En el Domingo de la Divina Misericordia ayer se celebró a Dios, que ama y perdona sin límites. Fue Santa Faustina Kowalska quien recibió del Señor Jesús un mensaje recordando que Él es Misericordia: "La Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores".
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En el Domingo de la Divina Misericordia ayer se celebró a Dios, que ama y perdona sin límites. Fue Santa Faustina Kowalska quien recibió del Señor Jesús un mensaje recordando que Él es Misericordia: "La Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores".
Los festejos se multiplicaron por los barrios y parroquias jujeñas. En la capital el obispo Daniel Fernández ofició la misa por la mañana en la capilla de La Almona y por la tarde en la Casa de la Divina Misericordia y Virgen del Carmen en Bajo La Viña. También hubo procesión y Eucaristía en la parroquia San Pedro y San Pablo, en la parroquia Santa Teresita, en la capilla de Los Huaicos, en Fraile Pintado, en la parroquia San Andrés Apóstol de San Pedro, entre muchas otras. Asimismo, en la Catedral Basílica la última celebración incluyó la procesión alrededor de la plaza Belgrano.
La Fundación Ruca Divina Misericordia de Fasta Jujuy también acompañó la misa del padre Enrique Silviano en la capilla de Bajo La Viña y la vigilia del sábado; así como la ceremonia central de la víspera y difundió el sacramento de la Confesión.
En el comedor "Pura Misericordia" de Libertador General San Martín cientos de niños y familias compartieron la santa misa, el almuerzo para las familias más humildes, un compartir vespertino, el rezo de la Coronilla, la procesión por las calles, la merienda para todos los niños y la cantata.