Los choferes de las líneas del servicio urbano cumplieron ayer la segunda jornada de abstención de tareas impulsada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) a nivel local ante la falta de pago de los salarios del mes de enero.
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Los choferes de las líneas del servicio urbano cumplieron ayer la segunda jornada de abstención de tareas impulsada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) a nivel local ante la falta de pago de los salarios del mes de enero.
A pesar de la conciliación obligatoria que dictó el Gobierno de la Provincia para levantar el paro, los colectivos no salieron ayer a las calles. "Esto es un contrato laboral con contraprestaciones. El trabajador trabaja y el empresario tiene que pagar el sueldo" señaló Sergio Lobo, referente de UTA Jujuy.
Desde el gremio advirtieron que hasta el momento no han recibido una propuesta por parte de las empresas para el pago de los salarios adeudados. También manifiestan que recibieron amenazas de despidos, intimaciones y de hasta el cierre de alguna empresa por parte de los empresarios.
"Hasta el momento no tenemos respuesta alguna, es por ello que los trabajadores sostienen la abstención de tareas" señaló respecto de la continuidad de la medida y agregó que "si se recibe una propuesta razonable y de cancelación, se destrabaría el conflicto".
Deuda salarial
Lobo detalló que las empresas que adeudan salarios son las del servicio urbano de la capital, que "dependen del fondo compensador nacional" recientemente eliminado.
La posición de muchas de las empresas es que no tienen los fondos que necesitaban de Nación, lo que se destina a " entre un 60 y 70% del salario de los trabajadores".
En tanto, se argumentó que previo a definir la medida de fuerza, se esperó un "tiempo prudencial" para que los empresarios cumplan con sus obligaciones y que además realizaron "todas las gestiones necesarias ante las autoridades que tienen que ver con el transporte", no obstante, siguen instando por una mesa de diálogo para destrabar el conflicto, "no generado por los trabajadores, sino por decisiones políticas de un Gobierno Nacional".
Cabe mencionar que el gremio demanda la "cancelación de la totalidad del salario el mes de enero, más el pago de un adicional de 60.000 pesos que ya se había pactado en octubre del año pasado".
En referencia a que el precio del boleto alcance los mil pesos, el referente de la UTA local opinó que se debe a una "decisión política a nivel nacional". "La decisión de quitar los fondos de Nación al interior es del presidente. Él dijo que alguien tiene que pagarlos y se va a trasladar a la tarifa, no queda otra", finalizó.