En los últimos días extrañó que su local de calle Santiago del Estero y su casa en Mariano Moreno estuvieran cerrados para quienes, por el Jueves y Viernes Santos, llegaban a aprovisionarse de sus excelentes humitas y tamales. Pero ayer un gran dolor se apoderó en sus innumerables clientes y gente que la apreciaba al enterarse que Carmen Rosa López, o simplemente "Carmen Rosa", como todos conocían a quien con gran esmero elaboraba estas comidas regionales y que elogiaban hasta los más exigentes paladares, había fallecido.
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En los últimos días extrañó que su local de calle Santiago del Estero y su casa en Mariano Moreno estuvieran cerrados para quienes, por el Jueves y Viernes Santos, llegaban a aprovisionarse de sus excelentes humitas y tamales. Pero ayer un gran dolor se apoderó en sus innumerables clientes y gente que la apreciaba al enterarse que Carmen Rosa López, o simplemente "Carmen Rosa", como todos conocían a quien con gran esmero elaboraba estas comidas regionales y que elogiaban hasta los más exigentes paladares, había fallecido.
Las expresiones de tristeza y de cariño se multiplicaron en las redes sociales, y hasta algunos pidieron hacerle un homenaje, por ser considerada la que hacía las humitas y tamales más ricos de Jujuy, y también por ser ejemplo de emprendedurismo. Sus elaboraciones eran las más demandadas no solo en las cercanías de la exterminal, sino también en toda la capital jujeña (proveía a restaurantes y revendedores). Decía que había aprendido a cocinar de su madre. Y que todas las tardes preparaba las humitas y tamales para venderlos al día siguiente, primero en la vereda, cuando la Santiago del Estero no era peatonal, y luego en su pequeño pero concurrido local, donde muchos esperan que su legado perdure.