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La historia de Viltipoco

Viernes, 19 de abril de 2024 01:04
VILTIPOCO, ILUSTRACIÓN RAÚL GORDILL

Viltipoco es un protagonista que ha quedado en el imaginario de la memoria popular como líder indígena, ya que tuvo la capacidad de nuclear a los diversos grupos nativos de nuestra región que presentaban un sentido de pertenencia y adscripción étnica bien definida para comienzos del siglo XVI. Este liderazgo fue de vital importancia para resistir el avance español que traía a su paso muerte, inquietud, agotamiento de recursos y pocas posibilidades de negociación de vivir en un modo diferente al europeo.

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Viltipoco es un protagonista que ha quedado en el imaginario de la memoria popular como líder indígena, ya que tuvo la capacidad de nuclear a los diversos grupos nativos de nuestra región que presentaban un sentido de pertenencia y adscripción étnica bien definida para comienzos del siglo XVI. Este liderazgo fue de vital importancia para resistir el avance español que traía a su paso muerte, inquietud, agotamiento de recursos y pocas posibilidades de negociación de vivir en un modo diferente al europeo.

Para estos tiempos, existían numerosos grupos indígenas que estaban organizados con distintas complejidades políticas, estratificación social y experiencias culturales en cuanto al dominio estatal y pago de tributo para otras culturas. Además, estos grupos indígenas ya tenían conformados mecanismos de negociación y alianzas por las grandes distancias en la que se ubicaban los recursos necesarios para la subsistencia. Esta comunicación continua y el deseo de mantener la independencia política, social y económica hicieron que la fundación de ciudades y la seguridad de los caminos fueran una dificultad para el conquistador, demostrando concretamente que la dominación de esta región no sería igual a la de los Andes Centrales.

En el caso del territorio de la actual provincia de Jujuy, se realizaron varias fundaciones que debieron ser rápidamente abandonadas por las amenazas y ataques inminente de los indígenas para recobrar su territorio. La primera fundación fue llevada a cabo en 1561 por Gregorio de Castañeda con indicaciones del gobernador de Tucumán Juan Pérez de Zurita con el nombre de Ciudad de Nieva en el valle de Jujuy. Luego por órdenes del Virrey Toledo en 1575, Pedro de Zarate fundó en un lugar cercano a la anterior fundación a la ciudad de San Francisco de la Nueva Provincia de Alaba. Por último, en 1593 el gobernador Ramírez de Velasco ordenó a Francisco de Argañaraz y Murguía la fundación de San Salvador en el valle de Jujuy, y como estrategia para mantener la fundación de la ciudad fue la de "pacificar" la región, siendo otra manera de denominar la conquista.

Para esta época, en 1593 existen registros de que Viltipoco "Sr. de Humahuaca", Hijo de "Juan Calchaquí", y su esposa "Manka" mantenía relaciones con la Audiencia de Charcas, ofreciendo pagar su tributo en maíz. También de que el padre Gaspar Monroy, hizo denodados esfuerzos para incorporarlo a la fe cristiana, sin lograrlo. El cacique Viltipoco era hábil y no estaba dispuesto a ceder su territorio y gente a los españoles; por lo cual, logró organizar bajo su mando a curacas y caciques de diversas regiones que se extendían hasta los valles Calchaquíes y el norte de Chile. Tenía en alianza a un total de 10.000 indios de las jefaturas tales como la de los Tumbayas, los Tilcaras, los Uquias, Diaguitas, Chichas, Apatamas y a los Churumatas.

No obstante, la demora del inicio de la rebelión provocada por ser época de cosecha resultó nefasta para Viltipoco, ya que ante el temor de un ataque indígena hizo que Francisco de Argañaraz salga a su captura con una columna de hombres una noche de abril o mayo de 1594. Esa noche fue apresado Viltipoco en conjunto con otros caciques en Purmamarca, así la rebelión fue desbaratada. Cabe resaltar que dentro del relato popular se expresa que Viltipoco fue sorprendido durmiendo sobre un cuero en Purmamarca debajo de un algarrobo, que hoy en día se lo denomina algarrobo histórico y se encuentra en cercanía de la plaza central de dicha localidad.

En la noche de la captura, Viltipoco fue trasladado a San Salvador de Jujuy, para luego ser llevado a Santiago del Estero, en donde moriría en prisión, sin precisión de la fecha.

También con el pasar del tiempo Viltipoco será la motivación de grandes escritores para clamar su presencia en el paso del tiempo.