Rosario Quispe, fundadora de la Asociación Warmis Sayajsunqo, que significa mujeres emprendedoras, es una de las nominadas, al “Premio Abanderados de la Argentina Solidaria 2012”, para hacerse acreedora del premio que brinda reconocimiento a los argentinos destacados por su dedicación a los demás, y cuya vida ya empezó a difundirse en ocasión de esta distinción por su labor por la salud de las mujeres de la Puna y que ahora impulsa en otros ámbitos: educativo y productivo.
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Rosario Quispe, fundadora de la Asociación Warmis Sayajsunqo, que significa mujeres emprendedoras, es una de las nominadas, al “Premio Abanderados de la Argentina Solidaria 2012”, para hacerse acreedora del premio que brinda reconocimiento a los argentinos destacados por su dedicación a los demás, y cuya vida ya empezó a difundirse en ocasión de esta distinción por su labor por la salud de las mujeres de la Puna y que ahora impulsa en otros ámbitos: educativo y productivo.
“No es sólo un reconocimiento, sino que te hace ver que vas bien, creo que es la confirmación de que tu trabajo va bien”, dijo con tono cordial denotando su alegría al comentar la nominación que ya saliera a la luz.
El trabajo de Rosario que nació con el objetivo de desarrollar la región, y tomó estado público cuando se supo de la tarea para prevenir el cáncer de cuello de útero entre las mujeres puneñas, por estos días está centrado en cuatro ejes. Ha crecido y es por eso que uno de los más importantes es la educación, salud, producción y en ello se enmarca el programa de microcréditos con los que impulsa a los puneños a crecer, además de turismo.
En principio, el programa de educación, con la universidad, la Siglo XXI y con la Universidad Católica de Santiago del Estero. En la Universidad Siglo XXI los jóvenes pueden cursar las carreras de contador, abogacía, administración de empresas y administración agraria. Mientras en la Católica de Santiago los chicos se capacitan en computación.
En torno a salud, trabajan en campañas de prevención de cáncer de cuello uterino, atención general, ya que recientemente los visitaron desde la Fundación Cipaf para esa tarea y también se les brindó atención médica a través de tres generalistas, además de entrega de medicamentos.
Sobre el aspecto productivo, el trabajo de las Warmis se centra en la entrega de microcréditos para que los productores puedan adquirir animales, llamas, ovejas, vacas, además de mejorar las pasturas, procurar alambrado, tendiente a que mejoren su producción. Hasta ahora se han otorgado 1.600 microcréditos que van desde un mínimo de 500 pesos hasta 50.000 pesos.
“La peor de las crisis las pasamos pero no tenemos morosos. Tenemos deudores porque puede morirse algún familiar, pero empiezan a pagar tres meses o seis meses después, pero no hay incobrables”, explicó Quispe.
Ahora con las Warmis, Rosario tiene un nuevo desafío, una fábrica de “saquitos de té de rica rica” que está desarrollando con la asistencia del Ministerio de Producción, algo que estimó va a generar más empleo ya que muchos productores podrán aportar lo que recolecten en rica rica.
También prevén instalar una fábrica artesanal de cerveza malta y cerveza sin alcohol, por medio de un emprendedor salteño, por el que las Warmis aportarán un salón donde se establecerá la misma, que comprometieron en un convenio. De hecho, Rosario comentó que en caso de ganar el premio que se le otorgaría por la nominación, ya pensaron en el destino, poner en marcha esa fábrica generaría empleo.
Otro de los ejes de trabajo que siguen impulsando es el de turismo, por medio de un proyecto presentado al Banco HBC, por el cual mucha gente también está arreglando sus viviendas para aportar en ello.
Warmis fue la primera ONG de mujeres coyas en la región, y se fundó en 1995 de la mano de Rosario y ocho socias.
Como líder comenzó en 1982 como animadora de comunidad de la Prelatura de Humahuaca, en 1986 a 1992 integró el equipo central de Promotores de Oclade, en 1993 fue promotora de Puhna, participó en la formulación de proyectos productivos para los pequeños productores rurales. En 2001 fue miembro de la Comisión de Participación Indígena del Programa de Regularización de Tierras de las comunidades aborígenes de Jujuy, y en 2002 del consejo consultivo del Programa de la Ley Ovina de la Secretaría de Agricultura de la Nación, y desde 2002 es miembro del Consejo de Coordinación del Movimiento de los Pueblos Aborígenes (Modepa), organización que nuclea a setenta comunidades aborígenes de la Puna de Jujuy: y preside la comunidad aborigen de Pueblo Viejo, del Pueblo Coya, Departamento Cochinoca. (Liliana Alfaro)