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Absuelven a hermanos acusados de un homicidio

Jueves, 18 de octubre de 2012 22:17

En un polémico fallo, el Tribunal Criminal III absolvió por el beneficio de la duda a los hermanos Atilio Efraín y Daniel Abelardo Mamaní, quienes se encontraban acusados por el violento crimen del ex militar Miguel Angel Huerga, ocurrido el 23 de octubre del 2008 en la localidad de El Ceibal (departamento San Antonio).

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En un polémico fallo, el Tribunal Criminal III absolvió por el beneficio de la duda a los hermanos Atilio Efraín y Daniel Abelardo Mamaní, quienes se encontraban acusados por el violento crimen del ex militar Miguel Angel Huerga, ocurrido el 23 de octubre del 2008 en la localidad de El Ceibal (departamento San Antonio).


El fallo dispositivo se conoció a las 12.30 de ayer y fue leído por la secretaria de Cámara, Margarita Nallar.
Como se señalara, el fallo es polémico y desnudó una ineficiente prevención e instrucción del caso, en el que las irregularidades abundaron y de alguna manera eclipsaron la realidad de los hechos.


No en vano los defensores técnicos de ambos acusados, Guillermo Toro y Silvana Nasser, realizaron una notable y pormenorizada defensa, sacando a la luz los errores cometidos por el personal de la División Homicidios de la Brigada de Investigaciones y el entonces Juzgado de Instrucción Penal II, a cargo de Francisco Javier Aróstegui.


Solo basta saber que los detectives "olvidaron" agregar en el acta de secuestro, realizada en el domicilio de los Mamaní, una de las principales pruebas del caso, como fue un pantalón vaquero con restos de sangre que pertenecían a la víctima, algo que fue calificado por la defensa de los acusados como un procedimiento "patético" y "dudoso".


También se habló de la posibilidad que esa prueba, surgida tiempo después del hecho y por medio de fotografías que también gozaban de dudosa procedencia, hubiese sido "plantada".


Por su parte el fiscal de Cámara, Jorge Zurueta, desplegó una férrea acusación contra los hermanos Mamaní, pero las irregularidades en la instrucción del caso, sumada a la falta de pruebas directas, desnudaron vacíos probatorios al momento de alegar y describir la teoría del delito alrededor del alevoso crimen.


A pesar de eso, el fiscal señaló que los hermanos Mamaní "presentaban lesiones escoriativas al momento del hecho", prueba que también fue refutada por la defensa mediante dos exámenes médicos, realizados días después del crimen, mediante los cuales ambos acusados "no evidenciaban lesiones traumáticas" en el cuerpo".


Paralelamente Zurueta señaló que el móvil del terrible homicidio se debía al "conflicto y bronca" que había entre Miguel Angel Huerga y los hermanos Mamaní,


Este problema había surgido, según el fiscal, luego que el perro de la víctima matara a unos animales de los acusados, quienes en represalia también le dieron muerte al can del ex militar.


Ante ésto, el titular del ministerio público fiscal expresó que habían actuado bajo un "aprovechamiento traicionero insidioso", que les permitió "la indefensión de la víctima", puesto que "la intención de los acusados era hacer sufrir a la víctima".


Por esta razón solicitó ante el Tribunal la condena de "prisión perpetua" para ambos acusados.
Mientras que el letrado y ex integrante del Superior Tribunal de Justicia, Sergio Valdecantos, apoderado legal de la querella, fue contundente con su alegato y por eso comenzó adhiriendo a la condena solicitada por el fiscal de Cámara.


Luego expresó que la coartada de uno de los acusados, quien había asegurado que al momento del hecho se encontraba trabajando en el pintoresco pueblo de Purmamarca, "fue desbaratada por la testigo Tinte, quien dijo que lo había visto en Loma Hermosa" el día del homicidio.


El querellante también aportó como prueba fundamental un informe pericial bioquímico, realizado por una profesional del Poder Judicial local, mediante el cual se corroboró que los restos de piel que habían sido hallados bajo las uñas de Huerga, pertenecían a los acusados.


También esgrimió el cotejo pericial de sangre hallada en la escena del hecho, con el material genético de los acusados, que dio como resultado una coincidencia del 99,9 %.


No hace falta ser un experto para entender que el fallo es polémico y que justamente que no se debe a la absolución de los acusados, sino que por el contrario la polémica reside en que el macabro crimen de Miguel Angel Huerga, a casi cuatro años de ocurrido, continua impune.