Una mujer de 74 años falleció en la provincia de Buenos Aires a causa de la encefalitis equina del oeste, convirtiéndose en la segunda víctima mortal desde el inicio del brote epidémico en Argentina hace dos meses.
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Una mujer de 74 años falleció en la provincia de Buenos Aires a causa de la encefalitis equina del oeste, convirtiéndose en la segunda víctima mortal desde el inicio del brote epidémico en Argentina hace dos meses.
La persona residía en un área semi-rural de la Provincia de Buenos Aires, donde se han confirmado 21 casos en humanos desde el inicio del brote. La mayoría de los casos se concentran en la región Centro, siendo las provincias de Buenos Aires y Santa Fe los lugares de residencia o probable contagio en 19 de los 21 casos confirmados y probables, según informa el parte oficial nacional.
La primera muerte se registró el 31 de diciembre, cuando un hombre de 66 años que realizaba tareas rurales en la provincia de Santa Fe sucumbió a la enfermedad. En esta ocasión, la mujer de 74 años presentaba "comorbilidades" y residía en un área semirural, siendo la primera víctima mortal registrada en la provincia de Buenos Aires.
Desde el comienzo del brote, se han notificado 91 casos sospechosos de encefalitis equina del oeste en humanos en 11 provincias, confirmándose 21 casos y clasificándose dos como probables, según el último Boletín Epidemiológico. En la provincia de Buenos Aires, actualmente hay 10 casos, con 4 dados de alta, 5 internados y 1 fallecido.
Este brote representa una reemergencia de una infección viral que había generado brotes en animales y humanos en el pasado. El virus, perteneciente al género de los alfavirus, fue alertado por el Ministerio de Salud de la Nación a fines de noviembre, instando a los centros de salud y hospitales a identificar casos sospechosos en personas.
La enfermedad se transmite a humanos a través de la picadura de mosquitos, especialmente el Aedes albifasciatus, que actúa como vector del virus. Ante la situación, las autoridades sanitarias recomiendan medidas preventivas, como evitar la acumulación de agua en el suelo, desmalezar predios, mantener el pasto corto y utilizar repelentes para evitar picaduras de mosquitos. Además, se aconseja realizar una revisión clínica periódica y vacunar a los caballos, así como llevar a cabo el saneamiento ambiental de los lugares donde se alojan caballos y personas asociadas a esta actividad.