "Amores míos", con Thelma Biral, Raúl Aubel y Víctor Hugo Vieyra.

Hasta que llegó "La señorita de Tacna" y su fama y su cotización subieron de golpe; fue contratada para compartir cartel con Soledad Silveyra en "Íntimas amigas", y con Juan José Camero y Eva Franco en "Las mariposas son libres", que en 1971 había elevado al estrellato a Susana Giménez, dirigida por José Cibrián.

CON SU ESPOSO Y AMOR INCONDICIONAL | JULIO “EL CHINO” FERNÁNDEZ.

En 1993 trabajó en otra obra de Vargas Llosa, "Pantaleón y las visitadoras", dirigida por Hugo Urquijo, que le valió integrar una terna como mejor actriz en los Premios ACE.

Desde el principio su figura había aparecido en numerosas publicidades y la televisión no fue ajena a sus encantos: se la vio en "Tato por ciento", "Como en el teatro", "Esa provincianita", "Viva la risa", "Desde adentro", etc.

En la pantalla grande sirvió como anzuelo visual en películas como "Fotógrafo de señoras" (1978), con Jorge Porcel, "Mi mujer no es mi señora" (1978), con Alberto Olmedo, "Encuentros muy cercanos con señoras de cualquier tipo" (1978), para ambos cómicos; la infantil "Los superagentes no se rompen" (1979), dirigida por Julio De Grazia; y "Te rompo el rating" (1981), otra vez con Porcel.

En 1985 figuró en la dramática "Bairoletto, la aventura de un rebelde", de Atilio Polverini, y en tres películas donde el cine argentino intentó un "porno-soft" más ridículo que excitante: "Los gatos (Prostitución de alto nivel)" y "Las esclavas", de Carlos Borcosque (h); y "Las lobas", de Aníbal Di Salvo.

Hubo otros títulos, pero las revistas de la farándula atisbaban la vida particular de Camila como si no pudieran apartarla de su figura sexuada, por lo que fue vinculada con personajes de la vida artística, política y deportiva; pero ella prefirió aquerenciarse en lugares apacibles y provincianos como Lobos o Pergamino. Sus problemas eran más graves de lo que el periodismo creía y tenían que ver con sus adicciones.