"Brazos Abiertos" el 24 de febrero se cerró una temporada más de encuentros entre niños, niñas y adolescentes, que durante enero y febrero juegan, disfrutan de distintos talleres, aprenden cosas nuevas, se encuentran con amigos, comparten y reconocen sus derechos. Como todos los años el cierre es una fiesta. Cada taller muestra y cuenta a los padres y autoridades presentes, lo que aprendieron, disfrutaron y cuanto cuesta despedirse de los amigos y profes hasta el próximo verano. El objetivo de "Brazos Abiertos" es alejarlos del trabajo infantil y fundamentalmente promover sus derechos. 120 niños, niñas y adolescentes de 4 a 17 años, provenientes de las zonas rurales de Ovejería, de los barrios El Milagro y 25 de Mayo, cada verano encuentran en el programa un entorno amoroso, protector y educativo esencial para su desarrollo pleno.
inicia sesión o regístrate.
"Brazos Abiertos" el 24 de febrero se cerró una temporada más de encuentros entre niños, niñas y adolescentes, que durante enero y febrero juegan, disfrutan de distintos talleres, aprenden cosas nuevas, se encuentran con amigos, comparten y reconocen sus derechos. Como todos los años el cierre es una fiesta. Cada taller muestra y cuenta a los padres y autoridades presentes, lo que aprendieron, disfrutaron y cuanto cuesta despedirse de los amigos y profes hasta el próximo verano. El objetivo de "Brazos Abiertos" es alejarlos del trabajo infantil y fundamentalmente promover sus derechos. 120 niños, niñas y adolescentes de 4 a 17 años, provenientes de las zonas rurales de Ovejería, de los barrios El Milagro y 25 de Mayo, cada verano encuentran en el programa un entorno amoroso, protector y educativo esencial para su desarrollo pleno.
A las 9 llegaban al Polideportivo de Ovejería en el barrio El Milagro, los recibía la coordinadora Florencia Segovia, el grupo de profesores y el equipo de cocina listos para desayunar e iniciar las propuestas del día. Cada taller era una nueva propuesta para pensar, disentir, escuchar, disfrutar y elegir siempre siendo protagonistas, "Brazos Abiertos" acompaña y propone. Los profesores y talleristas son quienes ponen el cuerpo y el corazón para que cada niño, adolescente encuentre en "Brazos Abiertos" su lugar. Son muchos los que participaron estas diez temporadas. Algunos lo hicieron sólo un verano y muchos otros crecieron junto a Brazos Abiertos. Con mucho orgullo, este año se incorporó un nuevo tallerista que creció como participante del programa y hoy es "el profe de deporte" que acompaña a los niños.
Compartir un día en el Polideportivo resulta una experiencia muy interesante. Se los ve participar en cada talle de manera libre, escuchando, hablando y proponiendo. El Polideportivo Municipal, que hace 10 años pone a disposición el municipio, es un verdadero paseo donde se puede apreciar las paredes cubiertas de hermosos murales, verdaderas obras de arte, que cada verano pintan los chicos acompañados por el profesor Pablo Quispe. Allí en las paredes dejan sus huellas, sus sueños, sus miedos, sus esperanzas.
Hace años atrás con el compromiso de la comunidad y de la fundación, se pudo ampliar el polideportivo sumando la construcción de una cocina. Debidamente equipada es el espacio donde se realizan los desayunos, almuerzos y meriendas. Este año, particularmente muy complicado desde lo económico, exigió un mayor esfuerzo de parte de todos. Buscando precios, recalculando presupuestos. "Las chicas de la cocina", como así las llaman los chicos, hacen "magia de sabores" y proponen nuevos platos ricos en nutrientes. Para muchos niños son las únicas comidas del día. Como en la vida misma, por supuesto, no todo es alegría. Muchísimas son las problemáticas de las familias y de algunos niños, que a veces se pueden contener y empoderar, y muchas otras superan la competencia o herramientas y se busca derivar.
"Brazos Abiertos" no se termina cada verano, continúa en las escuelas primarias de Monterrico durante todo el ciclo escolar. Participando e intentando fortalecer las trayectorias escolares.
Bajo esta misma dinámica, "Brazos Abiertos" también se desarrolla en Salta, Tucumán y Misiones llegando a más de 400 chicos. La propuesta del programa, su mirada, la metodología e implementación está a cargo de la Fundación Vamos a andar. Pero es la empresa Alliance One Tobacco Argentina la que impulsa y asume desde sus orígenes un gran compromiso para que los niños, niñas y adolescentes de las zonas rurales tabacaleras de Salta, Jujuy, Tucumán y Misiones encuentren un futuro mejor, sin trabajo infantil y con mejores perspectivas laborales futuras.