En la victoria como visitante ante Defensa, Gimnasia logró plasmar en el campo lo planificado en la semana de jugarle de contraataque a un equipo que no supo doblegar a la sólida defensa jujeña y que sufrió con el contundente partido de Benedetto acompañado por el regresado Luna. Así el “lobo” se metió en puestos de promoción.
inicia sesión o regístrate.
En la victoria como visitante ante Defensa, Gimnasia logró plasmar en el campo lo planificado en la semana de jugarle de contraataque a un equipo que no supo doblegar a la sólida defensa jujeña y que sufrió con el contundente partido de Benedetto acompañado por el regresado Luna. Así el “lobo” se metió en puestos de promoción.
La posesión de la pelota los primeros minutos perteneció al “halcón”, cuyo técnico pregona el buen trato de la misma, con la paciencia y la búsqueda de los espacios como bandera. En cambio el “lobo”, con 2 líneas de cuatro y 2 puntas, salió a esperarlo cerrándose correctamente en la última línea y apostando a la velocidad de Luna y Benedetto.
La primer llegada del partido, luego de un tramo largo de intranscendencia, la elaboró Guerrero por derecha y asistiendo a Píriz Alvez, quien entrando sólo por el medio del área se llevó por delante la pelota definiendo lejos del arco de Bangardino. Pero raudamente, Gimnasia con su arma predilecta en la tarde del sábado, que fue el contraataque, salió con una recuperación de Iuvale en mitad de cancha.
El volante lo buscó a Luna, que empezó a armar la sociedad con el calvo delantero ex Defensa para que este enganchara y definiera por arriba de Perafán. Pero el arquero local alcanzó a sacarla con la punta de los dedos por arriba del travesaño.
Salvo esos 2’ en los que pareció que el desarrollo se volvía dinámico, el partido volvió a tenerlo a Defensa con el control de la pelota pero careciendo de profundidad.
Así fue que a los 35’, Pajón escaló por la derecha y lo buscó a Torres, quien metiendo la diagonal buscó rematar. El rebote lo capitalizó Benedetto en el punto de penal y definió sutilmente a colocar abajo al palo izquierdo del arquero.
Luego de la apertura del marcador, el local entró en la desesperación apostando por primera vez a los pelotazos y Gimnasia hacía posesión para defenderse con la pelota.
Después de que Desvaux salvara en contadas ocasiones providencialmente a la valla del “lobo”, un centro al área fue rechazado por Pomba pero la pelota rebotó en Milán y le quedó picando a Guerrero para que el uruguayo ex Racing definiera de primera al palo izquierdo de Bangardino.
Sin dudas que los dirigidos por Ferraro sintieron el cimbronazo de un empate que fue accidentado en un momento inesperado, pero rápidamente finalizó la primera etapa para que el Ferraro pudiera acomodar al equipo.
Así fue que a los 2’ de la segunda etapa, esta vez Ramasco la recuperó para dársela a Luna y el enganche puso un pase en profundidad para que Benedetto quedara mano a mano con Perafán. Otra vez, el ex delantero de Arsenal y Defensa, dio muestras de su categoría para convertir con un toque de derecha colocándola cerca de un palo.
En un partido que Gimnasia claramente no salió a buscarlo, se ponía nuevamente en ventaja gracias a la inteligencia del planteo dispuesto por el entrenador y sobre todo a la tarde inspirada del número nueve.
Si después de la apertura, Defensa había empezado a jugar en forma desesperada, luego del segundo se opacó el fútbol de un equipo que sólo pudo generar peligro con remates de larga distancia, desviados en 2 oportunidades por el siempre seguro arquero del “lobo” o con centros, que no encontraron en Píriz Alvez a aquel delantero implacable de Talleres de Córdoba.
El partido estaba para el empate de Defensa con una embestida o para el tercero de la visita con la velocidad de sus delanteros.
Luego de un nuevo tanto desperdiciado por el número 9 del local, de un saque de arco de Bangardino y una pelota que no pudo peinar el ya ingresado Balvorín, le quedó en soledad a Luna que gambeteó al arquero y definió con la valla desguarnecida, cerrando un resultado que ya se notaba que no se iba a modificar.
Los instantes finales del encuentro lo tuvieron a Defensa llevándose por delante al rival pero sin claridad y al Lobo encontrándose mano a mano con los defensores. En la más clara Espínola rechazó en la línea lo que hubiese sido el gol de Balvorín.