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“En tiempos difíciles, la palabra alivia”

La licenciada en Psicología Cecilia Colche propuso algunas consideraciones y reflexiones para practicar.
Martes, 19 de marzo de 2024 01:01
CECILIA COLCHE | LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.

En medio de la pérdida del poder adquisitivo por la alta inflación, el desasosiego político, las consecuencias en el día a día de cada familia y el avance de la pobreza, no hay que perder de vista el impacto que tiene sobre la salud mental de cada persona.

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En medio de la pérdida del poder adquisitivo por la alta inflación, el desasosiego político, las consecuencias en el día a día de cada familia y el avance de la pobreza, no hay que perder de vista el impacto que tiene sobre la salud mental de cada persona.

 

La profesional resaltó la importancia del intercambio, "resguardarse en el otro cada vez que se pueda".

 

La licenciada en Psicología Cecilia Colche consideró que "hoy por hoy es tan abrumadora la realidad que se nos presenta, sobre todo en términos económicos, que todo eso que uno considera relativamente armado empieza a tambalear y en esto incluyo a todos los estratos sociales". Puntualizó que se trata de cosas que se tienen en la agenda cotidiana como "pagar los impuestos, prever los gastos para el colectivo, para un taxi o para el combustible que requiere un auto para llegar al trabajo, una rutina de gimnasio, asistir a cursos de idiomas o de canto. Todo eso que uno viene armando de repente se ve tambalear".

La profesional añadió que "se escucha en los discursos expresiones relacionadas al asombro y a la incredulidad de lo que se observa y estas impresiones se ven acompañadas de sensaciones de incertidumbre y temor, generando un impacto directo en la percepción de aquello que está construido en la cotidianeidad subjetiva".

La licenciada expresó que "se observa en parte de la sociedad como un aplastamiento del deseo, como si se hubieran reducido los espacios dedicados al placer: la recreación, el disfrute, el plan que nos desconecta de lo obligado". Considera que esa reducción del bienestar emocional es preocupante.

Cecilia Colche indicó que "una definición de deseo que me parece interesante sería aquello que resta de la relación entre demanda y necesidad. Algo que va más allá de lo que satisface una necesidad, que no se conforma con eso y que motiva a seguir, sería todo aquello que nos convoca y que es el verdadero motor de la vida" y acotó "es decir, que vivir es mucho más que respirar. Y ese plus es lo que nos hace sujetos, sujetos a un deseo".

Advirtió que "cuando la presión de una realidad se encuentra concentrada en lo económico, deja poco espacio para la aparición de aquello que va más allá de la necesidad y queda una sensación de aplastamiento".

"Ante esto que resuena en estos tiempos adversos sugiero tener en cuenta la importancia de reconocer todo aquello que nos genera disfrute e intentar ir por ello, no es necesario que sean grandes eventos o planes; en esto, muchas veces el arte y la creatividad brindan alivio: pintar, leer, cantar o cocinar pueden ser espacios de conexión con otros aspectos de la humanidad; como un modo de resguardarse, de resguardar el deseo", apuntó.

Y en ese sentido de resguardo y un contexto que indica la necesidad de reducir gastos dijo que "la idea sería poder evitar recortar aquellas cosas que brindan bienestar emocional, en la medida que se pueda" y ejemplificó con que "puede ser que una persona no tenga ningún otro momento de disfrute que ver una película o salir a andar en bicicleta".

Respecto a cuánto tiempo una persona puede aguantar este tipo de presiones o cuándo debería hacer una consulta profesional con un psicólogo/psiquiatra, la profesional remarcó que "creo que más que pensar en términos de tiempo es estar atentos a la aparición de algunos fenómenos que ocurren en forma repentina muchas veces a nivel del cuerpo: insomnio, cuestiones gastroenterológicas, palpitaciones, desgano acentuado, pérdida del apetito. Estas apariciones sorpresivas deben ser escuchadas y realizar la consulta profesional específica", puesto que "la angustia muchas veces se refleja en el cuerpo".

Acciones y alivio

Detalló que "ante esto que resuena en estos tiempos adversos, algunas consideraciones serían: tratar de evitar el bombardeo de información que pueden generar angustia o mayor incertidumbre, reconocer y cuidar espacios con personas que nos propicien bienestar (tomar un café, juntarse a tomar unos mates), realizar alguna actividad física, solo o acompañado, acentuando la importancia de que el cuerpo esté en movimiento (caminatas, gimnasia en casa o al aire libre). Permitirse momentos de humor y de risas con los que nos vinculamos diariamente (en el hogar o en el trabajo) favorecer la conexión con pequeños placeres que son propios y que uno reconoce: leer, dibujar, bailar, etc".

"Todo lo sugerido inicia y concluye con la importancia del vínculo y de la palabra mediando entre uno y el otro. En tiempos difíciles, la palabra alivia", finalizó.

Cuándo consultar

Sobre en qué momento consultar a un profesional es importante poder “reconocer cuando algo del orden de la angustia perturba nuestra cotidianidad: dificultad para conciliar el sueño, falta de ánimo para iniciar el día, pesadillas, opresión en el pecho; sensación de taquicardia o pulsaciones aceleradas. También falta de apetito, aparición de malestar gastrointestinal sin razón aparente, todo aquello que el cuerpo muestra en forma repentina. Así como las dificultades en los vínculos familiares y/o laborales”. @ceciliacolche

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