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Madres y los enfermos llegaron hasta el Santuario

Domingo, 21 de octubre de 2012 20:15

 Con pedidos de salud física y espiritual miles de jujeños peregrinaron ayer desde distintos puntos de nuestra provincia para participar de la celebración litúrgica para honrar a la Santa Patrona provincial en el Santuario de Río Blanco. La peregrinación de ayer fue la tercera y estuvo especialmente dedicada especialmente a las madres en su día y a los enfermos, motivo por el cual muchas de las personas arribaron al predio en vehículos.

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 Con pedidos de salud física y espiritual miles de jujeños peregrinaron ayer desde distintos puntos de nuestra provincia para participar de la celebración litúrgica para honrar a la Santa Patrona provincial en el Santuario de Río Blanco. La peregrinación de ayer fue la tercera y estuvo especialmente dedicada especialmente a las madres en su día y a los enfermos, motivo por el cual muchas de las personas arribaron al predio en vehículos.


De la manifestación de fe más importante de nuestra provincia, y que cada año convoca a más gente, no sólo participaron fieles jujeños, sino que también lo hicieron de distintos puntos de nuestro país, que hasta se animaron a acampar en las afueras del Santuario ubicado en el Departamento Palpalá, esperando la celebración.


El clima acompañó a los peregrinos, ya que si bien el cielo estaba nublado, la temperatura era agradable, lo que les permitió completar el trayecto sin mayores complicaciones. Aunque cerca de las 11 de la mañana, cuando la mayoría de las personas “pegaba la vuelta”, el cielo se comenzó a despejar y los intensos rayos solares provocaron que la temperatura ascendiera y que la humedad se “levante” de manera significativa, sofocando aún más a las personas que habían llegado a participar de las celebraciones en el mes de la Santa Patrona provincial. 


Los feligreses llegaron al Santuario con pedidos de salud para sus familiares, trabajo y progreso, “ya que todo eso está relacionado” dijo Fernando Ocsa uno de los miles de fieles que arribó hasta el lugar, quien a su vez consideró que “si tenemos salud podemos conseguir trabajo, y si podemos trabajar podremos progresar en la vida”.


Remarcó que participa de las peregrinaciones desde muy chico, “fue transmitido de generación en generación, mi madre y mi padre me lo transmitieron a mí, y yo hoy vengo con mis hijos y mi mujer, en un día tan especial como es el día de la madre”. Además el ruego por la salud de su familia y recordar a las madres que “ya partieron al cielo” fueron los motivos por el que este año participó junto a los suyos de la tercera peregrinación hasta Río Blanco. “Esta es una peregrinación especial, donde le pedimos a la Virgen que nos cubra con su manto”. Mientras tanto Susana Arias sostuvo que participa de la peregrinación cada año para “alimentarme espiritualmente con la palabra, dar gracias a la Virgen y pedir colaboración en estos tiempos que estamos viviendo” comentó y agregó “sobre todo vengo por la salud espiritual y mental”.


Fueron muchas las personas que llegaron al Santuario acompañando a sus familiares enfermos y que prefirieron hacer todo el trayecto a pie, más allá de que muchos fueron en vehículos particulares o bien en transporte público.


Muchos al finalizar la misa central oficiada por el obispo César Daniel Fernández se dirigieron al templete y formaron largas filas para recibir la bendición por parte de los padres.


Irma Vázquez llegó como todos los años al campito, pero desde hace tres lo hace en silla de ruedas asistida por sus hijos, con el pedido de “sanación de mi mamá que está enferma, por mis hijos que están lejos de mí y por toda la familia”.


Además comentó que pidió por su salud, ya que desde hace aproximadamente tres años tiene una parálisis en los miembros inferiores y los médicos no han podido dar con el diagnóstico aún. 


Por su parte Mabel Aldana, llegó desde Buenos Aires a participar como todos los años de la peregrinación, junto a su madre de 92 años que vive en nuestra provincia y que padece diversas afecciones. “Simplemente pedimos por la salud, para que pueda mantener a mi viejita viva por más tiempo”. Del mismo modo, Josefa Gutiérrez llega cada año desde Perico pidiendo por la salud de su hija, “ya que ella sufre un retraso madurativo, y le vengo a pedir para que nos acompañe y nos ayude”.


Visita a cementerios


En la víspera también fue masiva la afluencia a los cementerios de la provincia por parte de quienes oraron y dejaron flores en las tumbas de las madres ya fallecidas, para recordarlas en su día. 

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